Burdas mentiras para amparar a piratas

Félix López

"¿Cómo se puede comprender que el propio Presidente de los Estados Unidos, quien intenta erigirse como paladín de la lucha antiterrorista mundial y defensor a ultranza de la seguridad nacional norteamericana, sea quien aliente con sus declaraciones actos de piratería aérea y secuestros de aeronaves que son condenados por la comunidad internacional?

"¿Cómo explicarles a las familias de las víctimas del 11 de septiembre, cuyas esposas, esposos, hijos u otros familiares murieron ese día, tras el acto terrorista de secuestro de aeronaves, que la famosa política de seguridad nacional creada por su Gobierno puede ser violada, impunemente, por emigrados ilegales desde Cuba en función de una mezquina política contra otro pueblo?"

Cuba ha cumplido los acuerdos migratorios y ha propuesto a las autoridades norteamericanas, reiteradamente, otros que permiten enfrentar al terrorismo y la emigración ilegal. Las autoridades de aquel país han rechazado estos acuerdos que irían en beneficio de nuestros dos pueblos.

En respuesta a las historias de ficción creadas alrededor del caso, la periodista Arleen Rodríguez Derivet aclaró que ninguno de los secuestradores de la avioneta AN-2, ahora presentados como perseguidos políticos en Miami, reúne el más mínimo historial de desafecto a la Revolución. Según las investigaciones realizadas se conoce que una de las emigrantes ilegales, era amante del piloto de la aeronave, Nemesio Alonso, y que la Oficina de Intereses de Estados Unidos le había negado en dos ocasiones el permiso para visitar a su hijo en Miami.

Aseguró Arleen que la verdadera historia, de no haber sido cubanos los secuestradores, hubiese terminado en un titular de la crónica roja, advirtiendo que un piloto había robado un avión para abandonar a su verdadera familia. Estamos ante un nuevo caso de utilización de la Ley de Ajuste Cubano para objetivos y mezquinos intereses personales, en los que vuelve a ponerse en peligro la vida de niños y seres humanos, aseguró.

Lo que acaba de ocurrir, añadió el comentarista Lázaro Barredo, es una patente de corzo, que deja las manos libres a la mafia de Miami. Es una nueva incitación a un fenómeno viejo, porque constituye el secuestro número 53 en la historia de la Revolución, muchos de los cuales provocaron numerosas muertes a personas inocentes. En septiembre del 2000, recordó, un hecho similar terminó con la muerte de un joven en el Estrecho de la Florida.

Al respecto, el periodista Reinaldo Taladrid recordó el escándalo nacional que removió a la comunidad negra norteamericana, por el trato discriminatorio dado a los inmigrantes haitianos que arribaron a las costas de la Florida en un barco de traficantes ilegales. Interrogado sobre el tema, el presidente Bush se justificó acudiendo a la falacia de que las leyes de emigración son iguales para todos, excepto para los cubanos que, según él, pueden ser perseguidos si son devueltos a su país.

Cuba, reiteró Taladrid, tiene pruebas de que los secuestradores del AN-2 no son perseguidos por nadie, y hasta un funcionario norteamericano, que pidió su anonimato, acaba de decir que el Presidente debe haberse equivocado en su declaración, porque los diplomáticos de la SINA, en La Habana, no han encontrado un solo caso de persona repatriada que haya sido perseguida por las autoridades de la Isla.

Es absurdo, expresó Barredo, que a partir del 11 de septiembre el Gobierno norteamericano hiciera una inversión de 500 millones de dólares para reforzar la seguridad aérea y autorizara a dos generales a derribar naves comerciales, al tiempo que permite que secuestradores cubanos burlen su escudo antiterrorista y vuelen a Miami en un avión robado: esa política, sin dudas, continúa estimulando la piratería aérea y el terrorismo.

Al resumir esta nueva maniobra anticubana, Randy afirmó que un hecho así solo es posible con el amparo y complicidad del Gobierno de los EE.UU., aislado en su política agresiva contra Cuba, repudiado en la Asamblea General de las Naciones Unidas por 173 países, por su criminal bloqueo contra nuestro pueblo, y cuestionado por la opinión pública norteamericana por su irracional política.

La mafia terrorista anticubana y el Gobierno de EE.UU., sentenció, se aferran a la Ley asesina de Ajuste como arma política contra la Revolución y como manera de justificar sus agresiones contra nuestro pueblo.

saludos revolucionarios

anelita