*Y así, debido al capricho del titán del tiempo es como dos generaciones del mismo signo se ven encaradas en pos de la verdad en el territorio sagrado que tienen en común, su templo; El templo de Aries  ‘’ El cosmos de Mu… es muy sereno… pero poderoso a la vez… como la esencia del vellocino dorado de la leyenda…’’ advierte para sí mismo, Shion; contemplando y reconociendo paulatinamente como en su interlocutor también yacen las características innatas de un auténtico santo de Aries, y más allá de elló, de un verdadero caballero de Atenea ‘’¡Sin embargo… he de comprobar de una vez por todas que sus intenciones sean claras y la única manera de hacerlo es esta!...’’ advierte dentro de sí, con determinación, apretando su puño diestro con vehemencia al tiempo en que súbitamente, una delgada línea ilusoria atraviesa su sien, advirtiendo en él una extraña reacción, como el llamado de un viejo amigo que clama por ser escuchado con mucha atención, el mismo que proviene desde la armadura de su igual en rango y deber ‘’¿Qué significa esto…?’’ menciona ahora, disimulando el asombro que se genera en él, pues incluso cada pieza de su dorada protección comienza a emitir una resonancia inusual ante dicho llamado ‘’¡¿Porque la armadura de Aries ha comenzado a reaccionar de este modo?!...’’ agrega, mientras el flujo del tiempo pareciera incluso detenerse frente a ambos personajes, y todo cuanto los rodea es cubierto por un oscuro manto que los despoja de todo el protagonismo, llevando así la visual a un nuevo escenario que toma lugar en el subcosciente de Shion y que solo este es capaz de percibir, siendo testigo entonces de una secuencia de fotogramas que muestran diferentes pasajes del futuro aún lejano; los mismos en cuyo inicio puede contemplarse al allí patriarca del santuario, legando su tesoro más valioso a su aún muy joven estudiante, quien sin más es revestido por vez primera por aquel tesoro conocido como la Ariesu no Kross, personajes en quienes pueden reconocerse las facciones de Shion y Mu ‘’Estas son…’’ Y seguido a ello, tales fotogramas reproducen pasajes evocados de forma exclusiva a las vivencias de quien sin más ha sido reconocido como el caballero dorado de ese futuro: Mu, a quien se le ve en diferentes misiones fundamentales para el destino del mundo, como la del conflicto bélico librado en el extremo Norte de Europa ‘’…Las memorias de la armadura de Aries…’’ Fotogramas que culminan en los terribles acontecimientos que se han tomado lugar en el punto exacto de la línea de tiempo de donde proviene el abad de la justicia ‘’De mi armadura… No… de la armadura de mi discípulo, Mu de Aries… ella… me está transmitiendo todos sus recuerdos, así como lo hizo la primera vez en que nuestros destinos fueron cruzados… ’’ Se escucha entonces la voz de Shion, a medida en que la visual es devuelta hacia donde maestro y discípulo se encuentran cara a cara, denotándose entonces aun sobre Shion, la tenacidad y presencia de su energía universal, ya cada vez más intensa y amplia  sobre su humanidad, como una llama intensa y devoradora que se alza de manera inexpugnable, hasta llamar detrás de él, de manera ilusoria, a su constelación guardiana – Mu… debo decir que me has llegado a convencer sin siquiera decir una sola palabra más… Sin embargo, si has heredado por completo mi voluntad entonces ¡dejaré que las estrellas sean quienes juzguen cuan fuerte es ahora tu convicción y cuán lejos esta puede llevarte en nombre de la Diosa Atenea! – Exhorta con vehemencia al tiempo en que iza su diestra hacia los cielos, cubiertos de súbito por el oscuro espacio sideral, junto a sus hermosos y luminosos astros – ¡¡Revolución Estelar!!- los mismos que sin más son atraídos por la voluntad del santo de oro del siglo XVIII y son dirigidos hacia donde se encuentra ubicado el caballero del futuro… una reacción que da cabida a un suspenso carcomedor * 

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‘’Aunque sea la muerte la que nos espera al final del camino. Nosotros seguiremos peleando. Mientras el fuego de nuestras vidas siga encendido’’

 

