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General: TROPAS CUBANAS EN VENEZUELA.
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De: Galo760 (Mensagem original) |
Enviado: 30/09/2003 01:47 |
PERIODISTA VENEZOLANA DENUNCIA ARRIBO DE TROPAS CUBANAS A VENEZUELA
Se trataría de unos 1,700 efectivos bajo el comando de los Generales cubanos Wilfredo Rodríguez y Julio Casas Regueiro
La periodista Patricia Poleo (El Nuevo País) denunció la llegada de 1.700 soldados del Ejército regular Cubano, comandados por los Generales Wilfredo Rodríguez y Julio Casas Regueiro, quienes fueron introducidos a nuestro país en aviones Hércules de las FUERZAS AEREAS VENEZOLANAS. Patricia asegura que dos de esos aviones aterrizaron en Maracaibo la pasada noche del día miércoles mientras que otros dos (2) identificados con las siglas AV-109 y AV-203, aterrizaron en la pista de VENEPAL. Estos aviones fueron escoltados por dos helicópteros Super Puma. La toma de la empresa VENEPAL fue denunciada por la ALIANZA MILITAR POR VENEZUELA como estratégica para el terrorismo internacional y su incursión en la región continental. La denuncia de Patricia Poleo confirma que el Gobierno, utilizando a sus Comisarios Políticos, diputada Iris Varela y Gral./Brig. (GN) Acosta Carlés, se apoderó de Venepal, a través de una mal llamada "asamblea de trabajadores" constituida por 300 obreros despedidos de la empresa, que aparentemente no aceptaron la liquidación acordada por las partes en conflicto. Esto, por supuesto, no fue más que una cortina de humo para cubrir las verdaderas intenciones del régimen que no eran otras que establecer una cabeza de playa en la región central del país para, desde esa estratégica posición, continuar con la invasión de nuestro país y penetrar el resto de la América del Sur y reforzar su área de influencia en el Caribe y Centroamérica. El gobierno comunista de Cuba fue el gran proveedor de materia prima de Venepal quien está al borde de la quiebra por la negativa del régimen de suministrarle las divisas oportunamente. El régimen Fidelista se beneficiaba de las divisas venezolanas a través de Venepal sirviendo de intermediario del bagazo de caña y de fibras adquiridas en Puerto Rico y otras Islas del Caribe. A pesar de que un tribunal ordenó el desalojo de los trabajadores, el régimen ha mantenido a los tomistas ilegales y no dudamos que las tropas cubanas estén utilizando las facilidades que tiene el campamento VENEPAL para albergar a más de 3500 hombres. El Gral. Julio Casas Regueiro, es Viceministro Primero del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas y veterano de Angola. Se trata de un hombre muy peligroso, del cual enviamos foto anexo para facilitar el deber ciudadano de capturarlo a toda costa para detenerlo y obligarlo a que explique el motivo por el cual se encuentra en nuestro país al mando de tropas cubanas de ocupación de nuestro territorio. Hay que someterlo y juzgarlo de acuerdo a las leyes internacionales que rigen la materia de los prisioneros de guerra.
Caracas El Nuevo País Venezuela
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De: Maiko668 |
Enviado: 02/10/2003 01:59 |
Si sin tropelaje,Venezuela ha sido invadida,por tropas cubanas,pero que raro que en vez de repudiarlas,todos se sientan feliz?que distinto a las invasiones de tu amo Bushito,verdad,las tropas cubana no van a matar,van a salvar vidas,las tropas cubanas,no van a robarse el patrimonio nacional,van alfabetizar a miles de seres humanos,que hasta ahora,fueron olvidados,por miles de gobiernos.y para que te enteres,otra invacion similar va para Mexico.que te parece? atte maiko66  |
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De: Galo760 |
Enviado: 03/10/2003 11:59 |
Los últimos internacionalistas Militares, maestros, médicos… comisarios: Un entramado castrista de violencia y expansión. por YAMILA RODRíGUEZ EDUARTE, Caracas Pretender que el internacionalismo forma parte de los genes de la nación cubana es una de las tantas mentiras del régimen de Fidel Castro. Lo cierto es que el deseo insaciable de un hombre de trascender los límites de su isla, le ha impuesto duras misiones en tierras ajenas, a medio millón de cubanos. Los muertos dejados atrás nunca han sido suficientes para que Castro diga basta. La última aventura internacionalista del viejo comandante tiene lugar en Venezuela. Nadie sabe cómo terminará esta misión.
