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General: El Ojo de la Eternidad
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De: Kadyr (Mensaje original) |
Enviado: 13/08/2025 20:51 |
El Ojo de la Eternidad
Vamos hoy 26 de julio de 2025 a abordar el tema "El Ojo de la Eternidad", un objeto capaz de grandes proezas, como cambiar el rumbo de las cosas en el mundo, y que otorga a quien lo posea el dominio absoluto sobre el Mundo.
Algunos a este objeto de poder lo toman como un talismán, una joya , una reliquia , un objeto de poder.
El Ojo de la Eternidad el Gran Secreto de los Masones
Hay un símbolo masónico que llevas viendo toda tu vida y, probablemente, nunca te diste cuenta. Está en el billete de un dólar: un ojo que todo lo ve sobre una pirámide, este ojo en el billete de un dólar , es la representación de este objeto de poder masónico , pero muchos masones afirman que este ojo existe oculto en alguna bóveda secreta en algún lugar del planeta, y muchos masones y no masones se han dado a la tarea de encontrarlo y utilizarlo.
Muchos se preguntan ¿Qué significa este ojo dentro de un triángulo y por qué está ahí? Algunos dicen que es una pista de que esta sociedad secreta ha estado controlando el poder durante siglos. Y lo más sorprendente es que 15 presidentes de Estados Unidos han sido masones. La leyenda de "El Ojo de la Eternidad" no es sólo una historia inventada; está llena de símbolos, detalles reales y secretos que, de niños, no supimos ver. Hoy te voy a contar lo que nadie te explica sobre los masones. ¿Qué esconden? ¿Por qué se les asocia con lo oscuro? ¿Y si de verdad controlan el poder? ¿O será porque tantos de los hombres más poderosos del mundo han sido parte de esta hermandad?
Aquí esta una historia a manera de cuento o relato masónico.
Benjamín un niño de 12 años no debería estar ahí, pero necesita saber lo que nadie quiere contarle. Revisa cajas, papeles, lo que sea; busca una pista hasta que encuentra un masónico libro muy antiguo. Se dice a si mismo ¿Y si los rumores son reales? ¿Y si su familia de verdad guarda un secreto? Antes de que pueda abrir el libro, su abuelo lo descubre, pero no se enoja. Decide que es hora de contarle el legado familiar. Lo sienta y empieza la historia.
En 1832, sólo quedaba con vida uno de los hombres que firmó el documento más importante de Estados Unidos: la Declaración de Independencia. Su nombre era Charles Carroll de Carollton y era francmasón , y sabía que estaba muriendo. El tiempo se agotaba. Llevaba años guardando un secreto y no podía morir con él. Tenía que pasarlo a alguien en quien pudiera confiar. A medPeter oche, despertó a su mozo de establo y le ordenó llevarlo a la Casa Blanca. Tenía que ver al presidente Andrew Jackson, pero al llegar, el presidente no estaba, y Carroll no podía esperar más. Así que se lo dijo a la única persona que tenía enfrente: su mozo, Thomas , el antepasado de Benjamín .
¿Y cuál era el secreto? La existencia de un objeto de poder, mucho más grande de lo que cualquiera podría imaginar: "El Ojo de la Eternidad". Una joya legendaria que había sido fabricada por magos de caldea para el mismo Rey Salomón , un objeto capaz de grandes proezas, como cambiar el rumbo de las cosas en el mundo. Quien posea este artefacto tendrá al mundo a sus pies. Un objeto que desató guerras, que pasó de civilización en civilización, y que, cada vez que cambiaba de manos, se volvía más poderoso, hasta que un día desapareció.
Más de 2000 años después, en Jerusalén, un grupo de valientes caballeros enviados por el mismo Vaticano lo encontró de nuevo. Estaba escondido bajo el templo de Salomón. Y cuando lo vieron, supieron que no podía pertenecer a un sólo hombre, ni siquiera a un rey. Lo sacaron de Jerusalén, lo llevaron a Europa y formaron una orden secreta: los Caballeros Templarios. Durante siglos, lo protegieron, hasta que, con el tiempo, crearon una nueva hermandad: los masones. La red creció, se expandió por todo el mundo, hasta llegar a Estados Unidos. Ahí, algunos de sus miembros eran George Washington, Benjamín Franklin y Paul Revere. Y cuando estalló la Guerra de Independencia de Estados Unidos, sabían que "El Ojo de la Eternidad" estaba en riesgo. No podía caer en manos británicas, así que hicieron lo único que podían hacer: lo escondieron y, para protegerlo, dejaron pistas, mapas y códigos secretos. Con el tiempo, casi todos se perdieron. Uno a uno fueron olvidados, hasta que sólo quedó una pista. Esa fue la que Charles Carroll le confió al joven Thomas Gates: una sola frase: "El secreto está en Victoria ".
