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Reply  Message 1 of 37 on the subject 
From: mfelix28  (Original message) Sent: 19/04/2005 18:09
Ratzinger es el nuevo Papa, Benedicto XVI

El cardenal alemán Josef Ratzinger es el nuevo Papa (Archivo)

AGENCIA EFE
Ciudad del Vaticano, 19 abr (EFE) - El nuevo Papa es el cardenal alemán Joseph Ratzinger, de 78 años, y ha adoptado el nombre de Benedicto XVI, anunció el primer cardenal de los diáconos (el Protodiácono), el chileno Jorge Arturo Medina Estévez.
 
Ciudad del Vaticano, 19 abr (EFE) - Los 115 cardenales reunidos en cónclave en la Capilla Sixtina del Vaticano eligieron hoy nuevo Papa, el 265 de la historia de la Iglesia, y ha sido anunciado al mundo con la tradicional fumata blanca y por primera vez en la historia con el repique de campanas.
La elección del sucesor de Juan Pablo II se ha producido en la cuarta votación, en el segundo día de Cónclave.
La fumata blanca salió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 17.50 horas local (15.50 GMT).
Un cuarto de hora más tarde comenzaron a repicar las campanas de la basílica de San Pedro, señal también, según había advertido el Vaticano antes del cónclave, de que había sido elegido nuevo Papa.
El objetivo era que no ocurriera como en 1978 cuando fue elegido Juan Pablo I, cuando el humo salido por la chimenea anunciando la fumata blanca fue de tonalidades grises, desconcertando a miles de fieles.
Tras la fumata, el nombre del 265 Pontífice de la historia de la Iglesia se dará a conocer en unos 45 minutos, cuando el cardenal protodiácono de la Iglesia de Roma, el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, lo anuncie a la ciudad de Roma y al mundo entero.


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Reply  Message 8 of 37 on the subject 
From: mfelix28 Sent: 19/04/2005 22:43
Ahora me doy cuenta de esto:
Pero insultos y acusaciones gratuitas, no. Y si son un chiste, menos aún; maldita la gracia.
 
Si no tienes datos, te has pasado por un centenar de pueblos.
 
Es propio de chekistas -¿sabes?- infamar a  los conservadores con la etiqueta calumniosa de fascistas.
 
Es propio de nazis de izquierdas.
 
Claro que los nazis...ya sabes: NACIONAL....SOCIALISMO
 
Saludos (civiles, por supuesto; ni puños ni brazos en alto, que se parecen demasiado
 
 
Y me pregunto que si la moda de leer solo lo que me dicen que lea, no habrá llegado tambien a España desde Miami,.
¡Es tan facil ir a Google y poner "Ratzinger"! 
Incluso más que escribir toda es pila de tonterías que pusiste, otra vez, Manuel A. te contienes un poco y buscas por ti mismo, pero no sigas por este camino de sacra concluiones insultantes de suposiciones.
 
Saludos

Reply  Message 9 of 37 on the subject 
From: mfelix28 Sent: 19/04/2005 23:21
Mira:
Resultados 1 - 10 de aproximadamente 59,600 de Ratzinger Nazi. (0.06 segundos)

Reply  Message 10 of 37 on the subject 
From: mfelix28 Sent: 19/04/2005 23:21
No, "Zinger" en alemán es "gitano", al pie de la letra, ahora que caigo en el detalle, su nombre, Ratzinger,  significa " rata gitana" y acuerdate que la profecía de Malaquías decía que este Papa sería el de "La Gloria del Olivo" y los gitanos tienen la piel aceitunada ( olive oiled skin).
No te rías mucho que los nombres en alemán traducidos tienen significados a veces cómicos, el Beethoven significa "campo de remolachas" , Einstein significa " Una Piedra ".
Me da que no va a dimitir, pero que va a originar problemas en la Iglesia.
 
Saludos
 
 

Reply  Message 11 of 37 on the subject 
From: 02ManuelA Sent: 20/04/2005 01:35
Manuel, yo sólo veo, después de mirar todo lo que he tenido tiempo, que incluso en las páginas más furibundas, los únicos HECHOS que aparecen es que perteneció a las juventudes hitlerianas cuando tenía ¡¡¡DOCE AÑOS!!!, que fue movilizado y que desertó, volviendo al seminario. Todo lo demás son especulaciones y ataques personales tan virulentos como huérfanos de base sólida, por sus posiciones conservadoras. 
 
Si aquí en España descalificáramos a las personas por haber pertenecido a la OJE
-versión española de las juventudes fascistas- a tan tierna edad, y bastante más grandecitos, tu admirado Felipe González sería otra rata fascista, jamás aceptable como presidente democrático. ¿Sí o no? Y habría que preguntarle también los motivos; si lo hizo a la fuerza, a instancias de su papá franquista o para tener un sitio donde jugar gratis al ping-pong con los amiguetes, o porque ya despuntaba ambiciones políticas. Para no hablar de Polanco y Cebrián, que menudos gimnastas estaban hechos levantando el brazo.
 
Y el colmo ya, es descalificar a Ratzinger por haber sido movilizado como soldado en la 2ª Guerra Mundial. Eso sí que es cojonudo, manda huebos;  por esa regla de tres, todos los alemanes sanos de su edad serían nazis militantes. Incluídos la mayor parte de los comunistas de la posterior DDR, con muchos de sus líderes a la cabeza.
 
La vieja táctica infame, sucia y tramposa -goebbelsiana- del comunismo es querer hacer pasar por fascismo al conservadurismo. Para ello, todo vale.
 
Pues no. El fascismo, el nazismo, es precísamente aplicar esos cobardes métodos de propaganda genuinamente goebbelsiana contra el adversario ideológico. Desnaturalizar y encanallar así la lucha ideológica, arrastrándola a las cloacas.
 
Ratzinger es una persona sumamente conservadora, de acuerdo. Yo no soy católico, por una parte, y, por la otra, tampoco estoy de acuerdo, en absoluto, pero que nada, con su conservadurismo a ultranza en el terreno de la moral sexual. ¿Por qué lo defiendo entonces? Porque no soy nazi, precísamente. Y defendería a mi peor enemigo contra esos métodos bajos y abyectos de lucha ideológica en las alcantarillas. Eso sí que es de ratas, cíngaras o arias.
 
La forma de combatirlo son ARGUMENTOS, no souflées de mierda. Cuando los lea, a lo mejor añado los míos, en lugar de defenderlo.
 
En este sentido, como yo hay muchos. No soy ningún bicho raro, por fortuna. No te quepa duda.
 
Saludos.

Reply  Message 12 of 37 on the subject 
From: cruzylovesmirkgurl83 Sent: 20/04/2005 03:11
Juventudes Hitlerianas  y los Pioneros a mi me suenan igual. Unos son de derecha y los otros son de izquierda.  Pero lo dos Hitler y Fidel saben que si cojen a la juventud temprano, se les puede mordiar la politica y les puede meter lo que tu quieras.  Hasta moriran por el.  Tu diras que no por Fidel, pero mirate tu a ti y a los demas aqui, y quienes no lo defenderian hasta la muerte......... Porque en verdad cuando el empeso diciendo Patria o Muerte, el se cree que el es la Patria y que tu moriras por la patria........................ La empesaron con "Que morir por la Patria es vivir", cual siempre me a rascado la cabeza y me a sonado bien extraño.  Porque como es que uno puede morir y seguir vivo................... Si, me supongo que te llamaran martir.  Y figurate el fanatismo que esa idea a creado. Es muy famosa por los terroristas mulsumanos.  Morir en el Yijad, es llegar al cielo y tener miles de Virgenes a tu disposicion (o algo asi)
 
Felix, tu llegastes a ser pionerito? o tu tan solo eres como el socio de las Brigadas Maceo?
 
Congregación para la doctrina de la fe -antes Inquisición-,
 
Esto es lo que siempre me a herizado. Yo hubiera pensado que la institucion de la Inquisicion la hubiera deshecha. Y no estoy seguro que no lo fue, y esto es lo que la gente lo identifica  ...........................  Yo pense que la Inquisicion fue cerrada como institucion y si no fue cerrada cuando fue que le cambiaron el nombre?
 
Los Pioneros no son obligatorio, o por lo menos existe un precion en las escuelas por otros estudiantes o maestros para hacer seguro que todo los niños sean Pioneritos ....................... porque yo me acuerdo lo que quiere decir Trabajo Voluntario.................. Si voluntario pero si no lo hacias ya te estavan jodiendo la existencia y eso es MAS que menos lo mismo.
 