Venezuela: De mañana, médico; de tarde, propagandista. Desde los primeros años del triunfo revolucionario, Castro llegó a la conclusión de que la Isla era demasiado pequeña para sus ambiciones de convertirse en un líder mundial. Por ello se dedicó a exportar su revolución a lejanas tierras; así su nombre resonaría en extrañas lenguas. Deseoso de poner en práctica su sueño, el entonces joven comandante les comunicó a los cubanos su deseo de ayudar a otros países. Fue en octubre de 1962, cuando la inauguración del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón. Dicho y hecho. El 23 de mayo de 1963 partió hacia Argelia el primer contingente de médicos cubanos.
El ego de Fidel Castro aumentó notablemente luego de un recorrido que hiciera por 10 países de África y del extinto bloque comunista, en 1972. Ese mismo año, en el acto del 26 de julio celebrado en La Habana, el comandante dijo: "Nosotros somos una bandera, y esa bandera no es una bandera nacionalista: ¡Es una bandera internacionalista!".
Como las palabras se las lleva el viento, era aconsejable dejar escritas las pretensiones internacionalistas. Qué mejor oportunidad que la promulgación de la Constitución de 1976. En el Preámbulo quedó claro que la revolución se apoyaba en el internacionalismo proletario, dada la vocación internacionalista del pueblo cubano. En honor a la verdad histórica, sólo había dos figuras importantes que hicieron del internacionalismo su proyecto de vida: Pablo de la Torriente Brau y el Che Guevara, que ni siquiera era cubano de nacimiento.
Llegaron años de gloria para el gobernante de una pequeña isla. Bajo el manto del internacionalismo proletario, Castro se metió de lleno en conflictos protagonizados por las superpotencias de la guerra fría. Cuba ponía los hombres y la Unión Soviética su poderoso arsenal de combate. Angola y Etiopía, entre otros países, fueron escenarios de batallas como nunca las hubo en la Sierra Maestra.
Alrededor de 50.000 soldados cubanos lucharon en Angola. En 1991, cuando las últimas tropas se retiraron del territorio africano, atrás quedó un rastro de combatientes muertos, cuyos cuerpos tardaron en llegar a la Isla. Esto casó mucho dolor a numerosas familias cubanas. Años después, muchos se preguntan de qué sirvió pelear en esa absurda guerra, en la que costaba trabajo distinguir los buenos de los malos.
Esta misión fue especialmente difícil para los muchachos del Servicio Militar. Apenas con 18 años eran enviados a pelear por una causa que no entendían, o compartían. Algunos murieron sin saber por qué debían hacerlo. La filosofía del internacionalismo, impuesto de manera obligatoria, siempre fue difícil de comprender.
Angola es un doloroso pasaje de la revolución cubana que no ha sido diseccionado como se merece. Todavía quedan muchas historias oscuras, y cuentas que no han sido saldadas. Resulta increíble que alguien que se presume inteligente pueda justificar esta aventura absurda, tal como lo hizo el investigador Fernando Martínez Heredia, en la ponencia Sociedad, transición y socialismo en Cuba.
De acuerdo con el autor, el internacionalismo en Cuba se convirtió en una conducta, y en una conducta masiva. "El internacionalismo cubano en Angola fue independiente, como lo ha sido el internacionalismo cubano siempre... Esto quiere decir que 2.100 murieron en Angola y no podían devolver sus cadáveres a Cuba, a sus familias, porque no había dinero para traerlos. Sólo pudieron venir después, en pequeñas cajitas".
