CELEBRACION DE LA NAVIDAD.- ANIL KUMAR.- 21/12/08 - EL DESPERTAR SAI

Es grato encontrarme con ustedes después de tan largo tiempo; esta brecha se debió a circunstancias ineludibles. Me siento particularmente feliz de estar en medio de ustedes esta agradable mañana, en especial ahora que se acerca la Navidad.

Siento una fascinación especial por las celebraciones de Navidad por la simple razón que soy producto de un Colegio cristiano y he estado asociado con él por tres décadas. De hecho, le debo mi carrera a la instrucción que recibiera allí. Fui lo bastante afortunado como para tener ilustres docentes que eran sumamente doctos y conocidos, los cuales me inspiraran y guiaran. Mis humildes saludos a mi alma mater, mis profesores y al evangelio cristiano – el legado y la herencia que aún conservo.

En esta ocasión, me gustaría poner sobre el tapete unos pocos puntos respecto de un aspecto muy importante del pensamiento cristiano. En la Biblia se dice, "Uno habría de nacer de nuevo para heredar el Reino de los Cielos". ¿Qué es lo que significa decir, "Tienen que nacer de nuevo para heredar el Reino de los Cielos"?

Esta declaración pareciera ser imposible. ¿Querrían morir ahora? ¡De todos modos, el nacer de nuevo no está en mis manos! ¿Qué es lo que significa realmente el decir eso? Me gustaría decir un par de cosas acerca de este tema en particular del nacer de nuevo.

LOS ATRIBUTOS DE UN NIÑO

Cuando nacen de nuevo, se convierten en un niño. Un niño es conocido por su inocencia; es conocido por su naturaleza juguetona; es conocido por su alegría. Por lo tanto, el ser juguetón, la alegría, la inocencia, la simplicidad, la humildad y una naturaleza sin ego son los atributos de un niño. El niño no tiene trazas de ego; no sabe lo que es el ego. Es totalmente inocente.

Mas, cuando el niño crece para llegar a adulto, él o ella representan lo que somos hoy. Pasamos de la inocencia a la ignorancia. Cuando niños éramos inocentes. Mas como adultos somos ignorantes. Como niños carecíamos de ego; mas hoy en día tenemos un ego del porte de una montaña en nosotros. Cuando niños éramos juguetones – jugábamos todo el tiempo, recogiendo piedrecillas junto al mar o al río, cazando mariposas, construyendo torres en la arena y saltanto de un lado al otro. Mas todas esas travesuras han desaparecido hoy. Hemos reducido la vida a una partida tétrica. La naturaleza juguetona ha desaparecido.

Una partida así es terrible – en tanto que el juego es retozón. Una partida está orientada a los negocios, en tanto que el jugar es desinteresado y alegre. En un juego no hay ganancias ni pérdidas, en tanto que en una partida uno gana o pierde. No existe el hacer trampas, engañar, hipnotizar o enemistarse en un juego; en tanto que estas cosas predominan en una partida. Por lo tanto, preguntémonos a nosotros mismos, "¿Hemos crecido realmente? ¿Vale la pena?"

Hemos crecido. Mas, ¿qué hemos hecho crecer? Hemos hecho crecer al ego. Hemos crecido, mas en el proceso hemos perdido toda la simplicidad y la humildad que eran nuestras cuando niños. Hemos crecido y recogido información de libros, conocimientos y la información acumulada. A un niño no le interesa la información acumulada. Un niño no se molesta con las cuentas bancarias, y mucho menos las tasas de interés o el mercado de acciones. En tanto que, como adultos, hemos reducido la vida a un negocio; como adultos hemos hecho de la vida un regateo. Por ende, ¿podemos decir realmente que hemos crecido?

Éramos tan felices y alegres en esos días. Mas hoy, nuestra alegría es condicional. En el acto de jugar, el niño juega con los demás niños y es feliz y alegre. Ahora, sin embargo, me siento alegre cuando otros no lo están. ¡Me siento feliz por hacer desdichados a otros! De modo que la calidad de mi felicidad y mi alegría es diferente ahora. En aquellos días, cuando niño, todo era en conjunto – felicidad, correteos y risas

colectivas. Hoy ya no es así.

EL ESTADO DE LA INOCENCIA INFANTIL

El niño se siente feliz con pequeñas cosas : con algunas piedrecillas, guijarros o conchitas que recolecte en la playa. Las conchitas y piedrecillas de diferentes colores le hacen feliz, porque para él cada una es un diamante. Mas, ¿qué hay de nosotros? No nos sentimos felices con piedras así. ¡No, no, no! ¡Hemos vuelto nuestros corazones en piedras, tan ásperas y duras que no necesitamos de ninguna piedra más! Por eso ya no nos atraen estas piedras de la naturaleza. ¡Queremos monedas y billetes, metales y oro, no meras piedras! Es

así mis amigos, que como adultos estamos acostumbrados a la vida desnaturalizada y artificial, en tanto que el

niño vive en los entornos de la naturaleza. El niño es natural, en tanto que el adulto se ha vuelto artificial.