Y me pregunto que si la moda de leer solo lo que me dicen que lea, no habrá llegado tambien a España desde Miami,.
 
Pero no asere pero tu tienes la tendencia a  decir esta tonteria por lo menos una vez al dia. Y te digo que  si que jode y me roza un huevo a la misma vez. Y  Primero  nadie te a dicho que no pongas nada, el solo te dijo que no pongas datos inexactos. Y por mi vista tu tienes la tendencia a hacer eso. Pensar que una opinion en un periodiquito izquierdista tiene mas valides que la misma cosa arrevez en un periodico culquiera.
 
Incluso más que escribir toda es pila de tonterías que pusiste, otra vez, Manuel A. te contienes un poco y buscas por ti mismo, pero no sigas por este camino de sacra concluiones insultantes de suposiciones.
 
Yo no se quien lo empeso y no me interesa.  El problema es que esa clase de atitude tiene la tendencia a crear epidemias de tonterias, comemierderias y hasta hijodeputadas, y yo no consco a nadie que esta aqui que no lo a hecho. Asi Que?!?!?! tenemos la tendencia de tirar la piedra y esconder la mano y despues decir que tu lo haces pero no yo.............................. Y la mas grande es que tu lo sabes yo lo se y no hay manera de esconderlo porque todos estamos aqui mirado la misma cosa....................... Han avido veces que me e separado de aqui, prque me tiene hasta la corronilla y prefiero ir tomar un break y seguir y no volver. Pero ay algo que tiene entre las comemierderia que vale la pena de vez encuando .............. y no le heches tan solo la culpa al Masein, porque tu tanbien le hechas leña al fuego.
 
No, "Zinger" en alemán es "gitano", al pie de la letra, ahora que caigo en el detalle, su nombre, Ratzinger,  significa " rata gitana" y acuerdate que la profecía de Malaquías decía que este Papa sería el de "La Gloria del Olivo" y los gitanos tienen la piel aceitunada ( olive oiled skin).
 
Gitano, Ahora si que la pusistes en China......................... Ya horita alguien tanbien saldra que si el Ratzienger es el de la Gloria de los Olivos, quire decir que el hombre es comunista y Castrita porque en el corazon es Verde Olivo. ................. ey, yo tengo el derecho a tener la imginacion que me an dado.

Reply  Message 13 of 37 on the subject 
From: 02ManuelA Sent: 20/04/2005 04:47
Cruz, habrá que recordar las oraciones que nos enseñaban las mamás y rezar para que tu interpretación de la Gloria del Olivo no sea la correcta.
 
No te falta razón en cuanto a cómo se montan altercados de mierda, en vez de dialogar como es debido. Por mi parte voy a intentar reconducir la cosa en este tema. He encontrado en el Google una conferencia de Ratzinger. Larguísima; hay que leerla a plazos y aprovechando momentos en los que no hay nada más apetecible que hacer. Pero bueno, deja claro, yo creo, que el señor Papa Benedicto XVI será carca hasta decir basta, sí, pero también un cerebro como hay pocos. A ver quién se la come toda y se atreve a entrarle a matar, vale, pero con argumentos y no con mierdas.
 
Ahí va la primera entrega, que no cabe toda.
 
 
Artículos sobre ateísmo y agnosticismo

Joseph Ratzinger, "Europa, política y religión", Berlín, 28.XI.00

>> Los fundamentos espirituales de la cultura europea de ayer, hoy y mañana. Berlín, 28.XI.00

La Declaración de Derechos Fundamentales, aprobada el año pasado por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, revela el deseo de dar un fundamento de valores comunes a la Europa unida. ¿Hasta qué punto es apropiada para dotar de un núcleo espiritual común al cuerpo económico de Europa? Esto es lo que planteaba el Cardenal Joseph Ratzinger en una conferencia pronunciada el pasado 28 de noviembre en Berlín, cuyo texto íntegro ha sido publicado en español por Nueva Revista (enero-febrero 2001) (1).

Europa... ¿qué es en realidad Europa? Esa pregunta fue planteada con énfasis una y otra vez por el cardenal Glemp en uno de los grupos lingüísticos del Sínodo romano de los obispos europeos: ¿dónde comienza, dónde termina Europa? ¿Por qué, por ejemplo, Siberia no pertenece a Europa, aunque está predominantemente habitada por europeos, que viven y piensan de manera claramente europea? ¿Dónde es pierde Europa por el Sur de la comunidad de Estados rusos? ¿Por dónde discurre su frontera asiática? ¿Qué islas son Europa, cuáles no, y por qué? En esas conversaciones se puso de manifiesto que Europa sólo de forma secundaria es un concepto geográfico: Europa no es un continente geográficamente aprehensible con claridad, sino un concepto cultural e histórico.


EL NACIMIENTO DE EUROPA

Esto se manifiesta con toda evidencia cuando tratamos de remontarnos a los orígenes de Europa. Al hablar de origen de Europa es costumbre remitirse a Heródoto (aprox. 484-425 a. de C.), probablemente el primero en dar cuenta de Europa como concepto geográfico, que la define así: «Los persas consideran Asia con sus pueblos como país. Europa y el país de los griegos, dicen, está completamente fuera de sus fronteras». No se indican las fronteras propias de Europa, pero está claro que el núcleo de la Europa actual está completamente fuera del campo de visión del historiador clásico. De hecho, con la formación de los Estados helenos y del Imperio Romano, se había constituido un «continente» que se convirtió en la base de la ulterior Europa, pero que tenía unas fronteras enteramente distintas. Se trataba de los países que circundaban el Mar Mediterráneo, que configuraban un verdadero «continente» por su vinculación cultural, por la circulación de personas y el comercio y por un sistema político común. Sólo las victoriosas campañas del Islam trazaron, por primera vez, en el siglo VII y comienzos del VIII, una frontera a través del Mediterráneo. Lo partieron, por así decir, por la mitad, de modo que lo que hasta entonces había sido un continente se dividió ahora en tres: Asia, África y Europa.

En Oriente, la reestructuración del mundo antiguo se llevó a cabo con mayor lentitud que en Occidente, El Imperio Romano, con capital en Constantinopla, se mantuvo allí –aunque cada vez retrocediendo más– hasta entrado el siglo XV. Mientras, alrededor del año 700 la parte sur del Mediterráneo quedó separada definitivamente de su anterior continente cultural, al mismo tiempo que se llevaba a cabo una creciente expansión hacia el Norte. El limes, que hasta ahora había sido una frontera continental, desaparece y se abre a un nuevo espacio histórico que ahora abarca las Galias, Germania y Britania como su auténtico núcleo y se extiende a ojos vistas hacia Escandinavia.


EL IMPERIO DE CARLOMAGNO

En este proceso de desplazamiento de fronteras, la continuidad ideal con el anterior continente mediterráneo se vio garantizada por una construcción histórico-teológica. Enlazando con el Libro de Daniel, se consideró que mediante la fe cristiana el Imperio Romano se renovaba y se convertía en el último y permanente imperio de la Historia Universal y definió el conjunto de pueblos y Estados que se estaba formando como el permanente Sacrum Imperium Romanum. Este proceso de nueva identificación histórica y cultural se llevó a cabo con plena conciencia bajo Carlomagno, y aquí emerge la vieja palabra Europa, con un significado transformado. Ahora este vocablo se utiliza como denominación para el imperio de Carlomagno, y expresa a un tiempo la conciencia de la continuidad y de la novedad, con las que el nuevo conglomerado de Estados se identifica en tanto que verdadera fuerza de futuro: de futuro, precisamente porque se entiende anclado en la continuidad de la Historia anterior y, en última instancia, siempre permanente. En la comprensión de sí mismo que así se forma se expresa tanto la conciencia de algo definitivo como la de una misión.

Ciertamente, tras el final del Imperio Carolingio el concepto de Europa vuelve a desaparecer, y sólo se conserva en el lenguaje de los eruditos; tan sólo a principios de la Edad Moderna –probablemente en relación con el peligro turco, como forma de autoidentificación– pasará a la lengua popular, para imponerse con carácter general en el siglo XVIII. Con independencia de este recorrido etimológico, la constitución del imperio franco, como el nunca desaparecido y entonces vuelto a nacer Imperio Romano, significó el paso decisivo hacia lo que hoy entendemos cuando hablamos de Europa.