Muy pocos en la Isla se han atrevido a criticar el internacionalismo, asumido como política de Estado. En 1997, el Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna circuló, clandestinamente, el texto llamado La Patria es de todos, en el cual se realizaba un análisis crítico del Proyecto-documento del V Congreso del Partido Comunista de Cuba.
Los firmantes, Félix Bonne Carcassés, René Gómez Manzano, Vladimiro Roca y Martha Beatriz Roque, denunciaban en una parte del texto disidente que "en nombre de la unidad se regaló un central en Nicaragua, se construyó un aeropuerto en Granada y, con el manto del llamado 'Internacionalismo Proletario', se enviaron tropas a matar y a morir en diferentes países (…) Por cierto, que en el documento se elude de pasada estas 'misiones', para no aclarar qué se obtuvo de todo aquel esfuerzo baldío, luto, dolor y enfermedades exóticas, entre otras cosas. Por sólo citar dos países, Angola y Etiopía, dejaron atrás un alto número de muertes de compatriotas, en aquellas tierras extrañas".
Como es de sobra conocido, el texto trasgresor les costó la libertad a los cuatro firmantes.
Médicos, maestros…y comisarios
Con el fin de la guerra fría, el comandante cubano se vio obligado a guardar los soldaditos de plomo en sus cajas. Ya no había quien financiera las campañas militares en el extranjero, en nombre del internacionalismo proletario. Para Castro debió ser muy duro verse reducido a su isla. Pero su suerte cambió con la llegada al poder de Hugo Chávez en Venezuela, en diciembre de 1998.
El anciano comandante había puesto sus ojos en el líder bolivariano desde 1992, cuando intentó dar un golpe de Estado al presidente constitucional. Su olfato de zorro viejo le decía a Castro que alguien así resultaría de mucha ayuda. Y no se equivocó.
A los pocos días de Chávez juramentarse como presidente, ya estaba Castro dando su primer discurso sobre el internacionalismo en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela. En esa ocasión, el dictador relató que cuando Nicaragua solicitó 1.000 maestros, "pedimos voluntarios y se ofrecieron 30.000, y cuando las bandas de la guerra sucia contra los sandinistas, organizadas y suministradas por Estados Unidos, asesinaron a algunos de nuestros maestros, entonces se ofrecieron 100.000".
Remarcó la idea de que el internacionalismo proletario era consustancial a los cubanos. "Por eso hablo de ideas, por eso hablo de conciencia, por eso creo en el hombre... se demostró que la conciencia y la idea de la solidaridad y del internacionalismo pueden llegar a ser masivas".
En octubre de 2000 quedó oficializado un convenio integral de cooperación entre La Habana y Caracas, mediante el cual el gobierno cubano enviaría médicos, maestros, asesores y entrenadores deportivos, a cambio de 53.000 barriles diarios de petróleo. Tremendo negocio hizo el gobernante cubano: ni con los soviéticos tuvo que entregar tan poco para pagar el combustible que le suministraban puntualmente.
Fidel Castro encontró en Chávez un discípulo esforzado y atento a todos sus desvaríos. El líder bolivariano le dio la posibilidad a su mentor de salir de la estrecha isla, y ayudarlo a gobernar, mejor dicho a desgobernar, un emporio petrolero. La injerencia del Comandante en Jefe en los asuntos venezolanos ha sido de tal magnitud, que le ha ganado una mayoritaria oposición a su ahijado político.
Muchos han sido los proyectos emprendidos por la revolución bolivariana, bajo la dirección cubana. Uno de los más criticados por la oposición es el Plan Barrio Adentro, mediante el cual más de 1.000 médicos isleños prestan servicios en barrios marginales de Caracas. La preocupación de los venezolanos no estriba en que presten servicios de salud, sino en el "trabajo social" que están desempeñando en las comunidades.