Benjamín pregunta: "¿Quién es Victoria ?" Su abuelo le dice que eso ni siquiera Carroll lo sabía, porque los masones nunca dejaron respuestas claras, sólo pistas en monumentos, en documentos y hasta en los lugares más comunes. Saca un billete de un dólar y le muestra los símbolos: la pirámide incompleta, el ojo que todo lo ve. Son símbolos que vienen desde los Caballeros Templarios, que ocultan las respuestas sobre "El Ojo de la Eternidad". Sólo hay que saber mirar.
Pero entonces, alguien interrumpe. Es Patricio , el padre de Benjamín . Le ordena al abuelo que pare, que deje de llenarle la cabeza con esas fantasías. Ese dólar que trae en la mano es toda la fortuna de la familia. Seis generaciones buscando un mito que nunca existió. El abuelo responde que nunca se trató del dinero. Benjamín , con los ojos brillando, pregunta: "¿Nosotros somos Caballeros Templarios?" El abuelo sonríe, le pide que se arrodille y dice solemnemente: "Benjamín , has decidido asumir el deber de los templarios, los masones y de la familia Gates. ¿Juras cumplirlo?" El niño, emocionado, asiente.
Treinta años después, Benjamín sigue en busca de "El Ojo de la Eternidad", y esta vez está más cerca que nunca. Está en el Ártico, acompañado por su equipo: Carlos , un genio de la tecnología; Peter , el millonario que financia la expedición; y los hombres de Peter , matones armados que sólo están ahí por el poder que promete el artefacto. Llegan al punto marcado, pero no hay nada, sólo hielo. Aún así, Benjamín está convencido. Empieza a picar la nieve; algo suena. Sigue cavando hasta que encuentra una placa oxidada. Le vierte un poco de agua, y ahí está, grabado con claridad: " Victoria ". Empiezan a remover la nieve con más fuerza y entonces lo descubren: un barco, la Victoria .
Análisis y Contexto
Aquí podemos empezar a analizar la historia. Habla de símbolos ocultos y un objeto de poder protegido por los masones. Y aunque suena a ficción, hay partes que tienen algo de verdad. Para empezar, la masonería es una sociedad secreta real. Ha existido durante siglos y sigue activa hoy, en 2025. A lo largo del tiempo, ha estado ligada a presidentes, élites económicas, líderes políticos y militares, a revoluciones, guerras y pactos que marcaron el rumbo de la historia, incluso a símbolos que vemos todos los días sin darnos cuenta de lo que significan.
Los masones han estado rodeados de tanto misterio que, para entenderlos, hay que volver al inicio. ¿Cómo empezó esta sociedad secreta? Hay muchas teorías. Algunos dicen que vienen de los canteros y albañiles constructores de Catedrales Góticas, otros apuntan a Moisés, otros de Julio César, Alejandro Magno, incluso de Jesús. También los han vinculado con los jesuitas, pero la teoría más llamativa, y la que retoma esta historia, es esta: que los masones son descendientes de los Caballeros Templarios.
¿Y quiénes eran ellos? Durante la Edad Media, miles de cristianos de toda Europa viajaban en peregrinación a Jerusalén. Uno de los sitios más visitados era el lugar donde había estado el templo de Salomón. Ese templo, según la Biblia, fue construido por el rey Salomón, hijo del rey David, para guardar el arca de la alianza, que contenía las tablas con los 10 mandamientos. Por eso, se creía que ese lugar era el más sagrado de todos, porque ahí decían: "Dios habitaba en la tierra." Y aunque el templo fue destruido por los babilonios en el año 587 a.C., su ubicación seguía siendo sagrada.
Pero llegar hasta ahí no era fácil. El camino desde Europa estaba lleno de bandidos, guerras y conflictos entre reinos y religiones. Muchos peregrinos eran asaltados o asesinados antes de alcanzar su destino. Para protegerlos, se fundó la Orden del Temple, mejor conocida como los Caballeros Templarios. Se les llamó así porque establecieron su base justo donde había estado el templo de Salomón.