EL IMPERIO DE BIZANCIO

Ciertamente, no debemos olvidar que hay una segunda raíz de Europa, una Europa que no es la del Oeste, que no es la Europa occidental. En Bizancio, el Imperio Romano, como ya se ha dicho, había resistido las tempestades de las invasiones bárbaras y la invasión islámica. Bizancio se entendía a sí mismo como la auténtica Roma; de hecho aquí el Imperio no había sucumbido, por lo que también se mantenían sus pretensiones sobre la mitad occidental del mismo. También este Imperio Romano de Oriente se extendió hacia el Norte, hacia el mundo eslavo, y creó un mundo propio, greco-romano, que se distingue de la Europa latina de Occidente por poseer otra liturgia, otra constitución eclesiástica, otra escritura y por haber renunciado al latín como lengua común de cultura.

Hay, sin duda, bastantes elementos de cohesión que podrían hacer de los dos mundos un continente común. En primer lugar, la herencia común de la Biblia y de la Iglesia antigua, que, por lo demás, en ambos mundos se remite a un origen que está fuera de Europa, en Palestina, Además, la idea común de imperio, la concepción básicamente común de la Iglesia y, por tanto, también la comunidad de concepciones jurídicas e instrumentos legales fundamentales. Finalmente, habría que mencionar el monacato que, en medio de las grandes conmociones de la Historia, siguió siendo soporte esencial no sólo de la continuidad cultural, sino sobre todo de los valores religiosos y morales básicos de la orientación última de la vida del hombre, y que como fuerza prepolítica y suprapolítica, se convirtió también en vehículo de los renacimientos que una y otra vez se hicieron necesarios.


EL PODER POLÍTICO Y EL ESPIRITUAL

Entre ambas Europas hay sin embargo una profunda diferencia, sobre cuya importancia ha llamado la atención Endre Von Ivanka. En Bizancio, el Imperio y la Iglesia aparecen casi identificados entre sí; el Emperador es también la cabeza de la Iglesia. Se considera vicario de Cristo, y enlazando con la figura de Melquisedec, que era rey y sacerdote a un tiempo (Gen. 14, 18), ostenta desde el siglo VI el título oficial de «rey y sacerdote».

Como, por su parte, el Imperio, desde Constantino, había abandonado Roma, en la antigua capital imperial pudo desplegarse la independencia del obispo romano como sucesor de Pedro y cabeza de la Iglesia. Desde el principio de la era constantiniana, en Roma se enseñó que había una dualidad de poderes. El Emperador y el Papa tienen plenitud de facultades, pero separadas: ninguno de los dos dispone de todas. El papa Gelasio I (492-496), en su famosa carta al emperador Atanasio y aún con más claridad en su cuarto Tratado, frente a la tipología bizantina de Melquisedec, recalcó que la unidad de poderes residía exclusivamente en Cristo. «Debido a las debilidades humanas (¡superbia!), Él mismo separó para los tiempos ulteriores los dos oficios, a fin de que ninguno se creyera superior al otro» (c. 1l). Para las cosas de la vida eterna, los emperadores cristianos necesitan a los sacerdotes (pontífices), y éstos a su vez se atienen a las disposiciones imperiales en lo referente a asuntos temporales. En las cuestiones del mundo, los sacerdotes tienen que obedecer las leyes del emperador instaurado por ordenación divina, mientras que, en las cuestiones divinas, éste tiene que someterse al sacerdote. Con ello se introduce una separación y diferenciación de poderes que alcanzó la mayor importancia para el ulterior desarrollo de Europa y, por así decirlo, sentó las bases de lo específicamente occidental. Pero, dado que en contra de tales delimitaciones se mantuvo viva por ambas partes el ansia de totalidad, permaneció la exigencia de predominio de un poder sobre el otro. Este principio de separación se convirtió también en fuente de infinitos padecimientos. Cómo hay que vivir y organizarse correctamente desde el punto de vista político y el religioso subsiste como un problema fundamental para la Europa de hoy y de mañana.


EL CAMBIO HACIA LA EDAD MODERNA

Si, con todo lo dicho, consideramos como el verdadero nacimiento del «continente» Europa, por una parte, la formación del Imperio Carolingio, y por otra, la pervivencia del Imperio Romano en Bizancio y su misión entre los eslavos, para ambas Europas el principio de la Edad Moderna representa una ruptura que afecta tanto a la esencia del continente como a sus contornos geográficos. En 1493, Constantinopla fue conquistada por los turcos. O. Hiltbrunner comenta al respecto, con laconismo: «Los últimos (...) eruditos emigraron (...) a Italia y proporcionaron a los humanistas del Renacimiento el conocimiento de los originales griegos; pero Oriente se hundió al arruinarse su cultura».

La formulación puede ser un tanto brusca, porque también el imperio otomano tenía su cultura; lo que sí es cierto es que con estos hechos llegó a su fin la cultura greco-cristiana, «europea», de Bizancio. Con ello amenazaba con desaparecer una de las alas de Europa, pero la herencia bizantina no había muerto. Moscú se declaró a sí misma «tercera Roma», constituyó su propio patriarcado basándose en la idea de una segunda translatio imperii y se presentó como una nueva metamorfosis del Sacrum Imperium, como una forma propia de ser Europa y, sin embargo, seguía vinculada a Occidente y se orientaba cada vez más hacia él, hasta que finalmente Pedro el Grande trató de convertirla en un país occidental. Este desplazamiento hacia el Norte de la Europa bizantina trajo consigo que las fronteras del continente se ensancharan entonces también hacia el Este. La fijación del límite de los Urales como frontera es absolutamente arbitrario, pero en cualquier caso el mundo al Este de ellos fue convirtiéndose cada vez más en una especie de patio trasero de Europa; no es Asia ni Europa; pero estaba esencialmente conformado por la personalidad europea aunque sin ser él mismo parte de esa personalidad: era objeto y no titular de su historia. Quizá es eso lo que define la esencia de un status colonial.

Así pues, en lo que respecta a la Europa bizantina, no occidental, a comienzos de la Edad Moderna podemos hablar de un doble proceso. Por una parte, está la extinción del antiguo Bizancio, y de su continuidad histórica respecto al Imperio Romano; por otra, esa segunda Europa obtiene con Moscú un nuevo centro y extiende sus fronteras hacia el Este, para levantar finalmente en Siberia una especie de avanzadilla colonial.


LA EUROPA DE LA REFORMA

Al mismo tiempo, podemos constatar igualmente en Occidente un doble proceso de enorme importancia histórica. Una gran parte del mundo germánico se desgarra de Roma; surge una forma nueva e ilustrada de Cristianismo, de tal forma que, desde ahora, recorre el «Occidente» una línea de separación que constituye también claramente un limes cultural, una frontera entre distintas formas de pensar y actuar. Ciertamente, hay también grietas dentro del mundo protestante, por ejemplo entre luteranos y reformados, a los que se unen metodistas y presbiterianos, mientras la iglesia anglicana trata de construir un camino intermedio entre lo católico y lo protestante, A esto se añade la diferencia entre el Cristianismo con Iglesia de Estado, que se hará característico de Europa, y las iglesias libres que buscan refugio en América del Norte, de las que luego hablaremos.


LA DOBLE EUROPEIZACIÓN DE AMÉRICA

Primero prestaremos atención al segundo proceso que transforma esencialmente en la Edad Moderna la situación de la Europa hasta entonces latina: el descubrimiento de América. A la ampliación de Europa hacia el Este mediante la continua expansión de Rusia hacia Asia, se une la radical ruptura de los límites geográficos de Europa hacia el mundo del otro lado del océano, que ahora recibe el nombre de América. La división de Europa en una mitad latino-católica y otra germánico-protestante se traslada a ese otro continente conquistado por ella. También América se convierte al principio en una Europa ampliada, en «Colonia», pero al mismo tiempo, con la sacudida que sufre Europa a través de la Revolución Francesa, crea su propia personalidad. A partir del siglo XIX, aunque profundamente marcada por su nacimiento europeo, se contrapone a Europa con esa personalidad propia.

Al hacer el intento de reconocer la identidad íntima de Europa mirando a su historia, hemos advertido dos cambios históricos fundamentales: en primer lugar, la sustitución del viejo continente mediterráneo por el continente del Sacrum Imperium, situado más al Norte, en el que desde la época carolingia se constituye «Europa» como mundo latino-occidental. junto a ella, la subsistencia de la antigua Roma en Bizancio, con su expansión hacia el mundo eslavo. Como un segundo momento, hemos observado la caída de Bizancio y el desplazamiento hacia el Norte y el Este de la idea imperial cristiana en un lado de Europa, y en el otro la división interna de Europa en mundo germano-protestante y mundo latino-católico, con una extensión hacia América, a donde se traslada esa división, y que finalmente se constituye con una personalidad histórica propia y enfrentada a Europa. Ahora tenemos que prestar atención a un tercer cambio cuya antorcha más visible fue la Revolución Francesa.

