UN AMOR ETERNO
Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.Romanos 8: 37-39
Justo cuando pensamos que hemos recuperado de todas las cosas de "familia" de las fiestas, llega el Día de San Valentín, con su promesa de amor y romance, corazones y dulces, flores y regalos. Es una temporada difícil para los luchadores. Heck, hay que admitirlo ... cada temporada es difícil.
Pero en el fondo, debajo de esas sensaciones duras y ese dolor en nuestros corazones, sabemos y creemos .... somos amados.
Desde lejos el SEÑOR se le apareció, diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia. De nuevo te edificaré, y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo tomarás tus panderos, y saldrás a las danzas con los que se divierten. Jeremías 31: 3-4
He aprendido a través de esta prueba que Dios es amor - más que cualquier otra cosa. Y Él demuestra el amor a nosotros de muchas maneras. Cuando sentimos que vamos bajo, Él nos levanta y pone los pies en lugar espacioso. Cuando sentimos que no podemos dar un paso más, Toma nuestra mano y nos ayuda a lo largo del camino. Cuando la oscuridad nos rodea y no tenemos ninguna esperanza para la luz, Él sirve como un faro y nos hace salir de la noche en el día. Cuando ya te doblas en la derrota de las circunstancias o emociones, Él te levanta suavemente y te lleva en sus brazos.
Reconoce, pues, que el SEÑOR tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda su pacto y su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos. Deuteronomio 7: 9
Dios envió a su único Hijo, Jesús, para mostrarnos su amor infinito. No tenemos un Salvador que se encuentra en lo alto, agitando su cetro alrededor. No, tenemos un Salvador que nos envió a su hijo a vivir, reír y amar como un hombre. Jesús sintió las mismas cosas que puedes estar sintiendo. Sintió la traición, el dolor, la angustia, la ira. También sintió la esperanza, la fe, la confianza y la creencia. Él hizo esto por nosotros - porque Él nos ha amado.
En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio deÉl. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo comopropiciación por nuestros pecados. 1 Juan 4: 9-10 (NVI)
El paso por problemas en el matrimonio a menudo te deja sentirte rechazado y no querido. Pero nunca olvides que tienes quien te ama no importa qué, sin condiciones. Es difícil creer que alguien te pudiera amar mucho como un hecho, ¿no es así? Al renunciar a tu vida voluntariamente para que puedas ser libre. Y eres libre - libre de aceptar este amor o rechazarlo; la libertad de abrir el corazón o para endurecerlo. Puede haber momentos cuando rechaces este amor – la sensación que no lo mereces o incluso lo necesitas. Puede haber ocasiones en querer huir de este amor. Pero no corremos lejos, porque se trata de un amor como ningún otro que jamás hemos conocido. En toda nuestra vida, nunca nos han amado así antes.
sino como está escrito: COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL HOMBRE, son LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN. 1 Corintios 2: 9 (NVI)
Una de las mejores cosas que surge del amor de Dios por nosotros es nuestro amor por él. A medida que experimentamos respuesta a la oración, la fuerza en tiempos de prueba, la paz en tiempos de dolor, que aprendes de la fidelidad y el amor de Dios. A través de tus pruebas, aprendes de su fuerza. A través de tus pruebas, aprendes de su sabiduría. A través de tu dolor, aprendes de su paz. Sabes que Él está ahí para ti y quieres estar allí para él. Tienes mucho tiempo para devolver - en una pequeña medida - el amor que Él te ha dado.
Amo al SEÑOR, porque oye mi voz y mis súplicas. Porque a mí ha inclinado su oído; por tanto le invocaré mientras yo viva. Salmo 116: 1-2
Esta es la esencia del amor incondicional. Este amor que Dios muestra para nosotros, incluso en nuestro pecado, es el mismo amor que Él te pide que muestres por los que oras. Sabes lo que se siente al ser amado sin reservas - sin merecerlo, sin ganarlo, sin ni siquiera preguntar por ello. Este amor sin reservas que se dispensa a ti es el mismo amor que Él te pide que des por los que oras. Cualquier otra cosa no sería de él.
Por eso, cuando tus ojos se llenan de lágrimas de gratitud por el amor de Dios, muestra este amor por el otro. Cuando el corazón se llena hasta rebosar con su gracia y misericordia, muestra esta gracia y misericordia a otro. Al sentir sus brazos que abrazan con el calor de su amor, llega a otro para abrazarlo con su calidez. Como cristianos, esto es lo que estamos llamados a hacer - a amar como Él te ha amado, a perdonar como Él te ha perdonado, a andar en los caminos que Él ha andado. Sólo entonces pueden aquellos que oramos llegar a conocer a nuestro amado Salvador.
Tu misericordia, oh SEÑOR, se extiende hasta los cielos, tu fidelidad, hasta el firmamento…. ¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas. Salmo 36: 5, 7
Dios te bendiga,
Kim, un luchador en Nebraska
Rejoice Marriage Ministries, Inc.
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