La historia y muchas leyendas populares sugieren que, al instalarse ahí, los templarios descubrieron que los babilonios no habían destruido todo; que, bajo tierra, oculto durante siglos, quedaba algo valioso. Y que, en secreto, los templarios se dedicaron a excavar bajo las ruinas del templo en busca del arca de la alianza o, quizás, de algo aún más grande, como "El Ojo de la Eternidad".
Bajan a la bodega del barco. Están seguros de que ahí, finalmente, estará "El Ojo de la Eternidad". Pero no hay oro ni joyas, sólo barriles de pólvora. Benjamín sigue explorando y encuentra algo más: un cadáver vestido como capitán, abrazando un barril con desesperación. ¿Por qué un capitán abrazaría pólvora? Descubre un paquete con una caja que contiene una pipa. Benjamín la examina. Tiene una inscripción tallada. Peter se impacienta; no quiere perder tiempo, quiere el objeto de poder. Benjamín desmonta la pipa, le pone una gota de sangre al tallo y lo hace rodar sobre un papel. Y ahí está su nueva pista: "La leyenda escrita, la tinta esparcida, la llave en silencio contenida, 55 con pluma de hierro. "
Benjamín intenta descifrarla. "La leyenda escrita, la llave en silencio." Habla de un mapa, uno que está oculto. "La tinta esparcida" suena a tinta invisible, un mapa que sólo puede revelarse con un químico especial. "Al señor Matlack no ofenderá." Timothy Matlack fue el escriba oficial de la Declaración de Independencia, que fue firmada por 55 hombres. Todos se quedan helados. El mapa está escondido en el documento más importante y más protegido de todo Estados Unidos: la Declaración de Independencia.
Peter lo tiene claro: tendrán que robarla, pero Benjamín no lo va a permitir. Entonces, para Peter , Benjamín ya no es más que un estorbo. Su matón, Shaw, saca una pistola. Benjamín piensa rápido, enciende una lampara de petróleo y, con toda la pólvora en el barco, inicia una explosión. Peter y sus hombres salen corriendo, toman los vehículos y escapan. Sólo miran hacia atrás para ver el barco estallar. Lo que no saBenjamín es que Benjamín y Carlos han sobrevivido y no piensan dejar que nadie se robe la Declaración de Independencia.
Benjamín Gates y Carlos , aún recuperándose del impacto de la explosión en el barco Victoria , saBenjamín que no hay tiempo que perder. Han descubierto que planean robar la Declaración de Independencia para descifrar el mapa que lleva a "El Ojo de la Eternidad", un artefacto místico vinculado a los masones y los caballeros templarios, con el poder de alterar el destino del mundo. Decididos a proteger el documento, se dirigen a Washington D.C., pero sus advertencias a las autoridades caen en oídos sordos. Sin más opciones, Benjamín y Carlos toman una decisión audaz: robarán la Declaración ellos mismos para mantenerla fuera del alcance de Peter .
El Robo de la Declaración
En la capital, Benjamín y Carlos investigan la seguridad de los Archivos Nacionales. Cámaras, sensores térmicos y una bóveda impenetrable protegen el documento, pero la gala de aniversario del fin de semana ofrece una oportunidad. Durante el evento, los guardias estarán distraídos. Carlos , con su habilidad tecnológica, hackea el sistema y activa los sensores con un rayo láser, engañando a la seguridad para que traslade la Declaración a la sala de restauración, un área menos protegida.
La noche de la gala, Benjamín se infiltra disfrazado de conserje y luego se mezcla entre los invitados con un smoking. Encuentra a la Dra. Clara Diaz , experta en documentos históricos, y la distrae con una copa de champán mientras obtiene sus huellas dactilares, la clave para acceder a la sala. Sin embargo, Peter y sus hombres también están en acción, entrando por las alcantarillas. Benjamín llega a la Declaración primero, la saca de su vitrina y huye, pero Peter lo intercepta en el pasillo. Tras una breve persecución, Benjamín escapa por la tienda de regalos, pagando por una réplica para despistar a la encargada.