Sin duda, desde la Baja Edad Media el Sacro Imperio estaba en curso de disolución como realidad política y se había hecho cada vez más frágil como hilo conductor de la Historia, pero sólo ahora se rompe también formalmente ese marco espiritual sin el que Europa no habría podido constituirse. Se trata, tanto desde el punto de vista de la política real como desde un punto de vista ideal, de un proceso de notable alcance. Desde el punto de vista ideal, significa que se rechaza la fundamentación sacral de la Historia y de la existencia de los Estados. La Historia ya no echa de menos una idea de Dios que la precede y la conforma; a partir de ahora el Estado se considera algo puramente secular, basado en la racionalidad y en la voluntad de los ciudadanos. Por primera vez en la Historia surge un Estado secular puro, que desecha la acreditación y normatividad divina de la política calificándola de cosmovisión mítica, a la vez que declara a Dios asunto privado, que no pertenece al ámbito público de la voluntad popular. Ésta es considerada únicamente cosa vinculada a la razón, para la que Dios no aparece como claramente reconocible: la religión y la fe en Dios pertenecen al ámbito del sentimiento, no de la razón. Dios y su querer dejan de ser públicamente relevantes.

De esta forma, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, se produce una nueva clase de escisión de la fe, cuya gravedad empezamos a percibir a ojos vistas. En alemán no tiene nombre, porque aquí ha tenido una repercusión más lenta. En las lenguas latinas, se define como una división entre «cristiano» y «laico». En los últimos dos siglos, esa tensión ha causado las naciones latinas una profunda grieta, mientras el Cristianismo protestante logró, más fácilmente al principio, dar cabida en su espacio a las ideas liberales e ilustradas, sin tener que romper el marco de un amplio y básico consenso cristiano.

La cara político-real de la disolución de la vieja idea del Imperio consiste en que, ahora, las naciones que se habían hecho identificables como tales mediante la formación de espacios lingüísticos unitarios, aparecen definitivamente como los verdaderos y únicos sujetos de la Historia, es decir, alcanzan un rango que antes no les correspondía. El explosivo dramatismo de este sujeto de la Historia, ahora plural, acabó en que las grandes naciones europeas se consideraban depositarias de una misión universal que necesariamente tenía que conducir a conflictos entre ellas, conflictos cuya mortal furia hemos experimentado dolorosamente en el siglo que ahora termina.


LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA CULTURA EUROPEA Y SU CRISIS

Finalmente, hay que tener en cuenta otro proceso más con el que la historia de los últimos siglos entra claramente en una nueva fase. Si la vieja Europa premoderna sólo había conocido en sus dos mitades esencialmente un único adversario con el que tenía que enfrentarse a vida o muerte, el mundo islámico, y si la inflexión de la Edad Moderna había traído consigo la expansión hacia América y parte de Asia sin grandes culturas propias, ahora se produce el salto a los dos continentes hasta el momento tan sólo tangencialmente tocados: África y Asia, a los que también se trata de convertir en vástagos de Europa, en «colonias». Esto se ha conseguido en una cierta medida, en cuanto que Asia y África también persiguen el ideal del mundo marcado por la tecnología y el bienestar, de modo que también allí las viejas tradiciones religiosas han entrado en una situación de crisis y los estratos de pensamiento puramente secular dominan cada vez más la vida pública.

Pero también hay una reacción. El renacimiento del Islam no sólo está vinculado a la nueva riqueza material de los países islámicos, sino que está alimentado por la conciencia de que el Islam puede ofrecer un fundamento espiritual sólido para la vida de los pueblos que la vieja Europa parece haber perdido, lo que hace que a pesar de mantener su poder político y económico, se vea condenada cada vez más al retroceso y a la decadencia. También las grandes tradiciones religiosas de Asia, sobre todo sus componentes místicos, expresados en el Budismo, se alzan como fuerzas espirituales frente a una Europa que niega sus fundamentos religiosos y morales.

El optimismo acerca de la victoria de lo europeo que Amold Toynbee aún podía representar a principios de los años sesenta parece hoy curiosamente superado: «De veintiocho culturas que hemos identificado... dieciocho están muertas y nueve de las diez restantes –de hecho, todas excepto la nuestra– muestran signos de estar ya derrumbándose». ¿Quién podría hoy decir una cosa así? Y además... ¿qué es esa cultura «nuestra» que ha quedado? La cultura europea ¿es la civilización de la tecnología y el comercio victoriosamente extendida por el mundo? ¿No ha derivado más bien un resultado poseuropeo como consecuencia del fin de las viejas culturas europeas? Yo descubro en esto una paradójica sincronía: a la victoria del mundo técnicosecular poseuropeo, a la universalización de su modelo de vida y su forma de pensar, va unida, especialmente en los ámbitos estrictamente no europeos de Asia y de Africa, la impresión de que el mundo de valores de Europa, su cultura y su fe, en los que descansaba su identidad, están acabados y en realidad han sido ya abandonados; que ha sonado la hora de los sistemas de valores de otros mundos; de la América precolombina, del Islam, de la mística asiática.En esta hora de su máximo éxito, Europa parece vaciada por dentro, paralizada por una mortal crisis circulatoria, forzada por así decirlo a someterse a trasplantes, que sin embargo tendrán que anular su identidad. A ese morir interno de las fuerzas sustentadoras del espíritu se une que, también desde el punto de vista étnico, Europa parezca en vías de extinción. Hay un extraño desinterés por el futuro. Los niños, que son el futuro, son vistos como una amenaza para el presente; se piensan que nos quitan algo de nuestra vida. Ya no se les percibe como esperanza, sino como límite del presente. Se impone la comparación con el hundimiento del Imperio Romano decadente que aún funcionaba como gran marco histórico, pero que, en la práctica, vivía ya por obra de los que iban a liquidarlo, porque no tenía energía vital en sí mismo.


                                                      SIGUE.


Reply  Message 14 of 37 on the subject 
From: mfelix28 Sent: 20/04/2005 06:23
perteneció a las juventudes hitlerianas cuando tenía ¡¡¡DOCE AÑOS
 
Si te parece se apunta a las juventudes cuando llegue a los 40.
Pero de ahí fue derechito a las fuerzas antiaereas , segun tuvo la edad, luego al ejercito, y luego que si desertó que si no, llega el fin de la   guerra, no conoció ningún campo de concentración
Hay miles de ejemplos de alemanes que no hicieron eso, y fueron a parar presos a campos de concentración, pero debió ser por romanticismo, en fin era gentuza socialista , anarquista o comunista.
Los rojos escapaban o formaban parte de la "Roten Chapell" o algo así, los de la luego DDR ya estaban en la URSS, los sociatas (Willy Brandt) se iban a países nórdicos.
Ya sabemos que la Iglesia bien pensante no cometía disparates y respeta siempre al poder establecido, esa no emigraba, "como todo el mundo" se afiliaba a lo que hiciera falta.
Y además, tienes razón, Manuel A. si Kurt Waldhein, exoficial de las SS llegó a ser secretario de la ONU y presidente de Austria, ¿ que importa un Papa de origen nazi?
 
Mira, ahora en serio, no me entendiste bien, a mi no me importa que el Papa sea comunista, anarquista, franquista, musulmán o gangster, no le iba  ahacer caso lo mismo, pero me va a divertir mucho como de entrada se va a "olvidar" en su biografía el período entre 1939 y 1945 ( el del polaco se magnificó) y luego va a acabar siendo un resistente antinazi.
Va a pasar como con Pío XII que de estar en el punto de mira de los judíos por su actuación en la IIGuerra Mundial, casi le quieren hacer santo ( y no me hagas buscar datos, ¡ por Dios!).
Me va a gustar ver el enfrentamiento entre dos fundamentalistas Bush , el neo cristiano y Ratzinger el pilar de la iglesia catolica y más aún ver con que argumentos atacan al otro que falta : el Osama Bin Laden.
 
Te voy a informa ahora sobre otra de tus "lagunas" informativas, bueno te lo dice El Mundo, ¿ de toda confianza no?
No hay que ser tan ingenuo Manuel A.
 
