Uno se los Secretos mejor guardados

Uno de los Secretos mejor guardados de las tradiciones herméticas se relaciona íntimamente con  los Rituales Sexuales de inicios de la primavera.  En la remota antigüedad en Escuelas de Misterios se ponía de relieve las leyes principales  y  las verdades fundamentales que cada iniciado o iniciada, debía de recorrer en algún momento de su camino iniciático; y esto incluía claro aspectos ritualísticos sexuales.

Recogiendo estas verdades antiguas en las cuales se proclama como principio básico que el “Sexo” es la más poderosa energía manejada por el Ser humano, y la fuerza principal por la cual la Naturaleza se manifiesta.

Algunas Sociedades Secretas que aún conservan estas tradiciones, se  está consciente de confiar solamente a unos pocos estas enseñanzas milenarias, personas dignas de confianza a las que  se les recuerda la antigua recomendación  de no “Echar Perlas a los Puercos” .

Enseñanzas Secretas que activan poderes insospechados en los Iniciados que las practican.

Es deplorable que muchas de estas prácticas cayeran en manos perversas, un Camino  Real  no apto para lujuriosos, imbéciles y charlatanes,  ni para buscadores de formulas para satisfacer su morbo y sus bajos instintos,  que los utilizan para fines egoístas, para luego terminar dañándose a sí mismo y lo peor para dañar a otros seres humanos.

Es un camino exclusivo y reservado para auténticos iniciados masones y para también escasas iniciadas en los misterios augustos de la Orden Masónica,  iniciados e iniciadas que le darán una utilidad superior.

Preservarnos de los estados psíquicos mórbidos y decadentes, sólo utilizados por iniciados mentalmente fuertes, porque las facultades superiores  sólo  se dan a quienes saben utilizarlas y apreciarlas. Estas fuerzas interiores al iniciado sino cuando se han dominado distintas emociones o pasiones,  lo que ocurre  gracias a una voluntad fija y paciente,  probada ritualmente.

El autentico camino iniciático quiere hacer de cada uno de sus discípulos una ser individual e independiente, y así le deja en libertad de emanciparse y trabajar en su propio perfeccionamiento, sin comunicarle más que un método y unos consejos útiles,  para que luego ellos y ellas experimenten, sin nunca caer en un dogma fijo de cómo y cuándo deban realizarse estas prácticas; fijando realizarse  tales rituales en la espontaneidad y en el amor autentico entre iniciado e iniciada.

El iniciado se enfrentará conscientemente a  la fuerza más poderosa de la Naturaleza el “Sexo” ; no precisa al principio ya esté en condiciones de comprender a fondo la doctrina secreta que ahí se encierra.  Pero en el iniciado despertará en  su momento una claridad increíble, y verá trazado en su  Yo Interior unido al  Yo de su pajera el sendero a seguir, así corresponderá a ambos tomar la barca misteriosa y dirigirla hacia la otra orilla donde resplandece la Gran Luz.

El Sexo, esa puerta del Edén que se nos cerró dejándonos fuera,  esa misma puerta se abrirá de nuevo para dejarnos retornar al Paraíso.