Un alto funcionario de Estados Unidos y varios expertos en salud pública advirtieron ayer de la urgente necesidad de planear para la posible crisis de refugiados y la situación de escasez en Cuba cuando termine el gobierno de Castro.
''Existen verdaderas posibilidades de una emergencia complicada'', incluyendo ''una migración caótica'', dijo Andrew Natsios, administrador de la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (AID), en una conferencia sobre el futuro de Cuba.
Los altos funcionarios del gobierno de Bush a cargo de asuntos cubanos dijeron en la conferencia que una comisión de varias agencias que ha estudiado el modo de abreviar la transición a una Cuba libre y llevar ayuda a la isla le entregará su informe al presidente Bush el 1ro de mayo.
''Es cada vez más urgente planificar para eso'', dijo el subsecretario de Estado Roger Noriega. Otto Reich, el enviado especial de la Casa Blanca, dijo que una rápida ayuda ``ayudaría al pueblo cubano a ver que el futuro será mejor que el pasado''.
Dos expertos en salubridad, Richard Garfield y Frederick Burkle, dijeron que el sistema de salubridad de Cuba, supuestamente uno de los mejores de Latinoamérica, también es frágil, carece de medicinas esenciales y sería vulnerable en un estado de inestabilidad política.
''A pesar de que en Cuba ha habido grandes logros en materia de salud, la infraestructura de higiene, sanidad y salud pública se está deteriorando'', dijo Burkle, un científico de la Universidad Johns Hopkins que estudia crisis de refugiados.
En la conferencia, patrocinada por el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami, se reunieron académicos, especialistas y promotores de ayuda. El instituto recibe muchos fondos de AID.
Hace cuatro años, antes de hacerse cargo de AID, Natsios escribió un informe sobre cómo prever una crisis humanitaria en Cuba, y subrayó la necesidad de que participen agencias no gubernamentales y organizaciones caritativas cubanoamericanas en cualquier esfuerzo de asistencia.
Pero planificar para una crisis en Cuba plantea muchas dificultades. Mientras el gobierno de Castro esté en el poder, la Ley Helms-Burton limita las formas en que los funcionarios de EEUU pueden lidiar con Cuba.
Y una vez que el gobierno comunista se acabe o comience a cambiar, los expertos no saben si el cambio será pacífico, caótico o violento. Nadie sabe si un gobierno poscastrista aceptará la ayuda de EEUU.
''El Presidente quiere que estemos preparados para todas las necesidades en Cuba'', dijo Adolfo Franco, administrador adjunto de AID. ``No queremos repetir errores''.