El bulo de cada día
http://www.el-mundo.es/cronica/2004/434/1076332898.html
AHORA ha sido el romance de Aznar con la actriz Cayetana Guillén, propagado gracias a Internet. Pero rumores inicuos siempre los hubo: el sida mortal de actores, políticos gays...
Mª EUGENIA YAGÜE


José María Aznar y la actriz Cayetana Guillén en un encuentro, en 1997, con gente del cine en La Moncloa. / FERNANDO QUINTELA

    
Los fabricantes de bulos e infamias están de enhorabuena. La tecnología se ha convertido en su mejor aliada para distribuir basura y destrozar reputaciones.
....
No es la primera vez que un político es víctima de una campaña de falsedades sobre su vida privada. El desaparecido columnista Pedro Rodríguez insinuó en los años 80, en la revista Tiempo, que Felipe González había intentado suicidarse, víctima de una depresión. También fue disparatada la supuesta aventura amorosa de González y la nieta de Franco, Merry Martínez Bordiú, con la que no se había cruzado en su vida. Para rematar, un día aparecieron muchos taxis de Madrid decorados con una foto del presidente socialista, ataviado con uniforme de la OJE, las juventudes falangistas.Se trataba en realidad de un señor de Cáceres que, de joven, guardaba un gran parecido con el político andaluz.
 
Mira ni Benedicto XVI tiene un pasado , al menos "ejemplar" ni Felipe fue de la OJE
¿Te parece apropiado que haga un comentario a esto que dices?
Pues no. El fascismo, el nazismo, es precísamente aplicar esos cobardes métodos de propaganda genuinamente goebbelsiana contra el adversario ideológico. Desnaturalizar y encanallar así la lucha ideológica, arrastrándola a las cloacas
 
Lo dices tan convencido que casi me convences
 
 
 
Mira, va a ser que no.
Saludos

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From: 02ManuelA Sent: 20/04/2005 07:59
(CONTINUACIÓN)
 
DIAGNÓSTICOS CONTEMPORÁNEOS

Con esto hemos llegado a los problemas del presente. Hay dos diagnósticos contrapuestos sobre el posible futuro de Europa. Por una parte está la tesis de Oswald Spengler, que creía poder constatar para las grandes culturas una especie de desarrollo sujeto a leyes naturales. Serían los momentos del nacimiento, paulatina ascensión, el del esplendor de una cultura, su lento agotamiento, envejecimiento y muerte. Spengler documenta su tesis de forma impresionante con testimonios extraídos de la Historia de las culturas, en los que se puede rastrear esa ley del desarrollo. Su tesis era que Occidente había llegado a su fase tardía; que, a pesar de todos los exorcismos, desembocaría irrevocablemente en la muerte de este continente cultural. Naturalmente, podría transmitir sus dones a una nueva cultura ascendente, como ha ocurrido en anteriores decadencias, pero como tal sujeto había dejado atrás su vigencia vital.

Entre las dos guerras mundiales, esta tesis biologista encontró apasionados adversarios, especialmente en el ámbito católico. También le salió al paso, de forma impresionante, Arnold Toynbee, por cierto con postulados que tienen hoy poco eco. Toynbee establece la diferencia entre progreso técnico-material, por una parte, y el verdadero progreso, que él define como espiritualización, por otra. Acepta que Occidente –el «mundo occidental»– se encuentra en una crisis, cuyas causas descubre en la apostasía de la religión para rendir culto a la técnica, a la nación y al militarismo. En última instancia, la crisis tiene para él un nombre: secularización. Si se conoce la causa de la crisis, también se puede indicar el camino hacia la curación: hay que regresar al momento religioso, que para él comprende la herencia religiosa de todas las culturas, pero especialmente «lo que ha quedado del Cristianismo occidental». Al punto de vista biológico se contrapone aquí una visión voluntarista, que apuesta por la fuerza de las minorías creadoras y las personalidades destacadas. Se plantea la pregunta. ¿es correcto el diagnóstico? Y si lo es, ¿está en nuestras manos reimplantar el momento religioso, haciendo una síntesis entre el Cristianismo residual y la herencia religiosa de la Humanidad?En última instancia, entre Spengler y Toynbee la cuestión queda abierta, porque no podemos atisbar el futuro. Pero con independencia de ello se nos plantea la tarea de preguntarnos por aquello que pueda garantizar el futuro y por aquello que sea capaz de mantener la identidad interna de Europa a través de todas las metamorfosis históricas. O más sencillo aún: por aquello que hoy y mañana prometa mantener la dignidad humana v una existencia conforme a ella.


IGLESIA Y ESTADO CONTEMPORÁNEOS

Nos habíamos quedado en la Revolución Francesa y sus consecuencias en el siglo XIX. En ese siglo se desarrollaron sobre todo dos nuevos modelos «europeos». En las naciones latinas, el modelo laicista: el Estado está estrictamente separado de las corporaciones religiosas, que son remitidas a la esfera de lo privado. El propio Estado rechaza un fundamento religioso y se sabe fundado únicamente sobre la razón y sus criterios. En vista de la fragilidad de la razón, estos sistemas se han revelado débiles y propensos a las dictaduras. En realidad, sólo sobreviven porque se mantienen como parte de la vieja conciencia moral; incluso sin los fundamentos de antes, hacen sin embargo posible un consenso básico.

Por otro lado, en el ámbito germánico se encuentran de distintas maneras los modelos de relaciones entre Iglesia y Estado característicos del protestantismo liberal, en los que una religión cristiana ilustrada, esencialmente entendida como moral, –incluso con formas de culto garantizadas por el Estado–, asegura un fundamento religioso de amplia base al que tienen que adaptarse las distintas religiones no estatales. Este modelo garantizó durante largo tiempo la cohesión estatal y social en Gran Bretaña, en los Estados escandinavos y al principio también en la Alemania dominada por Prusia. En Alemania, la quiebra de la iglesia estatal prusiana creó un vacío que era campo abonado para una dictadura.Hoy, las iglesias estatales están amenazadas de consunción por todas partes. De las corporaciones religiosas, que son derivadas del Estado, no emana fuerza moral alguna, y el Estado mismo tampoco puede crear fuerza moral, sino que tiene que presuponerla y construir sobre ella.

Entre los dos modelos están los Estados Unidos de América, que por una parte –constituidos sobre un fundamento eclesial libre– parten de un estricto dogma de separación, y por otra están profundamente impregnados de un consenso básico cristiano-protestante no confesional, al que se unió una especial conciencia de misión respecto del resto del mundo, que dio al momento religioso un peso público importante, que podía llegar a ser decisivo para la vida política, como fuerza prepolítica y suprapolítica. Naturalmente, no se puede ocultar que también los Estados Unidos avanza incesantemente la disolución de la herencia cristiana, mientras que, al mismo tiempo, el rápido crecimiento del elemento hispano y la presencia de tradiciones religiosas provenientes de todo el mundo modifica el cuadro.Quizá haya también que observar que los Estados Unidos promueven de manera evidente la protestantización de América Latina, es decir, la sustitución de la Iglesia Católica por formas de iglesia libre, en la convicción de que la Iglesia Católica no puede garantizar sistemas políticos y económicos estables, que fracasa por tanto como educadora de las naciones, mientras que se espera que el modelo de las iglesias libres haga posible un consenso moral y una formación democrática de la voluntad parecidos a los que son característicos de los Estados Unidos.

Para complicar aún más todo el cuadro, hay que aceptar que hoy en día la Iglesia Católica representa la mayor comunidad religiosa de los Estados Unidos, y que en su vida religiosa apuesta decididamente por la identidad católica. No obstante, respecto a las relaciones entre Iglesia y política los católicos han asumido las tradiciones de las Iglesias libres, en el sentido de que precisamente una Iglesia que no está fundida con el Estado garantiza mejor los fundamentos morales de¡ conjunto, de forma que la promoción del ideal democrático aparece como una profunda obligación moral conforme a la fe. Hay buenas razones para ver en tal postura una continuación adaptada a los tiempos del modelo del papa Gelasio del que hablé antes.


EL SOCIALISMO

Regresemos a Europa. A los dos modelos de los que hablábamos antes se unió en el siglo XIX un tercero, el del socialismo, que pronto se dividió en dos vías distintas, la totalitaria y la democrática. El socialismo democrático ha podido insertarse desde el principio como un saludable contrapeso frente a las posturas liberales radicales de los dos modelos existentes, los ha enriquecido y también corregido.

Se reveló, además, como interconfesional. En Inglaterra era el partido de los católicos, que no podían sentirse como en casa ni en el campo protestante-conservador ni en el liberal. También en la Alemania guillermina el Centro católico pudo sentirse mucho más próximo al socialismo democrático que a las fuerzas conservadoras protestantes, estrictamente prusianas. En muchas cosas, el socialismo democrático estaba y está próximo a la doctrina social católica, y en cualquier caso ha contribuido notablemente a la formación de la conciencia social.

