Libro de Urantia. 
Pág.1698
 
 
 
La verdad 
de las enseñanzas que hemos recibido, ciertamente que no son para guardarlas en 
secreto, ni mucho menos para archivarlas en nuestra mente, ellas son para 
vivirlas y ser difundidas, pero al hacerlo debemos cuidar muy bien la forma en 
que lo hacemos, porque muchas veces nuestro ego mete la cola y en nuestra 
expansión de la verdad, está el tremendo deseo de hacer ver a otros lo mucho que 
sabemos, sobre todo cuando se trata de cosas tan  desconocidas como son las que 
nos revela el Libro de Urantia.
 
Cuando 
queremos sanamente dar a conocer estas enseñanzas, lo primero que debemos hacer 
es pensar en el grado de comprensión que puede tener nuestro interlocutor, 
porque "la religión de revelación deberá siempre limitarse por la capacidad de 
la persona para recibirla.1007" Lo digo por experiencia, pues yo demoré muchos 
años en interesarme por el LU porque lo que me mostraban, a mí  en lo personal 
en ese momento no me interesaba para nada, porque me parecía que no me servía 
para mi evolución Aquí y Ahora.  Fue preciso que un día descubriera a Jesús, 
para que la enseñanza me llegase plenamente al corazón y dejara de ser un 
conocimiento, para transformarse en la mejor herramienta conocida para mi 
evolución espiritual e integral en mi vida.
 
Debemos 
recordar siempre que "no es nuestro el Reino, sólo somos sus embajadores.  No 
tratéis de mostrar a los hombres las bellezas del templo antes de llevarles al 
templo. Presentad los hombres a Dios  como hijos de Dios, antes de 
hablarles de las doctrinas de la paternidad de Dios y de la filiación de los 
hombres. No disputéis con los hombres, sed siempre pacientes  porque no podéis 
enseñar las cosas profundas del espíritu a los que tan sólo han nacido en la 
carne; primero haced que los hombres nazcan del espíritu, antes de instruirle 
sobre los caminos avanzados del espíritu.1593"
 
También es 
un gran error el descalificar lo que los otros creen, porque Jesús nos enseñó a 
poner y no quitar, "no cometamos el error de juzgar la religión de 
otro, con vuestras propias normas de conocimiento y de verdad. 1115" porque "Si 
conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera en la tierra es vivir de modo tal que 
el Padre pueda revelarse en nuestra vida, y así todas las personas que buscan a 
Dios verán al Padre y pedirán nuestra ayuda para averiguar más acerca del Dios 
que de ese modo encuentra expresión en nuestra vida».1466"
 
Nada motiva 
más que el ejemplo de una vida plena y feliz...
 
 
yolanda 
silva solano