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De: Kadyr |
Enviado: 13/08/2025 20:52 |
La alarma suena cuando la seguridad descubre el robo. Clara Diaz , sospechando de Benjamín , lo sigue y lo confronta. En ese momento, Peter aparece y secuestra a Clara Diaz , exigiendo el documento. Benjamín interviene, rescata a Clara Diaz y revela que engañó a Peter : él tiene la Declaración original, mientras que Peter se llevó una falsificación. Furiosa pero intrigada, Clara Diaz exige respuestas. Benjamín le explica que Peter busca "El Ojo de la Eternidad", y que la Declaración contiene un mapa oculto. Para descifrarlo, necesitan las cartas de Benjamín Franklin , escritas por el mismo Benjamín Franklin.
El trío —Benjamín , Carlos y una reacia Clara Diaz — visita a Patricio Gates, el padre de Benjamín , en busca de las cartas. Patricio , escéptico sobre la búsqueda, se enfurece, pero Benjamín insiste. Extienden la Declaración y aplican jugo de limón en la parte trasera. Al calentarla con una secadora, aparece una clave oculta: un código que requiere un texto base para descifrarse. Patricio Gates revela que donó las cartas al Instituto Franklin en Filadelfia.
En el instituto, Benjamín y Carlos usan a un niño para infiltrarse en la exposición y recopilar el código de las cartas. Poco a poco, emerges un mensaje: "La visión para buscar el tesoro antiguo aparece cuando la sombra oscura pasa frente a la casa de Paz y Stow." Carlos deduce que "Paz y Stow" se refiere a la Campana de la Libertad. Sin embargo, Peter , que los ha estado siguiendo, intercepta al niño y obtiene la palabra final: "Stow."
En el campanario de la Campana de la Libertad, Benjamín , Carlos y Clara Diaz observan la sombra proyectada al atardecer. En el punto exacto, encuentran un ladrillo con un símbolo masónico. Dentro, descubren unos anteojos antiguos de Benjamín Franklin con lentes de colores. Al mirar la Declaración a través de ellos, aparece una nueva pista: "Here at the wall", pero "Here" tiene tres "e", sugiriendo un significado oculto. Antes de que puedan descifrarlo, Peter los alcanza, les arrebata la Declaración y el FBI arresta a Benjamín .
En custodia, Benjamín es interrogado por el agente Subdirector Bargas del FBI . Le cuenta la verdad sobre "El Ojo de la Eternidad", pero el Subdirector Bargas lo considera una fantasía. Mientras juega con las gafas de Franklin, Benjamín nota que los lentes actúan como filtros, revelando más pistas ocultas. Peter lo contacta, proponiendo un intercambio: información por la Declaración. El Subdirector Bargas , intrigado, permite que Benjamín acuda al encuentro bajo vigilancia.
En el punto de reunión, Clara Diaz y Carlos lo liberan en un giro inesperado. Benjamín escapa saltando al río y se reúne con su equipo. Analizan la pista: "Here at the wall." Benjamín recuerda que "Heere" (con tres "e") era una calle holandesa en lo que hoy es Wall Street, cerca de la Iglesia de la Trinidad. Allí, usan los lentes en la Declaración y descubren: "Debajo de Parkington Lane." Investigando, hallan que se refiere a la cripta de Parkington Lane dentro de la iglesia.
En la cripta, un pasadizo los lleva a un montacargas subterráneo. Bajan, pero la cámara está vacía, salvo por un farol. Peter , furioso, los abandona, pero Benjamín y Patricio sospechan que hay más. Encuentran un símbolo del "ojo que todo lo ve" y lo activan con la pipa encontrada en los restos del Barco Victoria . Un pasadizo final se abre.
Dentro, encuentran "El Ojo de la Eternidad": una gran joya brillante hecha de esmeraldas en forma de triángulo con un ojo al centro , rodeada de reliquias de Egipto, Roma, Grecia y las cruzadas. Benjamín contacta al Subdirector Bargas del FBI, entrega la Declaración y renuncia al poderoso artefacto, pidiendo sólo su libertad. El Subdirector Bargas , mostrando un anillo masónico, revela que pertenece a la hermandad y acuerda que el artefacto masónico es demasiado poderoso para que lo tenga un profano. Se decide llevarlo a una Logia Masónica en Latinoamérica, donde quedará oculto y a buen resguardo en su sótano . Peter es arrestado, y Benjamín y Carlos reciBenjamín una recompensa millonaria.
