HOLA
y las latitudes de nuestros corazones también.
Recuerdo tu cara de adolescente tan hermosa,
y elevo a pensarte cada vez.
Había tantos pretexto de vernos,
que hasta la naturaleza se prestaba ahí.
Te recuerdo y renace mi otoño otra vez.
Los años pasaron y volví a saber de ti.
Configure mis días por saber de ti, y aclamo
¡porque existió distancia entre tú y yo!.
La manecilla de un reloj, de nuestro reloj,
cabalga donde tú y yo fuimos corceles
en un invierno sin frío.
Pudimos amarnos en tiempo y forma.
Pudimos ser los delirios de poetas y poetisas.
Nunca creeré en el destino,
si no hasta que tú y yo fundamos por siempre
nuestro hermoso querer...
Por hoy te mando un escrito y una rosa....
...De un poeta, a una Rosa.
|