10 de Octubre de 1868 - Grito de
Yara
Nunca pueblo alguno tuvo tan amoroso y digno destino, ante la fuente de agua
cristalina, de los líos sagrados del oriente indómito, nace la luz de la
libertad, el padre de esa luz, lo fue y lo será hasta el infinito Carlos Manuel
de Céspedes, quien fue y será eternamente el Padre de todos los cubanos.
Entre los primeros claros del día 10 de octubre de 1868, Carlos Manuel de
Céspedes convoca a los cubanos al batey de La Demajagua y en cálida arenga, les
expresa que era el primer día de la libertad e independencia de Cuba.
Céspedes hizo jurar a los presentes ante la bandera, su lealtad a ella y a la
libertad. Inmediatamente declaró libre a todos los esclavos, quienes se
incorporaron a la lucha por la independencia, hecho que lo siguieron los
hacendados, dando la libertad a sus esclavos. Con unos 200 hombres entró en el
poblado de Yara, siendo rechazados por los españoles, tiempo más tarde, se
apareció el Dominicano Luis Marcano, quien con su capacidad de hombre de armas
dio triunfos a las tropas cubanas en varios combates.
En el mes de octubre pocos días después se incorporaban al ejército
libertados los dominicanos Modesto Díaz y Máximo Gómez, este trío de
dominicanos. Cuba y su pueblo le estarán agradecidos eternamente por su aporte a
la independencia de Cuba.
Cuan hermoso fue para la Federación Agraria de Camagüey y la Confederación
Campesina de Cuba que el hijo de Luis Marcano, en 1945, se incorporara a las
luchas agrarias cubanas desde el poblado campesino de Altagracia y siendo la
Virgen de Altagracia la Patrona de Santo Domingo.
Luis Marcano hijo, el agradecimiento del campesinado cubano.
GUARDARRAYA, para terminar estas líneas sobre el 10 de Octubre de
1868, lo hace con estos versos de José María Heredia, que desde su destierro
expresara:
¡Cuba, al fin te verás libre y pura
como el aire
de luz que respiras,
cual las ondas hirvientes que miras
de
tus playas las arenas besar!