Y el principio que de aquí se desprende, es que la Masonería profesa la tolerancia más absoluta en materia de creencias religiosas,
Hé aqui pues el conjunto de la enseñanza secreta de los Jefes de la Masonería: .
Hacer resaltar los derechos del hombre segun el estudio de
El hombre aislado. El hombre social aislado.
El hombre social en sociedad.
Reivindicar para el hombre la toma de posesion integral de todos estos derechos, cuya privacion constituye una usurpacion criminal, contra la cual son buenos todos los medios de accion.
Aniquilar el Catolicismo que es un abuso de confianza criminal, contra el cual son igualmente buenos todos los medios de accion.
Reconocer la existencia de una Causa Primera, de la cual el Hombre y la Creacion son efectos, y el Alma humana una emanacion, inmortal como ella.
Comprendereis, ahora, Hermano por qué el triángulo equilátero es nuestro Supremo emblema que nos recuerda sin cesar que debemos E
ha
Reivindicar todos los derechos del hombre,
Aniquilar el catolicismo.
Reconocer la existencia de una Causa Primera, con un ardor, una persistencia y una energía iguales que no debemos abandonar, detener ó dejar vencer. ,
En cuanto á los medios que hay que emplear para conseguir nuestro objeto, todos son buenos con tal que tengan buen éxito, porque como soldados entusiastas y abnegados del Bien, de la Virtud y de la Verdad, nuestros triunfos lo son del Bien, de la Virtud y de la Verdad.
Os debo, Hermano, una aclaracion acerca de nuestros Rituales. No siendo la Masonería otra cosa que la resolucion en accion, otra cosa que una conspiracion permanente contra el despotismo político y religioso, la Masonería no se ha exornado con esas farsas ridículas, por médio de las cuales, los príncipes y los sacerdotes, ponen en evidencia ante la Sociedad, los papeles que desempefan y que han usurpado y robado.
Pero log príncipes y los sacerdotes, no pudiendo vencer una institucion que les es hostil y temible, han tenido en diversas épocas, la perfidia de pasarse al campo enemigo, haciéndose Masones é introduciendo en la Masonería esos usos, esas fórmulas, esos títulos, esas leyendas absurdas que debian falsear el espiritu de la asociacion desnaturalizando sus tendencias, y que, en lugar de las docrinas liberales y democráticas, parecian favorecer á los principios religiosos y aristocráticos.
Nuestros Jefes, en presencia de este peligro, apretaron los lazos de los verdaderos miembros de la Sociedad Secreta por excelencia como lo es la masonería, y deseando asegurar, si nó la proteccion, al ménos la tolerancia de los poderosos de este mundo, les dejaron tomar parte en les trabajos masónicos, de los cuales no les revelaron sino to que tuvieron á bien revelarles.
Viendo sin pestañear la Masonería trasformada en la apariencia en una sociedad tan insignificante como es posible, de beneficencia y caridad, de la cual los poderosos de la tierra creían tener los hilos, nuestros Jefes les dejaron declarar que la Política y la Religión eran completamente extrafñias á la Masonería.
Habeis tenido que pasar Hermano, estas prácticas absurdas y ridículas, que son para nuestra sociedad el pabellon protector, bajo el cual puede, aceptada en todas partes, trabajar en la sombra y el secrete, en el sublime fin que está destinada á esperar.
No sabria recomendaros suficientemente, Hermano, cuan importante es que los juramentos de todos los Grados, así como el Juramento de Secreto que debe cerrar toda reunion masónica, se presten en los términos más precisos, y de una manera tal, que constituyan para nosotros los Masones, lazos verdaderamente indisolubles. Esto nes permitirá estar seguros de les útiles y separar á los inútiles,
Debeis precurar, Hermano, tener en cada Taller un núcleo de Hermanos influyentes, si nó convencidos, al menos interesados, que puedan hacer de carnaza social de cada Taller, bien sea por Hermanos que quisieran presentar el blanco á costa de riesgos y peligros personales, ó, lo que es preferible, que fuesen profanos.
