La noche se demuestra hostil en el paraje nórdico, desde donde una de las esculturas más magnificas realizadas en ofrenda a un dios se alza como primera vista, ya que los duros climas han generado una ves más una fuerte tormenta cuya densidad se exparse por casi todo el territorio del Valhalla, el palacio donde se aloja un aroma de tensión proveniente desde Bluegard, donde en los últimos días, se han desarrollado feroces combates por el dominio de las fuerzas del Emperador Hades sobre la atlantida de Poseidon, lo que mantiene al pueblo únido, pero expectante, ya que la realidad indica que ante la caída de los pilares, Asgard será la primera en perecer ante la fuerza de los mares...

Más allá de los lustrados y cristalinos azulejos del palacio Valhalla se alza un jardin, donde cada detalle reluce bajo gruesas capas de hielo cristalino que permite apreciar la belleza en cada arquitectura, albergando la figura de tres personas que intimamente, se reunen en dialogos que son llevados por las fuertes correntadas de esa gélida ventisca, revelando una reunión entre la sacerdotiza y representante de Odín en la tierra, Hilda de Polaris y sus dos protectores de confianza, Sigfried y Syd, quienes en sus rostros, revelan una fuerte expresión de preocupación...

Hilda: Las batallas no han cesado desde los ultimos días cuando comenzó, siendo que pronto nuestra tierra será afectada por el mal y es algo que no puedo permitirlo... Cada uno de los habitantes de Asgard son inocentes y no merecen la culpa por los problemas de los dioses...

Sigfried: Mi señora, con todo el respeto, nosotros estaremos siempre para impedir que la maldad destruya a la tierra de Odín, esa fue la labor que se nos ha encomendado y para ello hemos soportado incontables pruebas... No debe preocuparse...

Syd: Entiendo que no quieras preocupar a la señorita Hilda, Sigfried, pero la densidad de las batallas en la Atlantida está comenzando a agrietar el hielo que se ha mantenido en pié desde muchos años, si Bluegard cae, no existirá la forma de evitar que el pueblo se salve...

Hilda: Por eso eh decidido que la mejor manera de poner un fin a esta amenaza, es alejando los combate y sellando la entrada marina de Bluegard

Syd: Pero eso mi señora, significa que... ¿Enviará a los dioses guerreros en contra de los espectros para evitar su ingreso a la Atlantida? Eso sería intrometerse en una guerra que no nos pertenece...

Sigfried: Pero aún así, los dioses guerreros tienemos el poder para enfrentar al ejército de Hades... Pero....

Hilda: Esa no es la solución final, es la única manera para dar tiempo a que la guerra finalize y nuestro pueblo permanesca intacto, mientras tanto, daré plegarias a Odín para que pueda encontrar una solución a este problema...

Sigfried: Los demás dioses guerreros deben ser avisados cuanto antes, para que se vayan preparando... ¿Donde está la señorita Flare?

Hilda: ¡Oh!, Flare... La envié en una encomienda a la caverna de Hagen, no demorará mucho en regresar...

Syd: Entonces hasta que Usted nos ordene, estaremos pendiente del tema, mientras tanto, nos iremos aprontando y daremos aviso a los demás...

Hilda: Gracias Syd, ustedes, los Dioses guerreros de Asgard, siempre han protegido a su pueblo, se que podremos evitar al mal, con la ayuda de Odín...

Entonces en ese momento, el guerrero de Doble Alfa gira su rostro bruscamente hacia la derecha, como si algo hubiese captado su atención justo al momento en que finaliza la asamblea...

Hilda: ¿Que sucede Sigfried?

Sigfried: "Por un momento me pareció sentir una presencia conocida, pero con gran hostilidad... ¿Acaso será que el estubo aquí todo el tiempo?..." .... Ahm, No es nada señorita, solo me pareció ver algo en la parte oscura del bosque... debe de haber sido algún animal que goza de su libertad en esta noche fría...

A lo que inmediatamente hilda sonrie conforme con su respuesta y Syd comienza su camino de retorno al palacio, dejando por un breve lápso, al guerrero de Leyenda frente a frente con la mandataria de los parajes nórdicos...

Sigfried: Señorita Hilda, ¿sería mucho pedir si esta noche se refugia en un lugar más seguro que su recámara?

Hilda: ¿Que es lo que te preocupa, Sigfried?, mi seguridad dentro del palacio está totalmente garantizada, y más dentro de mi recámara

Sigfried: Es solo que esta noche es ha tornado un tanto diferente a las demás, pero la fuerza del viento no permite ver con claridad lo que sucede, es tan solo por precaución, mañana el día será más placentero para Usted, se lo garantizo...

Hilda: Está bien, Sigfried, ordenaré  que la custodia personal del palacio vigile la puerta de mi habitación esta noche, tu debes avisar a tus compañeros de lo hablado y no debes preocuparte por mi...

Entonces un gesto de aprobación se jacta ante una reverencia, comenzando ambos a caminar hacia el interior del palacio.