En cambio, el modelo totalitario se asoció a una filosofía de la Historia estrictamente materialista y atea. La Historia es entendida, de forma determinista, como un proceso de progreso que, pasando por las fases religiosa y liberal, se encamina hacia la sociedad absoluta y definitiva, en la que la religión queda superada como reliquia del pasado y el funcionamiento de las condiciones materiales garantiza la felicidad de todos.

Este aparente cientificismo esconde un dogmatismo intolerante: el espíritu es producto de la materia; la moral es producto de las circunstancias y tiene que ser definida y puesta en práctica conforme a los fines de la sociedad; todo lo que sirva para alcanzar el feliz estado final, es moral. Esto culmina la perversión de los valores que habían construido Europa. Más aún; aquí se lleva a cabo una ruptura con toda la tradición moral de la Humanidad. Ya no hay valores independientes de los fines del progreso, en un momento dado todo puede estar permitido o incluso ser necesario, moral en un nuevo sentido. Incluso el ser humano puede convertirse en un instrumento; no cuenta el individuo, sólo el futuro que se convierte en una terrible divinidad, que dispone de todo y de todos.

Actualmente, los sistemas comunistas han fracasado por su falso dogmatismo económico. Pero se pasa por alto con demasiada complacencia el hecho de que se derrumbaron, de forma más profunda, por su desprecio del ser humano, por su subordinación de la moral a las necesidades del sistema y sus promesas de futuro. La verdadera catástrofe que dejaron detrás no es de naturaleza económica; es la desolación de los espíritus, la destrucción de la conciencia moral. Yo veo un problema esencial de esta hora de Europa y del mundo en que, sin duda, en ninguna parte se discute el fracaso económico, y por eso los vicios comunistas se han convertido sin titubeos en liberales en economía; en cambio, la problemática religiosa y moral, que es de lo que de verdad se trataba, ha quedado casi completamente desplazada. Pero la problemática legada por el marxismo sigue vigente hoy: la liquidación de las certidumbres originarias del ser humano acerca de Dios, de sí mismo y del Universo, la liquidación de la conciencia de unos valores morales que no son de libre disposición, sigue siendo ahora nuestro problema, y es precisamente lo que puede conducir a una autodestrucción de la conciencia europea que, con independencia de la visión decadentista de Spengler, tenemos que contemplarla como un peligro real.


¿DÓNDE NOS ENCONTRAMOS HOY?

Así llegamos a la pregunta ¿hacia dónde seguir? ¿Hay en los violentos cambios de nuestro tiempo una identidad de Europa que tenga futuro y que podamos respaldar desde dentro? Para los padres de la unión europea tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial –Adenauer, Schumann, De Gasperi– estaba claro que ese fundamento existe, y que descansa en la herencia cristiana de lo que el Cristianismo convirtió en nuestro continente. Para ellos estaba claro que las destrucciones a las que nos habían enfrentado la dictadura nazi y la dictadura de Stalin se basaban precisamente en el rechazo de esos fundamentos, en un monstruoso orgullo que ya no se sometía al Creador, sino que pretendía crear él mismo un hombre mejor, un hombre nuevo, y transformar el mundo malo del Creador en el mundo bueno que surgiría del dogmatismo de la propia ideología. Para ellos estaba claro que esas dictaduras, que habían puesto de manifiesto una cualidad del Mal enteramente nueva, reposaban, más allá de todos los horrores de la guerra, en la voluntad de eliminar aquella Europa, y que había que regresar a aquella concepción que había dado su dignidad a este continente, a pesar de todos los errores y sufrimientos. El entusiasmo inicial por el retorno a las grandes constantes de la herencia cristiana se ha esfumado rápidamente, y la unión europea se ha llevado a cabo casi exclusivamente en aspectos económicos, dejando a un lado en gran medida la cuestión de los fundamentos espirituales de tal comunidad.En los últimos años ha vuelto a crecer la conciencia de que la comunidad económica de los Estados europeos necesita también un fundamento de valores comunes. El crecimiento de la violencia, la huida hacia la droga, el aumento de la corrupción, hacen muy perceptible que la decadencia de los valores también tiene consecuencias materiales, y que es preciso un cambio de rumbo. Partiendo de ese punto de vista, los días 3 y 4 de julio de 1999 los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron la elaboración de una Declaración de Derechos Fundamentales. A la ponencia encargada de redactarla se dio el 3 de febrero de 2000 el nombre de «convención» y el 14 de septiembre del mismo año presentó un proyecto definitivo, que fue aprobado el 14 de octubre por los jefes de Estado y de Gobierno. Yo no puedo intentar analizar aquí ese esbozo de Declaración; tan sólo pretendo plantear la pregunta de hasta qué punto es apropiada para dotar de un núcleo espiritual al cuerpo económico de Europa.

Es importante la segunda frase del preámbulo: «En la conciencia de su herencia religioso-espiritual y moral, la Unión se fundamenta sobre los valores indivisibles y universales del ser humano: la libertad, la igualdad y la solidaridad». Se ha lamentado la ausencia en este texto de la referencia a Dios: sobre esto volveré luego. Es importante en principio la incondicionalidad con la que la dignidad y los derechos del hombre aparecen aquí como valores que preceden a todo derecho estatal. Günther Hirsch ha recalcado con razón que esos derechos fundamentales no son ni creados por el legislador ni concedidos a los ciudadanos, sino que «más bien existen por derecho propio y han de ser respetados por el legislador, pues se anteponen a él como valores superiores». Esta vigencia de la dignidad humana precedente a toda acción y decisión política remite en última instancia al Creador: sólo él puede crear derechos que se basan en la esencia del ser humano y de los que nadie puede prescindir. En este sentido, aquí se codifica una herencia cristiana esencial en su forma específica de validez. Que hay valores que no son manipulables por nadie es la verdadera garantía de nuestra libertad y de la grandeza del ser humano; la fe ve en ello el misterio del Creador y la semejanza con Dios conferida por Él al hombre. De este modo, esta frase protege un elemento esencial de la identidad cristiana de Europa en una formulación comprensible también para el no creyente.

Hoy, nadie negará directamente la preeminencia de la dignidad humana y de los derechos fundamentales sobre cualquier decisión política; aún están muy próximos los espantos del nazismo y su doctrina racista. Pero en el ámbito concreto de lo que se suele llamar progreso médico hay amenazas muy reales a estos valores. Pensemos en la clonación, en el almacenamiento de fetos humanos con fines de investigación y donación de órganos o en todo el campo de la manipulación genética. A esto se añaden el comercio de seres humanos, nuevas formas de esclavitud, el tráfico de órganos humanos con fines de trasplante. Siempre se alegan «buenos fines» para justificar lo injustificable. En lo que respecta a estos ámbitos, hay algunas constataciones satisfactorias en la Declaración de Derechos Fundamentales, pero en otros puntos importantes sigue siendo demasiado vaga, cuando es precisamente aquí donde los principios corren peligro.

Resumamos: la afirmación del valor y la dignidad del ser humano, de la libertad, igualdad y solidaridad, en los principios de la democracia y el Estado de Derecho, incluye una imagen del ser humano, una opción moral y una idea del Derecho que en modo alguno se entienden por sí mismas, pero son factores básicos de la identidad de Europa, que también han de ser garantizados en sus consecuencias concretas y, naturalmente, sólo podrán ser defendidos si vuelve a integrarse en la correspondiente conciencia moral.

Pero quiero señalar otros dos puntos en los que aparece la identidad europea, Ahí están, en primer lugar, el matrimonio y la familia. El matrimonio monógamo ha sido conformado como figura ordenadora fundamental de las relaciones entre hombre y mujer y a la vez como célula de la formación comunitaria del Estado, a partir de la fe bíblica. Tanto la Europa del Oeste como la Europa del Este han configurado su historia y su concepción del hombre a partir de unos preceptos muy precisos de fidelidad y de comunión. Europa ya no sería Europa si esta célula básica de su estructura social desapareciera o cambiara de forma sustancial. La Declaración de Derechos Fundamentales habla del derecho al matrimonio, pero no prevé ninguna protección jurídica y moral específica para él ni lo define con más precisión. Pero todos sabemos lo amenazados que están el matrimonio y la familia. Por una parte, por el socavamiento de su indisolubilidad, por formas cada vez más fáciles de divorcio; por otra, por el nuevo comportamiento, que cada vez se extiende más, de la convivencia de hombre y mujer sin la forma jurídica del matrimonio. En clara contraposición a esto está la demanda de las uniones homosexuales, que, paradójicamente, reclaman una forma jurídica más o menos equiparable al matrimonio. Con esta tendencia se abandona toda la historia moral de la Humanidad, que a pesar de toda la variedad de formas jurídicas del matrimonio, siempre supo que por su esencia es la especial convivencia de hombre y mujer, que se abre a los hijos y, por tanto, a la familia. Aquí no se trata de discriminación, sino de la cuestión de lo que el ser humano es como hombre y como mujer y de cómo se conforma jurídicamente la relación mutua de un hombre y una mujer. Si por un lado esa relación se separa cada vez más de su forma jurídica y si, por otra parte, la asociación homosexual es vista cada vez más como de igual rango que el matrimonio, nos encontramos ante una disolución de la imagen del hombre cuyas consecuencias pueden ser extremadamente graves. Por desgracia, en la Declaración falta una palabra clara al respecto.

Finalmente, permítanme tratar el ámbito de lo religioso. En el artículo diez se garantizan las libertades de pensamiento, de conciencia y de religión, la libertad de cambiar de religión o visión del mundo y, en fin, la libertad de manifestarse y practicar la religión, solo o en comunidad con otros, pública o privadamente, por medio de servicios religiosos, enseñanza, costumbres y ritos. Los Estados se declaran neutrales respecto a las religiones, pero al mismo tiempo les conceden el derecho de una presencia pública. Esto es en sí mismo positivo, y responde en última instancia al básico criterio cristiano de la distinción entre los ámbitos estatal y eclesial, de la libertad del acto de fe y del ejercicio de la misma, del no a la religión ordenada por el Estado. No obstante, en la práctica se plantea la cuestión de cómo se integran en el conjunto de la sociedad las distintas manifestaciones públicas de la religión. Voy a poner un sencillo ejemplo. El Estado no puede declarar día libre el viernes para los musulmanes, el sábado para los judíos y el domingo para los cristianos. Tendrá que decidirse por una ordenación común del tiempo y después preguntarse por preferencias. Las grandes fiestas –Navidad, Pascua, Pentecostés–, ¿no son señas de identidad de nuestra cultura? ¿Y el domingo?Aún es más difícil cuando en las distintas religiones se encuentran elementos que no concuerdan con los objetivos constitucionales básicos del preámbulo y el primer capítulo, referidos a la dignidad de la persona. ¿Qué ocurriría si una religión considerase por principio la violencia parte de su programa? ¿Si una religión negara por principio la libertad de religión y exigiera formas de teocracia política? ¿Qué pensar de la magia que quiere dañar el cuerpo y el alma del otro? La reaparición de ideologías de extrema derecha vuelve a hacernos conscientes de que la tole, rancia no puede llegar hasta el punto de promover su propia eliminación: tiene su límite allí donde la libertad ilimitada se emplea para destruir la libertad en beneficio de ideologías hostiles a la libertad e inhumanas. Hay que seguir reflexionando sobre esa cuestión de los límites internos de la tolerancia, límites que necesita en aras de sí misma.

En este punto vuelve a plantearse la cuestión de si, partiendo de la tradición humanista europea y sus fundamentos, no habría sido necesario anclar en la Declaración a Dios y la responsabilidad ante él. Probablemente no se ha hecho porque en modo alguno quería prescribiese desde el Estado una convicción religiosa. Esto hay que respetarlo. Pero mi convicción es que hay algo que no debiera faltar: el respeto a aquello que es sagrado para otros, y el respeto a lo sagrado en general, a Dios, un respeto perfectamente exigible incluso a aquel que no está dispuesto a creer en Dios. Allá donde se quiebra ese respeto, algo esencial se hunde en una sociedad. En nuestra sociedad actual se castiga, gracias a Dios, a quienes escarnecen la fe de Israel, su imagen de Dios, sus grandes figuras. Se castiga también a quien denigra el Corán y las convicciones básicas del Islam. En cambio, cuando se trata de Cristo y lo que es sagrado para los cristianos, la libertad de opinión se convierte en el bien supremo, y limitarlo pondría en peligro o incluso destruiría la tolerancia y la libertad. Pero la libertad de opinión tiene sus límites en que no debe destruir el honor y la dignidad del otro; no es libertad para la mentira o para la destrucción de los derechos humanos. Aquí hay un autoodio, que sólo cabe calificar de patológico, de un Occidente, que sin duda (y esto es digno de elogio) trata de abrirse comprensivamente a valores ajenos, pero que ya no se quiere a sí mismo; que no ve más que lo cruel y destructor de su propia Historia, pero no puede percibir ya lo grande y puro que hay en ella.

Para sobrevivir, Europa necesita una nueva aceptación –sin duda crítica y humilde– de sí misma. A veces el multiculturalismo que, con tanta pasión, se promueve es ante todo renuncia a lo propio, huida de lo propio. Pero el multiculturalismo no puede existir sin constantes comunes, sin directrices propias. Sin duda, no podrá existir sin respeto a lo sagrado. Eso incluye salir con respeto al encuentro de lo que es sagrado para el otro; pero es algo que sólo podremos hacerlo si lo que es sagrado para nosotros, Dios, no nos es ajeno a nosotros mismos. Desde luego que podemos y debemos aprender de lo que es sagrado para otros, pero nuestra obligación, precisamente ante los otros y por los otros, es alimentar en nosotros mismos el respeto a lo sagrado y mostrar el rostro del Dios que se nos ha aparecido: el Dios que acoge a los pobres y los débiles, a las viudas y a los huérfanos, a los extranjeros; el Dios que es tan humano que él mismo quiso ser hombre, un hombre doliente, que sufriendo con nosotros da dignidad y esperanza al sufrimiento.Si no lo hacemos, no sólo negaremos la identidad de Europa, sino que dejaremos de hacer a los otros un servicio al que tienen derecho. La absoluta profanidad que se ha construido en Occidente es profundísimamente ajena a las culturas del mundo. Esas culturas se fundamentan en la convicción de que un mundo sin Dios no tiene futuro. En ese sentido, el multiculturalismo nos llama a volver a nosotros mismos.

No sabemos cómo seguirá Europa su camino. La Declaración de Derechos Fundamentales puede ser un primer paso para que vuelva a buscar conscientemente su alma. Hay que dar la razón a Toynbee en que el destino de una sociedad depende una y otra vez de minorías creadoras. Los creyentes cristianos deberían verse a sí mismos como una minoría creadora, y contribuir a que Europa recupere lo mejor de su herencia y así sirva a toda la Humanidad.




Bueno, quienes tengan la visión mamada de la propaganda de que un conservador -Ratzinger además no siempre lo fue- es, por definición, alguien intelectualmente cobarde, perezoso y corto de vuelo, tendrán que reflexionar después de leérselo. Si es que no prefieren ser ellos mismos quienes tengan que reconocer la cobardía, la pereza y la cortedad propias. Ánimo y al toro, sin atrincherarse en los burladeros del tópico; hay que entrarle por derecho y hacerle muy bien las cosas, que es encastado -aunque sea alemán- y de latín sabe un rato, un rato largo. A por él y que Dios reparta suerte. Ahí va un verdadero victorino de la tradición; a ver los valientes del progreso si son capaces de embraguetarse con él. Saludos.


 

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From: mfelix28 Sent: 20/04/2005 09:35
Castrita porque en el corazon es Verde Olivo
¡Coño! Cruz, tu y yo mano a mano, desvelamos los misterios de las profeciás en segundos, lo que se me escapa a mi lo recoges tu y viceversa.
 
No, nunca fui pionerito, a mi me sacaron en el 61 y no me suena haberlos visto.
 
Mira esto de pioneritos, de la OJE (Organización Juvenil española, franquista), las HitlerJugend, etc. no pasan de ser, a veces la única forma de que un niño pueda ir al campo de excursión, tenga más amigos, no se sienta aislado.
Cuando Franco, los "boy scouts" estaban prohibidos ( en Cataluña creo que no) por eso no sería nada anromal que cualquier persona de hoy, en españa, o en Cuba, o en Alemania, que en esa epoca hubiera tenido la edad se hubiera afiliado o le hubieran afiliado los padres.
Lo que me revienta es que cuando se trata de "ellos" los de derechas, hay que suponer que se afiliaron por obligación, nunca lo dicen, les da verguenza y cuando se trata de "nosotros" los rojos, además de suponernos que lo fuimos, y muy gustosos, mienten, porque la mitad de las veces es falso.
 