*Los recuerdos que transitan en la mente del santo del futuro, súbitamente, se ven reflejados también en la mente de quien habrá de ser nombrado patriarca del Santuario, esto debido a esa habilidad innata que posee para comunicarse de manera voluntaria o indirecta con las armaduras, una acción que no deja de tener lugar en su psique – Con esto… ha sido más que suficiente…- esboza ligeramente, mientras su diestra continua apuntando hacia su discípulo, dando cabida a que un evento sin precedentes remarque la historia conocida y altere con ello la línea temporal pues una de las técnicas más poderosas del Santuario se enfrenta a si misma a través de ambos representantes de Aries; pasado y futuro, ambos con el mismo sentimiento y deseos de justicia; características que se ven impregnadas en los ojos de Shion, los mismos que se ven voluntariamente sellados bajo el fino decaer de sus párpados a medida en que la visual es consumida por el descomunal  impacto de las estrellas, chocando perfectamente una a una a través de una verdadera Revolución que no deja más que un hermoso y fulgoroso rastro de polvo estelar, el mismo que no tarda en invadir todo el escenario, dejando el resultado en completo misterio…* 

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Una vez más la humanidad debe enfrentar a la oscuridad, así como a la extinción, pues desde las profundidades del Tártaro se levanta el portentoso Laberinto de Cronos, una clara señal del final de una era, pues los mismísimos Dioses deben enfrentar una batalla de la que no saldrán ilesos, ya que los antiguos regentes del mundo se erigen con una voluntad dominada por la venganza, pues han pasado milenios desde que fuesen recluidos en lo más profundo de la Penumbra… Es así como inicia la guerra por la supremacía, por el dominio absoluto y los únicos perdedores sin duda serán los humanos, aquellos que estarán en medio de un enfrentamiento que podría borrar todo rastro de vida mortal… Sin embargo, en la actualidad como desde la era del Mito los caballeros de Atenea se encuentran preparados para defender a aquellos sin el poder necesario, ya que su misión es la de salvaguardar la justicia y la paz en nombre de Atenea, la benevolente Diosa que rige la Tierra… Tras el descenso de Cronos, puede sentirse como el caos aumenta en la Tierra, pues esta pareciera reaccionar ante una presencia que amenaza con destruir toda forma de vida. Sin embargo, aquello solo es una pequeña muestra de la desesperación y el dolor que trae la guerra, ya que se anuncia la inminente caída del Santuario cuando frente a la casa de Aries aparece el gigantesco cosmos de uno de los doce Titanes, llevando consigo la misión de evitar cualquier interferencia hacia el Rey del Tiempo… Objetivo: Proteger al Santuario, las llamas del reloj siguen ardiendo (Destruir a los caballeros dorados) Participantes: Shion y Mu de Aries vs Titán Plazo: Los turnos deberán exponerse cada 24 hrs. Habrá una semana de plazo en caso de que se realice vía inbox. Orden de turnos: Titán, Mu y Shion.

*Precisos instantes en los que un fenomeno insual comienza a revelarse en el pacifico firmamento que se levanta sobre los dominios de la diosa portadora de la égida, el cual se manifiesta en enormes y espesos cumulos de nubes oscuros que se aglomeran en medio de estrtuendos y destellos relampagueantes que extrañamente tienen matizes azabaches, las cuales de momento a momento caen sobre la estructura rocosa que preceden al primer partenon zodiacal. Mas con el corrrer de los segundos las anomalias comienza a agudizarse puesto que como si se tratase de una tormenta, enormes corrientes de viento oscuro se arremolinan en el punto mencionado resquebranajndo el suelo y levantando una serie de escombros y polvareda como si de una explosion se tratase, tras aquel hecho el panorama comienza a aclararse de a pocos para luego mostrar una silueta humana que permanece de pie en medio de las grietas envuelto en espasmos electricos de las mismas matizes observadas en el firmamento, las cuales con cada parpadeo emiten un sonido caracteristico hasta desvanecerse completamente. Es asi que finalmente queda revelado la cabellera rubia de aquel extraño ser que viste unas piezas metalica de matices violetas quien observa con una serenidad inquietante el simbolo que se levanta sobre la cupula de la casa del carnero dorado.*