La historia de "El Ojo de la Eternidad" termina con más preguntas que respuestas. ¿Qué poderes tiene realmente? ¿Qué secretos guardan aún los masones? Tal vez la verdadera aventura esté en las historias que creamos para entender el mundo.
Alcoseri
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El Ojo de la Eternidad, Segunda Parte
Vamos a sumergirnos de nuevo en la aventura de Benjamín , Carlos y Carla Diaz , ahora que han encontrado el poderoso artefacto masónico, pero el misterio está lejos de terminar. Aquí va la continuación, manteniendo el misterio y el enfoque en ese objeto de poder en forma de un ojo dentro de un triangulo capaz de cambiar el rumbo del mundo.
La Nueva Pista va tras el resplandor de El Ojo de la Eternidad, que ilumina la cámara subterránea, reflejándose en las reliquias que lo rodean: pergaminos antiguos, estatuas doradas y armas que parecen susurrar historias de imperios olvidados. Benjamín , Carlos y Carla Diaz están sin palabras. Han encontrado lo que generaciones de masones y la familia Gates buscaron, un artefacto que puede torcer el destino del mundo. Pero mientras Benjamín Gates sostiene la joya, siente un escalofrío. No es sólo poder lo que emana; hay algo más, algo que parece vivo, como si los observara. Patrick Gates, el padre de Benjamín , rompe el silencio. "Esto no termina aquí, hijo. Los masones no escondieron algo así sólo para que alguien lo reclamara. Siempre hay otra prueba." Carla Diaz asiente, revisando los muros de la cámara. Encuentra una inscripción tallada en latín: "Qui custodit lucem, servat mundum." Carlos , que no habla latín, frunce el ceño. "¿Qué dice?" Carla Diaz traduce en Google traductor y dice : "Quien protege la luz, protege el mundo." Benjamín examina El Ojo de la Eternidad. En su base, hay un grabado diminuto: un mapa estelar, con una constelación que no reconoce. "Esto no es sólo un objeto", dice. "Es una llave. Pero, ¿para qué?" Antes de que puedan seguir, un estruendo los interrumpe, todo esto sucede segundos antes de que el FBI llegue a la escena .
Como dijimos en el capítulo anterior: El FBI, liderado por Bargas , irrumpe en la cámara. Aunque Benjamín ya había negociado entregar el artefacto, Bargas parece más interesado en él de lo que debería. "Buen trabajo, Gates", dice, mirando la joya con ojos brillantes. "Pero esto no pertenece a un museo... aún."
Bargas confisca El Ojo de la Eternidad y escolta al equipo fuera de la iglesia. Benjamín , Carlos y Carla Diaz son liberados, pero algo no encaja. En el camino, Carlos revisa su tablet. "Chicos, esto es raro. Hay reportes en X de que Bargas no está con el FBI en esta operación. Alguien filtró que trabaja para una logia mexicana masónica privada, no para el gobierno." Benjamín aprieta los puños. "¿Me estás diciendo que Bargas es un renegado?" Esa noche, en la habitación del Hotel , Benjamín no puede dormir. El mapa estelar lo obsesiona. Saca un libro antiguo de astronomía de la biblioteca familiar y encuentra la constelación: la Corona Borealis, visible desde Roma en una fecha específica. "La próxima pista está en Italia", murmura. Pero hay un problema: El Ojo está en manos de Bargas , y si Carlos tiene razón, no planea entregarlo a nadie. Carla Diaz , que ha estado investigando los archivos masónicos en línea, descubre algo alarmante. Una facción secreta dentro de la masonería mexicana , conocida como Los Custodios de la Luz, cree que El Ojo de la Eternidad puede activar un mecanismo antiguo, escondido desde los tiempos de los templarios, capaz de reescribir el orden mundial. "No es sólo un símbolo de poder", dice Carla Diaz . "Podría controlar recursos, gobiernos, incluso voluntades si cae en las manos equivocadas."
Carlos y Carla Diaz deciden viajar a Roma, donde la constelación apunta al Panteón, un lugar con fuertes vínculos históricos a los templarios. Necesitan recuperar El Ojo antes de que Bargas lo use. Con la ayuda de un contacto en Italia, un historiador excéntrico llamado Marco, rastrean a Bargas hasta una logia espuria en las afueras de la ciudad de México. Marco revela que el Panteón alberga un mecanismo subterráneo, diseñado por un alquimista templario en el siglo XIII, que sólo se activa con El Ojo de la Eternidad.
