Una felicidad en crecimiento 
constante, es siempre la experiencia de los que están seguros de 
Dios
Libro de Urantia. Pág. 
1766
 

Ante cualquier embate de la naturaleza, los hijos de Dios 
debemos permanecer en calma, aprendiendo a encauzar nuestras emociones para que 
ni el miedo ni el descontento, sean capaces de hacernos perder nuestra fe y 
confianza en el amor de nuestro Padre, que "no sólo está en el cielo, sino que 
también su divina presencia mora en la mente de los hombres"139 
"Para realizar la providencia en el tiempo el individuo debe cumplir la 
tarea de alcanzar la perfección. Pero el hombre aun ahora, puede saborear por 
adelantado esta providencia en sus significados eternos, cuando discurre en el 
hecho universal de que todas las cosas, ya sean buenas o malas, cooperan para el 
avance de los mortales que conocen a Dios en su búsqueda del 
Padre."1306Para el hombre común, el 
tiempo aparece como una sucesión de acontecimientos, pero según ese mismo hombre 
asciende, en la medida que adquiere conciencia 
que no es un ente aislado, sino parte de un Todo, en vez de quejarse por los 
accidentes del tiempo y culpar a Dios o a los gobiernos, piensa en la forma 
positiva de aminorar en forma personal, los males que asolan al universo, por 
estar debilitada la capa de ozono por el calentamiento global de la 
tierra.
Nuestras acciones, cualquiera que ellas sean, lo queramos o no, tienen 
una resonancia cósmica, porque así como todo es mente, también todo vibra, desde 
el microcosmos del ser humano, hasta el macrocosmos universal. Todo es doble, 
todo tiene dos polos, los opuestos son diferentes en grado, pero idénticos en su 
naturaleza. "La voluntad del Creador y la voluntad de la criatura, son 
cualitativamente diferentes, pero también en la experiencia son semejantes, 
puesto que la criatura y el Creador pueden colaborar en el logro de la 
perfección del universo." 1279 
Cuando tomamos conciencia de esta realidad, el temor a la existencia es 
reemplazado por la fe y la confianza, lo cual crea la alegría que debe 
caracterizar la vida de todo hijo de Dios pues "una felicidad en crecimiento 
constante es siempre la experiencia de los que están seguros de Dios" 1766 
porque "los creyentes están inmunizados contra la depresión que sigue a los 
cataclismos puramente materiales; los que llevan una vida espiritual no se 
inquietan por los episodios del mundo material. Los candidatos para la vida 
eterna practican una técnica vigorizante y constructiva para enfrentarse a todas 
las vicisitudes y todos los agobios de la vida mortal y cada día que vive un 
verdadero creyente, le resulta más fácil hacer lo que es 
recto"1739
No dejemos que ni el calor ni el frío influyan en nuestro estado anímico, 
aprendamos a ser alquimistas y transformemos las situaciones desagradables en 
experiencias con significado de sobrevivencia eterna.yolanda silva 
solano