En este caso, haced exagerar la forma de protesta contra el régimen social, político, económico y religioso actual, con objeto de poder entonces, una vez levantado el ánimo y removido el terreno por tales exageraciones, sembrar nuestras verdaderas doctrinas, que tendrán un carácter verdaderamente moderado.
Evitad, sin embargo, inclinaros demasiado hacia Jos proletarios,
porque estos reclaman, pero poco ayudan. Nuestro verdadero objetivo son las clases dirigentes cuya superficial instrucción y ambición inconsiderada, constituyen para nuestras doctrinas, el medio más favorable á su desarrollo.
Evitad siempre y en virtud de los mismos principios, mezclar á la Orden, de una manera directa, en cualquier asunto, y por lo tanto, impedid en cuanto sea posible, las publicaciones masónicas.
Pero si las circunstancias hicieran indispensable la intervencion directa de la Orden, escojed de aritemano al Hermano que debe ser víctima de esta inmixtion, y que deba desempeñar el papel de emisario, para que su sacrificio, hecho públicamente y con el mayor ruido posible, devuelva á la Orden su inocencia sin mancha.
La Orden debe quedar inmaculada, inaccesible á la sospecha. ¿No es ella la Gran Vengadora del Gran Maestro asesinado? ¿Su papel no es el de Gran Justiciero de la humanidad?
El Gran Maestro inocente, lo has presentido, es el hombre, el hombre que es el Rey y Señor de la Gran Naturaleza, el hombre que nace inocente, puesto que nace inconsciente.
Nuestro Gran Maestro inocente había nacido para ser feliz; para gozar en toda su plenitud, de todos sus derechos sin excepción.
Pero cayó bajo Jos golpes de tres asesinos, de tres infames que han levantado obstáculos formidables contra su bienestar y sus derechos, concluyendo por aniquilarle.
Estos tres asesinos infames son:
La Ley, La Propiedad, La Religión.
La Ley, porque no es la armonía perfecta entre los derechos del Hombre aislado y los deberes del Hombre social en Sociedad; Derechos que nos son propios en toda su integridad, Deberes que no son sino la consecuencia inmediata del derecho que tiene cada uno de nosotros de gozar de sus derechos sin que nadie pueda impedírselo. :
La Propiedad, porque la Tierra no pertenece á nadie, siendo sus productos para todos, á la medida de las necesidades reales y el bienestar de cada uno.
La Religión, porque las Religión es no son sino sistemas filosóficos que se deben á hombres de genio; sistemas que los pueblos han aceptado bajo la condición expresa de que vengan á constituir un acrecentamiento de bienestar para ellos,
Ni la Ley, Ni la Propiedad,
Ni la Religión, pueden imponerse al Hombre; y como ellas le nulifican y le privan de sus Derechos más preciosos, éstos son los asesinos de los cuales hemos jurado tomar la más ruidosa venganza; estos son los enemigos de los cuales hemos jurado una guerra sin cuartel, una guerra á muerte.
De estos tres enemigos infames, la Religión es la que debe ser el objeto constante de nuestros mortíferos ataques, porque los pueblos jamás han sobrevivido á su Religión y porque matando á la Religión tendremos á nuestra merced la Ley y la Propiedad y porque estableciendo la Religión masónica sobre los cadáveres de estos tres asesinos, así como la Ley masónica y la Propiedad masónica, es como podremos regenerar á la Sociedad.
Y como todos nuestros secretos masónicos están impenetrablemente ocultos bajo símbolos, los del Grado. Supremo á que habeis llegado se encuentran ocultos bajo el Símbolo de nuestro Grado.
El Aguila os recomienda la Sabiduría, es decir, que debeis poner por parte vuestra el mayor número de probabilidades posibles, de buen éxito, á fin de consagraros en seguida eficazmente á la realizacion material de la doble divisa