Benjamín, Carlos y Carla Diaz , se dirigen en un vuelo a la Ciudad de México , y en una operación nocturna, el equipo se infiltra en la logia. Carlos desactiva las alarmas mientras Benjamín y Carla Diaz buscan el artefacto. Encuentran a Bargas realizando un ritual masónico, con El Ojo en un altar rodeado de símbolos que coinciden con la inscripción de la cámara: el ojo que todo lo ve, la pirámide, la Corona Borealis. Benjamín interrumpe el ritual, exigiendo respuestas. Bargas sonríe. "No lo entiendes, Gates. Los masones protegieron El Ojo por siglos, pero Los Custodios creemos que es hora de usarlo. El mundo está roto, y nosotros podemos arreglarlo." Una pelea estalla. Carla Diaz distrae a los guardias mientras Benjamín arrebata El Ojo. Escapan en una persecución frenética por las calles de la ciudad de México, con los hombres de Bargas tras ellos, pero logran escapar, y se dirigen al Aeropuerto de la Ciudad de México para Regresar a Roma .
Llegan al Panteón justo cuando la Corona Borealis brilla en el cielo. Bajo el óculo del techo, Benjamín coloca El Ojo de la Eternidad en un pedestal oculto. La luz de las estrellas lo atraviesa, proyectando un mapa en el suelo: las coordenadas de un lugar en el desierto de Egipto.
Ahora Benjamín , Carla Diaz y Carlos van a Egipto, en Egipto, el equipo encuentra un templo subterráneo bajo las arenas de Saqqara. El Ojo activa un mecanismo que abre una cámara final. Dentro, no hay oro ni reliquias, sino una sala con grabados en jeroglíficos, que pueden fácilmente traducir con un traductor en línea, y que muestran eventos futuros: guerras, alianzas, catástrofes, todas manipulables a través de El Ojo. Carlos palidece. "Esto no es sólo poder. Es... control total." Benjamín , abrumado, entiende por qué los templarios y masones lo escondieron. Carla Diaz propone destruirlo, pero Benjamín duda. "¿Y si podemos usarlo para el bien?" Antes de decidir, Los Custodios llegan, liderados por Bargas . En un enfrentamiento final, Benjamín activa al salir de la cámara una palanca para activar una trampa en el templo, sellando a los renegados dentro. El Ojo de la Eternidad queda en manos de Benjamín , pero él elige no usarlo. Lo entrega a Carlos, quien jura esconderlo en un lugar donde nadie, ni siquiera los masones, lo encuentren.
De vuelta en casa, Benjamín reflexiona con Carla Diaz y Carlos . "Tal vez el verdadero poder de El Ojo no está en usarlo, sino en protegerlo." Carlos ríe. "Eso, y el hecho de que salvamos el mundo y seguimos vivos para contarlo." Carla Diaz sonríe, el mundo, otra vez." Ok, sigamos donde lo dejamos. Benjamín , Carlos y Carla Diaz están de vuelta en casa, reflexionando sobre El Ojo de la Eternidad. Han decidido dejarlo oculto con Marco, pero el peso de lo que han descubierto no los abandona.
Carlos esconde el Ojo de la Eternidad en una bóveda de un Banco, llega con Benjamín y, no puede evitar bromear. "Salvamos el mundo, sí, pero ¿quién me salva de los dólares que tuve que pagar para pagar la bóveda que alquile en el Banco?" Benjamín sonríe, pero su mente está en otra parte. Saca el viejo libro que encontró en la biblioteca de su abuelo, el mismo que desató esta aventura. Hojeándolo, encuentra una página marcada con un símbolo familiar: el ojo que todo lo ve, rodeado por una frase en latín, "Lux Aeterna Semper Custoditur". Carla Diaz , que está revisando notas en su laptop, traduce: "La luz eterna siempre será protegida." "Esa frase", dice Benjamín , "estaba en el templo de Saqqara. Pero hay algo más aquí." La página describe un concilio antiguo, una alianza de guardianes que juraron proteger El Ojo de la Eternidad a cualquier costo, incluso entre los propios masones. Algunos, como Los Custodios de la Luz, creían que debían usarlo para imponer un nuevo orden. Otros, leales al juramento original, lo escondían para evitar que cayera en manos equivocadas. "Mi familia", murmura Benjamín , "somos parte de esos guardianes." Patrick, que entra con una bandeja de café, escucha y suspira. "Sabía que esto no terminaría en Egipto. Charles Carroll no sólo le pasó una pista a Thomas Gates. Le pasó una responsabilidad." Revela que hay un segundo artefacto, un Cetro de la Aurora, que amplifica el poder de El Ojo. Sin él, El Ojo sólo muestra visiones del futuro. Con él, puede moldearlas. Según un diario de los Gates, el cetro está escondido en Londres, en un lugar vinculado a los templarios.