*Hacia cuyo interior la escena se traslada de manera paulatina, permitiendo ver entonces como es que en cada uno de sus rincones se destaca la presencia de un hermoso rastro de partículas cósmicas en forma de polvo estelar; producto del reciente choque de técnicas entre maestro y discípulo; siendo la silueta del segundo de ellos la que logra vislumbrarse en primera instancia, aun con su diestra extendida hacia el frente –Mu… el paso por la casa de Aries se te encuentra permitido desde aquí en adelante…- son las palabras expresadas por Shion, hacia su estudiante del futuro a quien le habla con orgullo y esperanza, mientras retoma su postura habitual, emulando una sonrisa de satisfacción ante la resolución de quien sin más ha reconocido por completo como su digno sucesor y además de ello, como el más poderoso santo de Aries – El destino de nuestra Diosa se encuentra en tus manos y en el de los demás jóvenes caballeros que han arribado junto a ti en esta importante misión…- prosigue con su diálogo, más sin embargo una delgada línea ilusoria atraviesa súbitamente su sien, deteniendo por completo el avance de sus palabras ‘’¿Qué significa esto? Siento un poderoso y terrible cosmos en las acercándose de manera precipitada a la casa de Aries… un cosmos agresivo y maligno’’ advierte dentro de si el portador de la cloth que representa al vellocino de oro, conforme levanta su mirada para dirigirla hacia el exterior de su templo, asumiendo una expresión grave, como si lo que estuviese descubriendo le inquietara todavía más… - ¡Mu… apártate! *

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'Aunque sea la muerte la que nos espera al final del camino. Nosotros seguiremos peleando. Mientras el fuego de nuestras vidas siga encendido’’

*Las palabras del Muviano de cabello esmeralda flotan con una gracilidad perfecta no sólo hacia el oído de quien viste el ropaje de Aries cuyo pelambre es violeta, sino hacia su propia conciencia, generando una sensación de agrado y reconocimiento, ante aquél que muchos años en el futuro, le otorgara la autoridad sobre dicha Armadura Dorada, siendo palabras similares las que escuchara en tal ocasión. – Maestro, gracias por su apoyo. Desde la primera vez que vestí éste Manto, no he hecho menos, que ser fiel a sus enseñanzas y a la guía de nuestra Diosa. – Cierta tranquilidad se cierne en la humanidad del enviado del futuro, pues es cierto, que un ejército que tenga de su lado al Poderoso Carnero Dorado, a Shion de Aries, no tiene más ruta que el triunfo. “Es tiempo de encontrar a los demás.” Dicho esto en su mente, el Muviano gira su cuerpo e inicia un trote veloz hacia la salida del Primer Templo y justo cuando su cabellera cruza el umbral mismo de aquel edificio sacro, una sensación horrible invade sus sentidos, ante lo cual, sus pasos se frenan y con premura, entorna su mirada hacia un punto más allá de la entrada del Templo, fijando toda su atención en aquellos sucesos. – Maestro! – Exclama con urgencia, en tanto su cuerpo se tensa y su mirada se agudiza. “Acaso Cronos ha decidido mostrar sus cartas? Tal vez, éste sea el momento en que dé inicio el verdadero enfrentamiento.” Con este pensamiento, su atención gira levemente, tratando de ubicar a través de su cosmos a sus compañeros contemporáneos. “Santos de Athenea, cierren filas y prepárense!”. Los puños se cierran con ahínco, algunos chispazos revuelan, al igual que la blanca capa del descendiente del Continente perdido, de la raza de forjadores de Armaduras, del Guardián de la Primera Casa Zodiacal, así pues el cosmos de Mu de Aries vuelve a vibrar en su propio hogar.*

*-Humanos...el reinado de Chronos ha de comenzar ahora- Portentosas palabras son arrojadas de entre sus fauces al momento que pisa con potencia el rocoso suelo para iniciar su avance, mas al contacto del metal que recubre sus pies y el suelo, enormes descargas electricas del mismo matiz azabache se diseminan por todos lados para luego proceder a rodear su cuerpo como fugaces flasheos que emiten un sonido caracteristico - y ustedes que protegen a Athena...- Continua una vez llegado hasta una posicion cercana a los guardianes del primer recinto zodiacal a quienes hace alusion -...desistan de tal deber y la benevolencia del omnipotente Chronos y la mía les seran concedidas- Finaliza cerrando su puño con la suficiente fiereza que terminan desprendiendose fugaces espamos electricos.*