De ahí viene mi debate con Manuel A., tiene que dar excusas de que un Papa ( del que no es seguidor, además)  haya tenido una militancia forzada o real, pero incinveniente a efectos de "limpieza" , me acusa de inventarlo y luego no tiene ningún empacho en hacerse eco de un bulo ( Felipe Gonzalez de la OJE) similar, pero falso.
Eso era todo Cruz, por mi como si Benedicto XVI se pone a cantar el "Hare Krisna" Hare hare y se pone una tunica azafranada y a tocar campanitas bailando por la Plaza de san Padro, me da de lado, no me interesa, no le voy a hacer caso lleve puesto el disfraz que quiera, de Papa, de las Hitler Jugend, de la OJE o de futbolista del Inter de Milán, "paso" de Iglesia.
Es más me parece que me he pasado dedicandole tanto tiempo, así que corto.
Saludos

Reply  Message 17 of 37 on the subject 
From: 02ManuelA Sent: 20/04/2005 11:11
Coño, lo de Felipe en la OJE no era ninguna foto, es algo tan real, conocido y admitido como carente de trascendencia. Y quien basaba sus ataques contra él en eso, además de retratarse tal como yo decía -fachas- lógicamente no se comió un rosco. ¿Cómo lo derribaron al fin? Con hechos, documentos, fotocopias, pruebas materiales y testimonios ante el juez a manta -aunque pocos se atrevieran a tirar de ella- sobre ROBOS Y ASESINATOS, conducentes a condenas judiciales de varios miembros de su gobierno y de su entorno. Nada de chismes de marujeo; eso queda para los fachillas impotentes de todas las ideologías.

Reply  Message 18 of 37 on the subject 
From: mfelix28 Sent: 20/04/2005 12:47
Manuel A.:
Las dformaciones sobre el Papa van a empezar ahora, así que no se pudo haber "mamado" nada antes en plan de propaganada, no había necesidad.
La "fama" de este hombre viene de antes, viene de cuando castigó como en los mejores tiempos d ela Inquisición a Boff, teologo importante, a estar "callado".
A otro importante teologo ( al menos hasta ahora) , el suizo Hans Kung, le prohibió seguir en la enseñanza.
No conozco a más teologos, es más, a Ratzinger lo conocía como el que había castigado a estos, ahí empecé a oir habalr de él.
Se que está en contra del matrimonio entre homosexuales, del uso del preservativo, etc, o sea, de lo que la Iglesia aprobará dentro de 200 o 300 años si aún sigue y San Malaquias se equivoca, se que consideraba como avanzado al difunto Juan Pablo II.
 
Ya me basta, no me voy a leer lo que dice, me basta con saber lo que hace, pero la Tierra seguirá girando por mucho Espiritu Santo y mucha Biblia que diga lo contrario, Galileo tenía razón.
 
Saludos

Reply  Message 19 of 37 on the subject 
From: mfelix28 Sent: 20/04/2005 14:23
Vaya, ahora resulta que tu estabas allí , de compañero de Felipe en el campamento.
Mira, Manuel A., fue un bulo, lo dice el propio El Mundo, además da igual que lo sea o no, me da absolutamente de lado.
Si te hace feliz creertelo me parece bien, es facil.
Pero dime, ¿El Mundo ya no es veraz?
Yo ya lo sabía, me acuerdo de la campaña contra Felipe, me acuerdo de lo del 11M con la ETA al principio y luego, de momento, a un socialista de Gijón de enlace entre Al Qaeda y no se quien, etc.
Me alegro que hayas visto la luz, pero me dejas preocupado, quien va a ser el faro insobornable, la verdadera fuente de sabiduría ¿La Razón? ¿Libertad Digital? ¿ABC?
Tambien me alegra que vuelvas a confiar en los jueces, aunque se me ocurre una duda, a ver si me la solucionas.
Verás, dado que el GAL ( luego me meto con ATE -AAA- y UCD) fue formado por el PSOE y era ilegal y asesino y hay gente juzgada y condenada por ello ¿ porque no se ilegalizó al PSOE? ¿Que tiene HB que no tenga el PSOE?
¿LO sabes? Yo no.
 
Saludos
 
 

Reply  Message 20 of 37 on the subject 
From: cruzylovesmirkgurl83 Sent: 20/04/2005 15:59
Ay Dios mio, Manuel, creo que el RatonsitoGitano va hacerle competencia a Fidel.  Estoy seguro que si lo dejan puede hacer un discurso ruso de 4 o 5 horas.
 
Pero no hay duda, parece que el hombrin tanbien tiene dos dedos de frente. Lo que me preocupa es cuantos dedo tiene del atracero.

Reply  Message 21 of 37 on the subject 
From: cruzylovesmirkgurl83 Sent: 20/04/2005 17:35
De ahí viene mi debate con Manuel A., tiene que dar excusas de que un Papa ( del que no es seguidor, además)  haya tenido una militancia forzada o real, pero incinveniente a efectos de "limpieza" , me acusa de inventarlo y luego no tiene ningún empacho en hacerse eco de un bulo ( Felipe Gonzalez de la OJE) similar, pero falso.
Eso era todo Cruz, por mi como si Benedicto XVI se pone a cantar el "Hare Krisna" Hare hare y se pone una tunica azafranada y a tocar campanitas bailando por la Plaza de san Padro, me da de lado, no me interesa, no le voy a hacer caso lleve puesto el disfraz que quiera, de Papa, de las Hitler Jugend, de la OJE o de futbolista del Inter de Milán, "paso" de Iglesia.
Es más me parece que me he pasado dedicandole tanto tiempo, así que corto.
Saludos
 
 
Valla compadre, ya es tiempo a que reflejes en tu vida, y las cosas que te son mas importante.
 
Eso lo e pensado varias veces. Que si los Boy Scouts y los Pioneritos sean lo mismo. Pues entre los  Boy Scouta y los Pioneros tiene su similitudes. Tiene hasta los dos un toque militante
 
Pero cuando yo fui Boy Scout en la Tropa 11 de Marianao.  No me acuerdo de aver dicho que "Seremos como el Che", y mira que mandar y desear a tanta juventud que le siga paso al Che, cual termino ser envarcado y despues asecinado en Bolivia es una mucha pa mi.  Y aunque habia algunos toques de ser Civico y Patriotico.  No me acuerdo tener que aver jurado afiliazion a un partido politico y a sus maximo leaderes .............................. ay es donde me cae como una patada en el estomago.  En un lugar me piden que me afilea a un pais y partia.  Y en el otro lado quieren que me afilie a la ideologia de una persona o grupo de persona con sus propias agendas.
 
 
Seremos como El Che, o ......................... a carajo ahora no me acuerdo del juramento de los Boy Scouts.

Reply  Message 22 of 37 on the subject 
From: mfelix28 Sent: 20/04/2005 19:11
No se como será en USA, pero como en todos los sitios debe haber varias organizaciones  scouts, que si "catolicos" que si catalanes, que si laicos, tendrán a jefes acusados de pederastia ( como casi todas las organizaciones que se dedican a niños "voluntariamente").
Pero el origen es curioso, nació casi a la vez que los mambises ponían las mochas en claro al español, fue en Sudafrica, donde los imperialistas ingleses no dejaban a los no menos imperialistas boers explotar a los negros del lugar al estilo holandés, los ingleses querían que fuese al más puro estilo britanico y hubo guerras.
Cosa  que a los yanquis les venía bien por si acaso los ingleses tenían algo que objetar a su planeada guerra con España, así estaban entretenidos.
Una ciudad que ya habia sido tomada por los ingleses, Mafeking, se vió de nuevo sitiada por los boers, el comandante inglés de la ciudad, Baden-Powell, tuvo la "brillante" idea de uniformar a los niños y emviarlos a cumplir misiones belicas de escaso riesgo ( mensajeros, aguadores,  vigías, etc) además ¿ quien se iba a atrever a disparar a un niñito blanco?.
No se que juramento harán ahora, pero si te puedo asegurar que el primero que hicieron fue a la Reina Victoria y cantaban el God Save the Queen hasta quedar roncos, ahora al Baden Powell le acusarían el Tribunal Penal Internacional de utilizar a niños en la guerra, a no ser que fuera yanqui, en cuyo caso el Tribunal Penal no haria  nada porque USA no lo reconoce.
Estoy seguro que los scouts yanquis jurararán fidelidad a la bandera de las barras y estrellas varias veces al día y cantarán su himno otras tantas, lo haceis hasta en los estadios, y si no han cambiado rezarán tambien, pues en los scouts yanquis, ( si no cambiaron) no se aceptan ateos.
Me acuerdo tambien, Cruz, que en mi colegio, La Salle del Vedado, Centro Civico ( hoy Plaza de la Revolución) cantabamos el himno todos los días, y saludabamos a la bandera y nadie lo veia mal ni se sentia ofendido
Saludos


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