Benjamín , Carlos y Carla Diaz viajan a Londres, donde Marco les envía un mensaje cifrado: el cetro está en la Torre de Londres, pero no entre las joyas de la corona, sino en una cámara oculta bajo la Torre Blanca, construida por caballeros normandos con lazos templarios. La pista clave es un vitral en la capilla de San Pedro ad Vincula, que sólo se ilumina al amanecer. En Londres, contactan a James Cooke , una restaurador de arte y miembro de una logia masónica que abandonó la hermandad espuria de los Custodios tras descubrir las ambiciones de Los Custodios. James Cooke les muestra el vitral, que representa un caballero sosteniendo un cetro bajo una corona de estrellas. "La Corona Borealis otra vez", dice Benjamín . Al amanecer, la luz revela números ocultos en el cristal: coordenadas bajo la capilla. Pero no están sólos. Los Custodios de la Luz, liderados por un nuevo jefe tras la captura de Bargas , los han seguido. Su líder, una misteriosa figura llamada Casandro , cree que El Ojo y el Cetro juntos pueden desencadenar una era de dominio absoluto. Mientras Carlos hackea las cámaras de seguridad de la Torre, Benjamín y Carla Diaz excavan bajo la capilla, guiados por las coordenadas. Encuentran una caja sellada con el símbolo masónico de la escuadra y el compás.
El Cetro de la Aurora Dentro de la caja, el Cetro de la Aurora brilla con una luz propia, como si estuviera forjado de cristal y oro líquido. Pero antes de que puedan tomarlo, Casandro y sus hombres los emboscan. "Entréguenlo", exige, apuntándolos con una pistola. Benjamín , rápido como siempre, activa una trampa templaria: un mecanismo que inunda la cámara con agua del Támesis. En el caos, Carla Diaz agarra el cetro, y el trío escapa por un túnel secreto. En un escondite seguro, examinan el cetro. Tiene grabados que coinciden con los de El Ojo de la Eternidad. James Cooke les explica que el cetro no sólo amplifica el poder, sino que revela una red global de santuarios templarios, cada uno guardando fragmentos de conocimiento sobre cómo usar El Ojo. "Si Los Custodios los encuentran", dice, "podrán controlar no sólo el futuro, sino también el pasado." James Cooke explica que El Cetro de la Aurora puede activar El Ojo de la Eternidad para no sólo prever eventos, sino manipularlos retroactivamente, reescribiendo la historia misma. "Por eso los templarios lo separaron", añade. "Un poder así no debe estar en manos de nadie." Benjamín siente el peso de la responsabilidad. "Entonces, tenemos que destruirlo o esconderlo de nuevo."
El Cetro tiene un mapa grabado, apenas visible bajo la luz de la luna, que señala tres santuarios templarios: uno en las catacumbas de Lisboa, otro en las ruinas de Petra en Jordania, y un tercero en la Ciudad de México. Cada santuario guarda un fragmento de un códice que explica cómo desactivar el poder de El Ojo. Sin los tres fragmentos, El Cetro y El Ojo juntos podrían ser usados por Los Custodios de la Luz para alterar la realidad. Benjamín , Carlos , Carla Diaz , y James Cooke deciden dividir esfuerzos para cubrir más terreno. Benjamín y Carla Diaz irán a Lisboa, mientras Carlos y James Cooke se dirigen a Petra. Una Logia de La Ciudad de México será el punto de reunión. Pero antes de partir, Carlos descubre en X una tendencia alarmante: filtraciones de Los Custodios sugieren que ya tienen agentes en Lisboa, buscando el mismo fragmento. "Nos están pisando los talones", dice Carlos , nervioso.