*Así pues, en retrospectiva desde la posición del recién llegado, la atención regresa paulatinamente hacia donde se encuentra ubicado el protector del primer recinto, cuyo rostro se ve parcialmente ensombrecido por las sombras que se proyectan por debajo de su yelmo, siendo solo la parte de sus labios y su mentón lo único que ahora puede apreciarse –No hay lugar a dudas entonces... La sensación que se ha venido percibiendo junto al arribo de los jóvenes caballeros del futuro ha sido debido a que el  Megas Drepanon ha reaccionado a los vestigios del cosmos de su legítimo portador... Y sin duda el haber permitido que ellos vengan a este tiempo ha servido también para beneficio de él... - delibera abiertamente, para tras ello comenzar un lento y elegante avance en dirección al declarado sirviente del titán que derrocó a Urano. Y es mientras que la distancia entre ambos personajes empieza a ser acortada, que se destacan por completo los hermosos detalles de la ornamentación de la sagrada armadura del protector del Haku You Kyu -¿Acaso… pretendes que yo… un santo dorado que protege la justicia y la paz en nombre de la Diosa Atenea, le dé la espalda a todo en lo que creo y le rinda pleitesía al Titán del tiempo, solo porque si? – prosigue entonces con cierta desilusión y molestia como respuesta a las palabras escuchadas por parte de aquel enigmático personaje cuyo nombre le es aún desconocido – Que ocurrencia tan estúpida…- agrega con elocuencia, dejando espacio a un tenue silencio que es interrumpido solo por la onomatopeya de la secuencia del metal de sus botas al tocar el marmoleado piso. El cual empieza a verse también resquebrajado ante cada paso dado por Shion, cuyo cuerpo empieza a verse abordado voluntariamente por una invisible presión que nace, producto de la manifestación intangible del poder universal que radica en su interior,  causando con ello que tanto la capa que pende de sus hombros, como también sus alongados cabellos se vean erizados por el efecto que dicha presión genera a su alrededor - Te diré una cosa… sirviente de Cronos…- prosigue, imprimiendo un fuerte sentimiento de euforia y determinación en su tono de voz - Aunque tenga que levantar mi puño en contra del mismísimo Titán del Tiempo y sea mi propia vida la que tenga que pagar como precio para detener su cometido,  con gusto aceptaré tal precio – palabras que adhiere a su diálogo a medida en que aquella presión comienza a tornarse cada vez más visible y abordada sutilmente por fulgurosos matices de tonalidades doradas, tan vivos y dorados como los propios rayos del sol; los mismos que convergen finalmente dando forma a un manto cósmico que enaltece toda su figura y destaca nuevamente en escena sus inmaculadas facciones - ¡Yo, Shion de Aries… de detendré aquí y ahora!- resuelve finalmente, al tiempo en que detiene su avance, al verse ya ubicado a una distancia cercana a su enemigo inmediato… Mostràndose ante él, con la determinaciòn absoluta que lo caracteriza*

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*La furia sube hasta el rostro del de cabellos morados al escuchar la palabras tan simples como toscas de aquel invasor suicida, pues ningún otro suceso se puede esperar de un enfrentamiento entre los Santos de Aries. La mirada adusta y fija del Muviano se acerca poco a poco a través de la penumbra, sin desenfocarse de la figura del ser oscuro. La fiereza de su mirada fluye hacia todo su cuerpo, de forma que el taconeo sigue siendo simétrico, aunque se aprecia en el sonido que levanta, una presión inusual, desacostumbrada. – Tú! – Exclama altisonante, dirigiéndose al invasor. – Vuelve sobre tus pasos si aprecias tu horrenda vida, y dile a Cronos que no logrará derrotarnos y mucho menos tomar posesión del mundo. – Poco a poco la figura del orador, se deja ver por entre las sombras, especialmente notables la capa y los cabellos que llaman la atención por su elegancia, dominio y perfección, así como la hermosa Armadura del Carnero Dorado. – Dile además que si insiste, se chocará sin solución alguna, contra Athenea y su Ejército! – La mirada se ilumina en la abertura de aquel Templo, siendo iluminada por el fulgor de la luna, que no escatima en haces de luz, como si quisiera presenciar en detalle el suceso que está por acontecer en aquel escenario. Y bajo el auspicio del satélite, dos Santos de Aries se para lado a lado, firmes en su intención de defender con su vida aquel recinto, y determinados a que ningún daño ocurra sobre la salud de la Diosa Athenea, tal ánimo es palpable en el ambiente que de inmediato se llena de átomos dorados los que parecen viajar plácidos y en un sentido predeterminado, girando en torno a la entrada de la Primera Casa Zodiacal, como si afianzaran su presencia y posesión, de igual manera la figura estoica y magnífica de Maestro y Alumno se observan imponentes sobre la oscuridad del Santuario.*

