Un Templo Masónico dentro de tu Hogar

Un hermano masón despertaba de Madrugada como cada Sábado , al sonido de su alarma en vibrador de su teléfono , se calzaba sus zapatos , se ceñía su mandil y, con cuidado de no despertar a su amada dormida, iba a esa cita con la Gran Luz , se dirigía hacia esa parte de su hogar donde se tenía montado un pequeño templo masónico. Era su parte favorita, de su casa, y su momento de paz y reflexión, que era siempre reconfortante , eran siempre entre las tres y las cuatro de la mañana los días sábados ; la ciudad dormía profundamente, y solo las luces de las calles principales parpadeaban en la densa oscuridad. Tocaba la puerta a la vez que la abría, la puerta de ese pequeño templo masónico . En esas horas, las imágenes se cernían a su alrededor, él había escrito su propia liturgia con un ritual abreviado para la ocasión de abrir los augustos trabajos de forma individual , las ideas dentro de ese templo destellaban y una vez abiertos los trabajos , sentado es oriente , la mano simplemente escribía lo que le dictaba esa su voz interior , para su asombro sentía no estaba solo , sino que Dios se manifestaba flotando sobre la pequeña ara sagrada de ese templo . Obra maravillosa de Dios es todo esto se decía , y el hermano masón a veces se sobrecogía demasiado , al ver esa luz violeta flotando sobre el Ara , pero no podía escapar del encanto de este milagro de madrugada, algo que resultaba inaccesible para la gente del mundo de fuera.

A nadie, ni a sus hermanos le había contado que en su hogar tenía ese Pequeño Templo Masónico. Solamente de la existencia de ese Templo lo sabía, él, su esposa y Dios , pero nadie más, eran esos momentos para nuestro hermano masón como un adelanto al Paraíso.

Luego , de clausurar los trabajos , en una masónica formula ritual igual de resumida , regresaba de nuevo a lado de su amada, y en silencio se recostaba

Tenía la sensación de haber estado en el Cielo junto a Dios en esa breve Tenida Masónica , pero tenía que regresar de nuevo al Mundo , darse luego un baño, echarse al Mundo de todos los días y sumergirse en la inexistencia del sueño diurno , donde todos los humanos duermen con apariencia de estar despiertos , todos con la grave apariencia de la muerte en sus rostros .

La Vida y el Mundo lo estaban esperando, luego de la Tenida. El Hermano masón sabía lo que eso significaba: otra vez el mundo palidecido, el tráfico, llantos, chantajes, facturas por pagar; problemas incontables . Amaba a su vida ; sin embargo, se preguntaba por qué debería regresar al Mundo si había estado con contacto con Dios por alrededor de una hora , siempre de madrugada , a las 3 de la mañana . Esa vez al salir del templo miró hacía la puerta cerrada de su pequeño templo masónico , suspiró y entró de nuevo al mundo de los sábados por la mañana , de ir de compras al mercado con su esposa, comprar pizza y visitar a sus nietos.

Conocía el temperamento de su esposa, a veces dulce ,otras enojada. Amable y autoritaria, una mujer luchadora, todavía sentía su amor y olvidaba todo, su gran ilusión era regresar a su pequeño templo los sábados a las 3:00 de la Madrugada , para estar al lado de su Dios “El Gran Arquitecto del Universo”. Lo sabía: los momentos del mundo secular son fugaces no importaban, solo esos minutos por semana en su templo era su verdadera vida; Dios le regalaba un momento , donde era plenamente Consciente .

Nuestro hermano masón se las arreglaba de alguna manera para soportar la vida fuera de su pequeño templo masónico , en ese Pequeño tiempo sentía que era verdaderamente él , y se preguntarán , ¿Por qué nuestro hermano, si tanto le gustaba , no iba con más frecuencia su pequeño templo si estaba justo dentro de su casa? Y la razón era que ese Pequeño Templo, solo aparecía en su casa los sábados por la Madrugada . El Hermano masón , otras veces buscaba ese Templo Masónico, pero no lo ubicaba, pronto se dio cuenta de la inutilidad de sus esfuerzos por encontrarlo, pero el templo era real , su misma esposa había entrado en ese templo masónico y maravillada por el milagro , daba fue de que existiera , al menos los sábados por la madrugada, una vez dentro del templo tenía que salir rápidamente, pues el ambiente se sofocaba , al punto de no poder respirar, era como si el Templo mismo lo echara para afuera , cuando el hermano masón quería o pretendía estar por más tiempo . El torrente de energía dentro de ese Templo era impresionante , pero estaba acostumbrado a esas sacudidas de energía, y el hermano masón sabia manejarlas . Allí estaba su refugio – era la del Templo una Luz clara , potente y acogedora , te sumerges en ella y te cobija, te acaricia, te envuelve y finalmente te disuelve en sí misma; te conviertes en parte del Universo y era maravilloso y simplemente pides a Dios para que eso se prolongue más tiempo .

Debes estar atento hermano masón, seguro , en tu casa se habré ese portal inter-dimensional masónico y puedas ingresar a este Templo Masónico al menos por unos minutos.