Lisboa: Las Catacumbas En Lisboa, Benjamín y Carla Diaz se infiltran en las catacumbas bajo la iglesia de São Vicente de Fora, un lugar con vínculos históricos a los templarios portugueses. Guiados por el mapa del Cetro, encuentran una sala oculta con un mosaico en el suelo que representa el ojo que todo lo ve. Benjamín inserta el Cetro en un pedestal, y el mosaico se abre, revelando un pergamino antiguo: el primer fragmento del códice. Pero antes de que puedan escapar, son emboscados por agentes de Los Custodios. En una persecución por las estrechas catacumbas, Benjamín usa un truco aprendido de su abuelo: enciende una antorcha que activa un mecanismo de pólvora antigua, bloqueando el paso de sus perseguidores. Carla Diaz examina el pergamino mientras escapan. "Esto describe un ritual para desactivar El Ojo, pero necesitamos los otros dos fragmentos para entenderlo completamente." Benjamín asiente. "Vamos a Petra. Carlos y James Cooke nos encontrarán allí."
El Desafío En Jordania, Carlos y James Cooke exploran las ruinas de Petra, siguiendo las indicaciones del Cetro. Encuentran un templo escondido en el corazón de la ciudad excavada en roca, marcado con símbolos masónicos. Dentro, un rompecabezas geométrico protege el segundo fragmento. Carlos , con su habilidad para los patrones, resuelve el enigma alineando espejos que reflejan la luz lunar en un diseño de la Corona Borealis. El segundo pergamino aparece, pero Los Custodios los alcanzan, liderados por Casandro en persona. Casandro revela que conoce el poder del Cetro porque fue entrenado por una logia masónica mexicana espuria y renegada que traicionó el juramento de los masones . "El mundo necesita un nuevo orden", dice, "y El Ojo lo hará posible." Carlos , en un momento de valentía, usa un dron improvisado para distraer a los guardias, permitiendo que él y James Cooke escapen con el pergamino.
El equipo se reúne en La Ciudad de México , en un secreto templo masónico fundado por el masón templario Guillén de Lampart , un templo donde los templarios habrían dejado el tercer fragmento. Usando el Cetro, encuentran una cámara bajo un estanque sagrado. Allí, el último pergamino completa el códice, revelando un ritual que debe realizarse en Jerusalén, en el lugar original donde El Ojo de la Eternidad fue descubierto: bajo el Templo de Salomón. Pero Los Custodios no se rinden. Casandro los intercepta en el templo, y en un enfrentamiento intenso, Benjamín usa el Cetro para activar una ilusión óptica creada por los templarios, confundiendo a sus atacantes. El equipo escapa, pero no sin que Casandro robe el segundo pergamino. "Pueden correr", grita , "¡pero sin los tres, no detendrán El Ojo!"
El Ritual En Jerusalén, Benjamín , Carlos , Carla Diaz , y James Cooke llegan a las ruinas bajo el Monte del Templo. Con los dos pergaminos que tienen y el Cetro, intentan reconstruir el ritual. Pero Casandro aparece con El Ojo de la Eternidad, que recuperó gracias a un banquero , que se dio cuanta en que bóveda del Banco había Carlos resguardado el Ojo de la Eternidad. Une el Cetro y El Ojo, y la cámara comienza a vibrar. Visiones de futuros posibles —guerras, paz, caos— llenan el aire, mostrando el poder del artefacto. Benjamín , recordando las palabras de su abuelo, se da cuenta de que el ritual no necesita los tres pergaminos. "El verdadero poder está en negarlo", dice. En un acto final, Benjamín convence a Casandro de mirar directamente a El Ojo. La luz abrumadora lo paraliza, dándole al equipo tiempo para completar el ritual con el Cetro, desactivando el artefacto. El Ojo de la Eternidad se apaga, convirtiéndose en una joya inerte, y el Cetro se desmorona en polvo.
Benjamín reflexiona con Carla Diaz , Carlos , y James Cooke . "Los masones y templarios sabían que el verdadero poder no era controlar el mundo, sino protegerlo de quienes lo intentarían." Carlos ríe y dice en tono sarcástico . "Pudimos controlar el Mundo a nuestro favor" El Ojo de la Eternidad es escondido nuevamente, esta vez en un lugar que sólo el equipo conoce. Pero Benjamín encuentra una última nota de su abuelo, escondida en el libro: "El deber de los Gates nunca termina. Hay más secretos esperando."
Alcoseri
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De: Kadyr |
Enviado: 13/08/2025 21:03 |
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