Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

LATINOS EN ITALIA
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 BIENVENID@S 
 ME PRESENTO 
 ITALIA/NOTIZIE 
 LEGGI/VITA ITALIANA 
 ESPAÑA 
 CERVANTES - DON QUIJOTE 
 ESCRITORES 
 El rincón de la poesía 
 EFEMÉRIDES ARGENTINAS 
 MARTÍN FIERRO 
 EL LUNFARDO 
 PATRIA MÍA 
 MATEANDO 
 CON HUMOR 
 FONDOS Y DIBUJOS 
 MUNDO MAGICO 
 EL ZODÍACO 
 ARRIVEDERCI 
 
 
  Herramientas
 
General: ORANDO POR LA PAZ DEL MUNDO
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 56 en el tema 
De: karmyna  (Mensaje original) Enviado: 12/04/2017 02:33

 
 


Primer  Anterior  2 a 11 de 56  Siguiente   Último 
Respuesta  Mensaje 2 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 07/06/2017 02:09
 
 

Respuesta  Mensaje 3 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 26/07/2017 07:53

Respuesta  Mensaje 4 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 05/08/2017 01:15
 

Respuesta  Mensaje 5 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 18/08/2017 02:20

Según el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo es el amor de Dios

que se hace presente en las creaturas y en toda la creación.

Un amor capaz de transformar a los que se dejan guiar por él,

pero también un amor paciente y respetuoso hasta el máximo

con la libertad de la creatura y de la creación.

Hay un texto de la carta a los Efesios que dice, ni más ni menos,

que el Espíritu Santo puede sufrir y entristecerse:

“no entristezcáis al Espíritu Santo con el que fuisteis sellados

para el día de la redención” (Ef 4,30).

 El motivo por el que el Espíritu se entristece es el daño causado al prójimo.

No me extrañaría, por tanto, que estuviera permanentemente triste a la vista de:

terrorismo, insultos entre cristianos, falta de atención a los signos de los tiempos,

escasa atención a las necesidades de los pobres,

despreocupación por el cambio climático.

Si es posible entristecer al Espíritu, también debe ser posible alegrarle.

Seguro que se alegra por la fe de los pobres, de los sencillos y humildes de corazón;

por la generosidad, la hospitalidad, la compasión, la solidaridad de muchas personas;

por aquellos que anuncian el Evangelio de Jesús, por los que trabajan por la justicia y la paz,

por los que se juegan la vida para que otros vivan,

 por la vida orante y sacrificada de tantos enamorados de Jesús.

El Espíritu tiene muchos motivos para alegrarse.

Porque el bien, a pesar de las apariencias, supera con creces al mal.

Decir lo contrario sería, además de un dato sociológicamente falso,

negar la bondad de la obra de Dios. Incluso lo que hace posible el mal,

a saber, la libertad, es uno de los mayores signos de la buena obra divina.

Sobre todo, el Espíritu empuja a toda la creación hacia Dios.

Pero empuja respetando al máximo la libertad. Por eso, en ocasiones,

su obra se ralentiza o se retrasa. Entonces el Espíritu se entristece.

Entristecerse es algo muy distinto de irritarse.

Si se irritase quizás le entrarían deseos de castigar o de alejarse.

Pero como el Espíritu es ante todo amor, se entristece,

pero sigue empujando, lentamente, con paciencia, hasta conseguir

su objetivo definitivo que es la “redención”, o sea, el encuentro de todos

 y cada uno de los seres humanos con Dios.

 

Respuesta  Mensaje 6 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 22/08/2017 02:38
 
 
 

Respuesta  Mensaje 7 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 22/08/2017 02:44

Respuesta  Mensaje 8 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 29/08/2017 00:25

Respuesta  Mensaje 9 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 29/08/2017 00:29

Respuesta  Mensaje 10 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 29/08/2017 00:40

 

Dios de infinita misericordia y bondad,

con corazón agradecido te invocamos hoy…

Cristo Dios reconcilió al mundo consigo.

 Que tu voz resuene en el corazón de todos los hombres y mujeres,

cuando los llames a seguir el camino de reconciliación y paz,

y a ser misericordiosos como Tú.

Señor, Tú diriges palabras de paz a tu pueblo

y a todos los que se convierten a ti de corazón...

Ayúdanos a derribar las barreras de la hostilidad y

de la división y a construir juntos un mundo de justicia y solidaridad.

Señor, Tú creas cielos nuevos y una tierra nueva.

Te encomendamos a los jóvenes…

En su corazón aspiran a un futuro más luminoso;

fortalece su decisión de ser hombres y mujeres de paz

y heraldos de una nueva esperanza para sus pueblos.

Padre, Tú haces germinar la justicia en la tierra.

Te pedimos por las autoridades civiles… para que se esfuercen por satisfacer

 las justas aspiraciones de sus pueblos y eduquen a los jóvenes en la justicia y en la paz.

Impúlsalos a trabajar generosamente por el bien común y a respetar la dignidad

inalienable de toda persona y los derechos fundamentales que derivan de la imagen

y semejanza del Creador impresa en todo ser humano…

Concédeles sabiduría, clarividencia y perseverancia; no permitas que se desanimen

 en su ardua tarea de construir la paz duradera, que anhelan todos los pueblos.

…Te pedimos por todos los que creen en el evangelio de Jesucristo.
Guía sus pasos en la verdad y en el amor.

Haz que sean uno, como Tú eres uno con el Hijo y el Espíritu Santo.

Que testimonien la paz que supera todo conocimiento y la luz que triunfa

sobre las tinieblas de la hostilidad, del pecado y de la muerte.

Señor del Cielo y de la Tierra, Creador de la única familia humana,

te pedimos por los seguidores de todas las religiones.

Que busquen tu voluntad en la oración y en la pureza del corazón,

y te adoren y glorifiquen tu Santo Nombre.

Ayúdales a encontrar en ti la fuerza para superar el miedo y la desconfianza,

para que crezca la amistad y vivan juntos en armonía.

Padre misericordioso, que todos los creyentes encuentren la valentía

de perdonarse unos a otros, a fin de que se curen las heridas del pasado

 y no sean un pretexto para nuevos sufrimientos en el presente.

Concédenos que esto se realice sobre todo en Tierra Santa,

esta tierra que bendijiste con tantos signos de tu Providencia

y donde te revelaste como Dios de amor.

A la Madre de Jesús, la bienaventurada siempre Virgen María,
le encomendamos a los hombres y a las mujeres que

 viven en la tierra donde vivió Jesús.

Que, al seguir su ejemplo, escuchen la palabra de Dios

y tengan respeto y compasión por lo demás,

especialmente por los que son diversos de ellos.

Que, con un solo corazón y una sola mente, trabajen para que todo
el mundo sea una verdadera casa para todos sus pueblos.

¡Paz! ¡Paz! Paz!

Amén.


San Juan Pablo II


Respuesta  Mensaje 11 de 56 en el tema 
De: karmyna Enviado: 31/08/2017 03:27
 
 
 


Primer  Anterior  2 a 11 de 56  Siguiente   Último 
Tema anterior  Tema siguiente
 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados