Entre todos ellos tienen sumido a nuestro pueblo en un absoluto  subdesarrollo, retraso, miseria y parálisis, ostentando Sanlúcar el gran  logro de ser uno de los pueblos más pobres no sólo de Andalucía sino de  España. Y a esto hay que sumarle el altísimo nivel de analfabetismo e  incultura, y para completar la tormenta perfecta, a la pobreza y el  analfabetismo, le tenemos que sumar la imagen penosa de ser la ciudad  del contrabando de droga y el santuario del narcotraficante.
 
Con este panorama no es de extrañar que los visitantes que arriban a  nuestra querida ciudad sólo lo hagan para degustar su fabulosa  gastronomía y luego salir por patas, eso sí con el estómago lleno, antes  de que el olor a mierda de los husillos, depuradora o aguas fecales que  arrojamos al mar, le provoquen un ataque de arcadas en plena digestión  de las viandas tomadas. Dicho lo cual y como entradilla a este nuevo  artículo, quiero entrar en materia. Hoy los dardos que voy a lanzar  desde esta humilde tribuna y bajo el título general de “Sin pelos en la  lengua”, va dirigido a la errada política reivindicativa de los grupos  políticos representados en nuestro salón de Pleno. Todos sabemos como  funciona normalmente el juego político, de todas maneras voy a intentar  situar el tema y centrar la cuestión para que el lector menos avezado,  en los temas políticos – municipales- , pueda perfectamente entenderme.
 
En esta “película” hay diferentes actores. El principal de ello es el  Equipo de Gobierno, en este caso y por esta legislatura compuesto por  dos actores estelares: PSOE y CIS. Luego existen los actores menos  importantes o de reparto, en este caso son: PP, IU y PA. Y por último  está el respetable público, es decir, todos los sanluqueños. Bueno una  vez presentado los actores vamos con la historia. Los actores  principales (PSOE y CIS) son los que tienen la responsabilidad de llevar  a buen puerto la política municipal y la gestión de todo un pueblo.  Para ello cuenta con mayoría de votos que le permiten tomar decisiones  sin contar con los actores secundarios. Poseen los resortes,  presupuestos, la maquinaria institucional y el funcionariado a su  servicio., para llevar la nave sanluqueña a buen puerto. La misión de  los actores secundarios, por el contrario, es lanzar torpedos a la línea  de flotación de la endeble falúa en la que se ha convertido lo que fue  antaño el gran buque sanluqueño, lleno de historia e importancia que  tuvo en siglos pasados. Hasta aquí todo parece lógico y normal, sin  embargo creo que los partidos llevan años realizando una política  errónea. Me explico. Está bien eso de gobernar y contentar a la masa de  ciudadanos que conformamos los habitantes de Sanlúcar de Barrameda. Es  de justicia y obligación velar y trabajar por el bienestar, progreso y  mejor calidad de vida de los sanluqueños, ahora bien, entre esa loable  misión y la constante reivindicación de derechos exigidos por el  ciudadano y su, a veces carente o mediocre cumplimiento de obligaciones,  hay que plantarse de una vez y ser políticamente incorrecto, aun a  pesar de ser impopular o perder votos.
Lo mejor será que ponga algún ejemplo ilustrativo de adónde quiero  llegar y así, mis sufridos lectores, entenderán mejor mi mensaje. Hace  unos días salía a la palestra política el nuevo Secretario Local del PP,  Miguel Ángel Lara Seco, que dicho sea de paso no tiene ni puñetera idea  de donde se ha metido y como se las gastan los distintos partidos de  Sanlúcar, este neófito político será carne de cañón de su propio partido  apenas se acerquen las elecciones, y será arrojado a la puta calle de  un puntapié en el culo por los jefes de la cúpula “pepera”. Pues ya es  sabido que éstos “peperianos” buscan siempre un candidato con una gran  posición social, que posea una licenciatura y que se codee con la alta  burguesía (la poca que haya en nuestro pueblo), y me temo que Lara no da  la talla, a pesar de su gran altura física.
 
Pues a lo que iba, el señor Lara sale emitiendo un comunicado y  reivindicando los enésimos arreglos de los jardines y las pistas  deportivas de una conocida, populosa, poblada y guerrillera (tiempos ha)  barriada sanluqueña. Al más viejo estilo “pratstiano” , el “líder”  local del PP, en pugna con el otro supuesto líder, el señor Marmolejo,  exige, pide, reivindica y reclama que el Equipo de Gobierno lleve  inmediatamente actuaciones encaminadas a acabar con el aspecto de  dejadez que presenta dicha barriada. Craso error en un dirigente  político perteneciente a un partido que más tarde o temprano volverá a  gobernar la ciudad, y al que las cañas se le pueden volver lanzas,  cuando vea que es incapaz también de cumplir desde la atalaya del poder  lo que ahora con tanto ardor exige.
 
Esta manera de hacer política es propia de partidos pequeños que  saben que nunca van a tener la máxima responsabilidad en dirigir los  designios de una ciudad, o genuino y característico de la pura  demagogia, encarnada en nuestro Ayuntamiento por el inefable e  incombustible señor Prats. Un seudopolítico capaz de defender al mismo  tiempo una cosa y la contraria. Igualmente este tipo de comunicados o  reivindicaciones forma también parte del ADN de IU, una formación que  sólo sabe pedir, exigir y reclamar a papá Estado (Ayuntamiento,  Autonomía o Nación) una política quimérica, como si estuvieran siempre  en época de escribir la carta a los Reyes Magos. Eso sí, nunca dicen de  donde sacar el dinero y los medios necesarios para que todos los  ciudadanos recibamos el maná de su utopía. A no ser que, como siempre,  nos ponga su disco rayado y nos suerte una y otra vez su discurso  anticapitalista, y esa cantinela anquilosada en el tiempo, resucitando a  los monstruos terratenientes, al mal del liberalismo, a Belcebú  encarnado en las multinacionales y grades empresa y, por meter miedo,  sacar a pasear una vez más el fantasma de Franco, aprovechando que hasta  el juez Baltasar Garzón duda de que en verdad esté muerto. Eso sí,  todas las manifestaciones y movilizaciones callejeras han de ir adobadas  con una buena ración de banderitas con el careto del Che Guevara, de  Lenin, Stalin o de Mao, muy democráticos y tolerantes ellos. y por  supuesto con la bandera republicana, faltaría más no sacar a pasear la  “auténtica” enseña democrática que ha tenido España a lo largo de su  larga y dilatada historia. Todo sea por la instauración de la III  República.
 
Como es ya habitual en mis artículos, dejo aquí el asunto, pera  amenazo con volver en una segunda parte donde me centraré exclusivamente  en los temas locales y en las demandas vecinales. Profundizando en la  nota de prensa o comunicado reseñado anteriormente y trayendo a esta  sección algún que otro ejemplo de lo que no debe ser la actuación de los  partidos, para conseguir de una puta vez, hacer una POLíTICA con  mayúscula y no esta pueblerina que venimos soportando desde hace años.