REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO, VIERNES 8 DE ENERO DE 2016.
“Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos.” Salmo 22:16b-17a.
Con nuestras manos podemos brindar las más tiernas caricias a los que amamos, a los que en nuestro camino nos encontramos, podemos pintar un hermoso cuadro, podemos proveer el pan para nuestra familia ó, con ellas, también podemos actuar desordenadamente empuñando armas, propiciar golpes a otros ó apropiarnos de lo ajeno, etc. ¿Das buen uso a tus manos?
¿Se ha detenido usted a mirar por un segundo sus manos? No interesa si ellas reflejan juventud ó evidencian ya el paso de los años, lo cierto es que debemos reconocer que son un regalo precioso de Dios y que como tal, debemos hacer un buen uso de ellas.
Las manos de nuestro Señor Jesucristo, fueron traspasadas para obtener la salvación de toda la humanidad. Sus divinas manos fueron clavadas en la cruz, ofrendando allí su vida por ti y por mí.
Hoy, cualquier persona, sin importar su raza, su nacionalidad, color de piel, idioma, condición económica, clase social ó religión, puede, con corazón arrepentido y sincero, reconocer a JESUCRISTO como el Hijo de Dios que dio su vida en la cruz del Calvario, como precio de rescate por nuestra salvación.
Extiende hoy tus manos a Él y permítele controlar tus pensamientos, tus sentimientos y tu vida. Pídele, con tus propias palabras, que te colme con su Santo Espíritu y dirija tu caminar desde ahora y para siempre.
ORACIòN
“Amado Dios y Padre Celestial: ”Tuyo es el brazo potente; fuerte es tu mano, exaltada tu diestra. Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro. A ti extiendo cada día mis manos y me has manifestado tus maravillas. Abres tu mano y colmas de bendición a cada ser viviente. Justo eres Señor en todos tus caminos y misericordioso en todas tus obras. Te alabo y bendigo tu Santo nombre, en el poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