Para los sectores opositores, estos médicos no vienen a curar, sino a adoctrinar. La duda radica en que los profesionales de la salud sólo dan consultas por las mañanas, en las casas de salud habilitadas por el gobierno. El resto de la jornada es empleada en visitar a los vecinos, como hacen los médicos de la familia en Cuba. El problema está en que en esos sitios vive gente humilde, con muy poca instrucción, que pudieran ser fácilmente manipulados por el personal cubano, en caso de que realizaran proselitismo político.
El canciller Felipe Pérez Roque es un promotor entusiasta del Plan Barrio Adentro. En una reciente visita a Venezuela se mostró muy interesado por la marcha de un proyecto que comprende la edificación de siete clínicas populares, algunas de las cuales comenzarán a funcionar, antes de que termine este año.
No poco ha aprendido Pérez Roque de su jefe. En un discurso dijo que "ningún cubano debe sentir que pierde algo porque se desprende de lo que tiene y escucha que le hemos donado un hospital, o que servimos a los venezolanos con nuestros conocimientos. No olvidamos que Chávez y su pueblo han sido con Cuba todo lo generosos que pueden ser. A pocos meses de llegar a la presidencia, Chávez anunció que le quería vender petróleo a Cuba… Venezuela ha sido solidaria exigiendo el fin del bloqueo y votando a favor de Cuba, con total independencia, en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra".
Paralelo al Plan Barrio Adentro, se lleva a cabo la Misión Robinsón, que tiene como finalidad alfabetizar a más de un millón de venezolanos. Muchos se preguntan de dónde Chávez habrá sacado tantos iletrados, porque la tasa de alfabetización del país es muy alta. Si uno escucha a los dirigentes cubanos hablar con tanto entusiasmo del proyecto, no le queda más remedio que tomar en cuenta las críticas que hace la oposición.
De acuerdo con Javier Labrada, miembro del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, "la Misión Robinsón —con el objetivo de alfabetizar a un millón de iletrados en la primera etapa— ha consolidado la organización social de la gente, que ahora defiende como nunca a su revolución".
Estos discursos son los que preocupan a la mayoría de los que viven aquí. Acrecienta el temor de que los cubanos estén desempeñándose como comisarios políticos en las zonas marginales. De ser cierto, ¿cuáles serían las instrucciones que pudieran estar recibiendo los humildes pobladores de los barrios?
Lo más grave sería que se estuviera alentando el enfrentamiento violento entre venezolanos con el fin de impedir que Chávez sea desalojado de Miraflores, a través de una consulta popular. Pese a los temores, la sociedad civil sigue con tenacidad de hormiga labrando el camino del referéndum revocatorio, la única salida pacífica al conflicto que divide a Venezuela.
Si todo termina en paz, como quiere la mayoría de los venezolanos, los cubanos podrían regresar a la Isla, sin un internacionalista más sepultado en tierra ajena. Al final deberían saber que ninguna de las campañas guerreras emprendidas por Fidel Castro sirvió de nada, o de casi nada, como dice la canción. URL http://www.cubaencuentro.com/sociedad/20031002/d3bb45326c5f0e3d8539061bfe7c1a04.html
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De: Galileo8190 |
Enviado: 03/10/2003 11:59 |
que rrespuesta mas logica que diferencia mas grande con rrespecto alas imbaciones de ambos paises mientras uno rroba mata y somete alos pueblos a la esclabitud el otro los saca de esa esclabitud e imnorancia pobresa desnutricion analfabetismo sometido por los que an esclabisado a venezuela por decadas rrobandole el patrimonio a los venezolanos por eso demoles gracias a las tropas cubanas en venezuela que manden mas soldados para liverar de una vez por todas a ese querido pueblo hermano viva chaves y su plitica hasta la victoria siempre galileo
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