De modo que, a menos que uno nazca de nuevo, no podrá heredar el Reino de los Cielos. El significado de esto en la Biblia es que necesitamos volver hacia aquellos días de la infancia – los días de la inocencia, la travesura, la alegría, el contento, la danza y las sonrisas – el estado de absoluta inocencia y de amor incondicional. Todas esas cualidades del niño deberán volver a nosotros. Esto es lo que significa la niñez.

Es por eso que el Cristo amaba tanto a los niños. Estaba siempre rodeado por niños, como también lo vemos en Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Cuando Bhagavan está rodeado por los chicos de primaria, ni siquiera mira al Presidente de la India que también pudiera estar presente. Eso es porque Él ve en cada niño un Presidente de la India en potencia. (Risas) En cada niño Él encuentra a un Ministro de Relaciones Exteriores. En cada niño ve a un santo. Es por ello que Bhagavan no se molesta por el resto del mundo, la burocracia, las jerarquías o la riqueza de nadie. Esto se debe a que, cuando habla con los niños, Él se habla a Sí Mismo. Cuando mira a los niños, Él se ve a Sí Mismo. Ellos reflejan Su belleza. Ellos reflejan Su silencio. Ellos hablan con la fragancia de Su amor. Es por eso que Swami ama la compañía de los niños.

Por eso, amigos míos, debiéramos volver a la niñez. La ignorancia es algo que debe condenarse, en tanto que la inocencia es algo que debe ser acogido. La ignorancia es sesgada o prejuiciosa, en tanto que la inocencia es tan simple y neutral, sin prejuicio alguno. Cuando un niño de una familia rica está con uno de la sirvienta, ambos juegan juntos. Al niño no le importa. Un niño puede ser de una familia real y el otro de una de clase media, pero juegan juntos. Nosotros los adultos no nos mezclamos, porque somos VIPs. (Risas) Si una persona es incapaz de entremezclase con cualquiera – créanme – esa persona no está bien psicológicamente consigo misma. Aquel que no le puede sonreir a todos, es la personificación del ego.

Aquel que no puede comunicarse con cualquiera y se restringe a un limitado grupo, es un descastado o un intocable, en tanto que el Maestro Divino se podía integrar a cualquier grupo. Jesús andaba en compañía de pastores, reyes, eruditos, ladrones y malhechores. Andaba en compañía de niños inocentes, tanto como en la de mujeres inocentes, sin educación e iletradas.

EL AMOR ES SACRIFICIO

Jesús el sabio, Jesús el Señor, Jesús el Dios encarnado no hace distingos de casta, credo, dignidad ni de ninguna de estas necedades, porque el Amor caminando sobre dos pies es Jesús el Cristo. Y hoy en día es lo mismo : el Amor caminando en dos pies es Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.

El amor en acción es Jesús. Ponemos al amor sobre un pedestal y hablamos de amor desde plataformas, mas no hay un amor en acción. El amor en acción sí se encuentra en la vida de Jesús el Cristo. Si queremos saber lo que es el amor, habremos de seguir la vida de Jesús, porque el amor no es un mero sentimiento, una expresión, una sensación o una emoción. El amor es sacrificio.

A menos que me sacrifique, no puedo amar a nadie. ¿Qué es lo que habría de sacrificar? No necesitan sacrificar su cuenta bancaria ni sus bellas vestimentas; no necesitan sacrificar su hermosa casa, mansión o edificio palaciego. Para el amor puro, lo único que han de sacrificar es su ego.

ELIMINEN EL EGO

Sólo un hombre carente de ego puede amar en verdad. Cuando el ego de uno se va, se instala allí el amor. Un hombre con ego será ambicioso en extremo y estará lleno de deseos. Será en exceso celoso, irritable y vengativo. No obstante, cuando el ego de uno cede, es sentida la presencia de Dios. La única manera de darle la bienvenida a Dios a nuestras vidas, es pidiéndole al ego que se retire, ¡porque en el corazón no hay lugar sino para uno, y no dos! Como dice Baba, "El corazón es un sofá de un cuerpo, no de dos" De modo que solamente uno se puede sentar allí.

¿Desean que Dios esté sentado en ese sofá de su corazón, o que esté sentado allí el ego? Para tener la experiencia de Dios, necesito pedirle al ego que salga. Esa es la única opción. Después de todo, amigos míos, pase lo que pase, cualquiera sea su religión, cualquiera sea la senda que sigan, cualquiera sean los mantras que puedan cantar, cualquiera sea el guru tras del cual corran, cualquiera sean las escrituras que lean – el propósito de todos estos esfuerzos puede resumirse en una sola frase : la eliminación del ego. No hay religión alguna que diga, "¡Adelante, mi querido devoto! Sé egótico." Ninguna religión, ningún gran hombre o Maestro verdadero dice que el ego es el único camino hacia Dios. Por lo tanto, como devoto, como buscador, como aspirante, nuestro deber es el ahuyentar, expulsar y liberarnos de este sucio ego.