*Ninguna palabra es oída de entre los labios del titán tras lo mencionado por los atenienses, solo el sonido de aquellas corrientes eléctricas que comienza a recorrer todo su brazo de manera más intensa es lo que se oye en los siguientes segundos mientras sus pupilas que parecen visualizar la nada de pronto se dirigen hacia el santo venido de un tiempo aún inexistente en esta época –Debo reconocer tu valentía humano, pero te olvidas de tu posición, porque los dioses siempre estaremos por encima de ustedes…ustedes no son más que imitaciones nuestras, ese es su destino- Dictamina mientras aquellas enormes protuberancias que se proyectan de sus brazos como largas espuelas comienzan a cargarse con todas aquellas energía de electricidad mostradas hasta ahora las cuales negras como el ébano mismo adquieren cierto brillo inusual –Pero a pesar de ser inferiores, yo Coeos del relámpago negro me permití darles una oportunidad de que sirvan al omnipotente Chronos, ustedes dos no encontraran tamaña generosidad del resto de mis hermanos, principalmente tú, que te atreves a acercarte tanto a mi- Continua esta vez apuntando directamente con su pulgar al muviano venido de otros tiempos a la vez que su rubia cabellera comienza a alborotarse por las ondas creadas por aquellos destello relampagueantes que terminan por rodear toda su humanidad –Acercarse demasiado al fuego oscuro puede resultar perjudicial para ti, ¿acaso no le enseñaste eso a tu…-De pronto su palabras quedan suspendidas en el aire al igual que algunos restos eléctricos, puesto que la velocidad que solo los titanes de su rango son capaces de alcanzar, le permite posicionarse muy cerca del futuro patriarca en menos de un parpadeo con la diestra flexionada hacia atrás al igual que sus piernas lo cual le permite estar a la altura del abdomen de su objetivo -…discípulo? – Culmina sus palabras mientras con una gran potencia dirige su puño justamente al pecho de Shión buscando conectarlo dada la escaza distancia, lo cual de lograrlo proyectaría por su cuerpo aquellos destello eléctricos que destrozarían su dorada armadura y sus músculos mientras su cuerpo iría entumeciéndose lentamente dada aquellas descargas oscuras.*

*Pareciera que las fuerzas en disputa se alzan y empiezan una confrontación a nivel atómica, compitiendo por el espacio y el volumen del mismo, de forma que algunos haces dorados y otros oscuros compiten y se entrechocan. De un momento a otro, en un punto de aquel espacio del Primer Templo, algunos haces dorados desaparecen, dejando apenas un rastro de algunas ondas de presión que se dispersan en todas direcciones. Un estruendo se alza con vehemencia por el lugar, el sonido más estentóreo hasta el momento, cual si fuese el que proviene después de un choque exagerado. Algunos cabellos violetas se alzan a espaldas del Santo Dorado de Aries de la era moderna, quien se observa de pie, justo por delante de su maestro con sus manos extendidas hacia el frente. – Coeos, no te atrevas. – Exclama con voz firme, entre tanto la mirada clara se enfoca con agudeza y determinación en el rostro del Titán. – Están tan convencidos de ser los dueños del Universo, que su vanidad será la principal causa de su desaparición. – Dicho esto, la silueta del Muviano se enmarca entre los haces dorados, aquellos que parecieran surgir de su cuerpo y que rodean con una magnificencia única al Atheniense, compitiendo con aquellos otros de tonalidades oscuras, al igual que las voluntades de los contrincantes compiten entre sí. – Debes saber que incluso un relámpago tarde o temprano deja de brillar, y será aquí en el Santuario donde ocurra! – Las palabras del Dorado parecieran apalancar la fuerza y fortaleza del espíritu de combate, de forma que una presión mucho más intensa se siente en aquel lugar, que se refleja en un vaivén incontrolado de algunas partículas de polvo, además de flujos inconsistentes de viento, originando un punto que interrumpe el flujo natural de fuerza, mismas que se alteran por la presencia energética del Carnero Dorado.*