Un niño no tiene trazas de ego. Por eso hemos de volvernos como niños, aunque no pueriles. Hay una diferencia entre ser un niño y ser pueril. Si un hombre de sesenta siguiera jugando como un niño, sería pueril. De modo que hemos se ser como niños, con toda su frescura. La sonrisa de un niño es tan fresca. En un adulto la sonrisa podrá ser falsa o sarcástica; la risa es expectante, buscando un favor, esperando algo a cambio. Un niño simplemente sonríe sin razón alguna, sin esperar nada a cambio. Como lo expresa Baba, "Sin razón para el Amor, sin temporada para el Amor". . . eso es el amor de un niño. Mas nosotros tenemos una razón para el amor, porque esperamos que alguien nos corresponda. Tenemos una estación para el amor – momento para negociar. Mas, razón o estación no podrán comprarles amor. El amor está allende todo eso; es ilimitado, incondicional y desinteresado.

EL AMOR LIMITADO ES GRUPISMO

En donde hay amor, no puede haber odio. Mas no puedo decir, "Amo a mi grupo". ¿En qué 'grupo'

está usted? ¿Qué es un 'grupo'? Puede que pertenezcan a un grupo, mas no debieran tener la idea de lo que

denomino grupismo.

El grupismo es diferente a un grupo. El grupismo hará esclavos de ustedes. Un grupo les hace miembros de una comunidad. Pueden decir, "Pertenezco a este grupo de Nueva Zelanda"; mas no debieran decir, "Nosotros somos un grupo de los USA". ¿Por qué? El tener algo en común les hace miembros de un grupo, mas cualquier sentir de grupismo debido a esta asociación, les restringe. El sentimiento de grupismo hará que detesten a algún otro grupo. El grupismo les antagonizará y comprometerá sus relaciones; el grupismo divide y establece diferenciaciones. Por ello, amigos míos, un amor limitado es grupismo; un amor restringido es grupismo; un amor confinado es estrechez mental.

AMOR GENUINO ES SER CAPAZ DE AMAR A TODOS

Entonces, ¿qué es amor verdadero? Amor verdadero es ser capaz de amar a todos. No puedo decir, "Amo a mi gente, mi localidad, mi país, a la gente que habla mi idioma". ¡Horrible! Debiéramos sentir vergüenza por decir algo así. Este tipo de amor, el así llamado chauvinismo regional, es como la muerte. El Amor que es invasivo y universal, es Divino. Ese amor Divino es el de un niño.

El amor en acción se refiere a ese amor que es Divino y universal, sin trazas de odio en ningún momento. Y entonces, ¿cómo estar libre de odiosidades? Sentimos odio por ciertas razones. Tal vez odie a un hombre, porque me ha herido. Odio a un hombre, porque me ha explotado. Odio a una persona, porque estaba involucrada en difamar mi reputación. ¿Cómo podría amar a mis oponentes? Por ende, les odio.

El sentimiento es comprensible y, tal vez hasta justificable. Mas cuando nos podemos elevar por encima de esta consideración y hacer como lo dice la Biblia, "Ama a tu prójimo como a tí mismo", seremos capaces de amor Divino. Si les golpearan en una mejilla, estén prontos a presentar la otra. Como dice Baba, "Donen y perdonen". El amor es perdón.

Jesús amó a quienes Le persiguieron. Jesús amó a todos quienes Le crucificaron. Amó a todos quienes Le escupieron. ¿Pueden imaginar esta clase de amor? Nosotros no somos capaces de amar a una persona que no nos diga "Sai Ram". No somos capaces de amar a una persona que no nos trate como VIP. Por una serie de consideraciones tontas, no somos capaces de amar a una u otra persona. Sin embargo, ¡Jesús pudo rezar por el perdón a todos los que Le persiguieran! ¿Qué más querrían?

AMOR INCONDICIONAL

Por lo tanto, mis amigos, si quisiéramos que el amor estuviera siempre a nuestro alcance, si quisiéramos amar lo mejor que podamos, si quisiéramos que el amor sea nuestra vida misma, éste habrá de ser incondicional, desinteresado y perdonador. En el perdón reside el amor.

Además, el amor cuenta con la otra cara de la moneda que es el dar. Si hubiera una persona que está aterida tiritando de frío, necesito pasarle cobijas. Si hubiera una persona que no ha comido por los últimos días, necesito alimentarla. Una persona que esté gravemente enferma – necesito servirla. Estas son las señales del amor. Eso es lo que dice Jesús en la Biblia, "Si no me hubieras alimentado cuando tenía hambre, si no me hubieras visitado cuando estaba enfermo, si no me hubieras dado ropa cuando estaba desnudo, entonces no Me has amado".

Por lo tanto, a quienquiera que sirvan eso será servicio a Dios. Eso es amor puro; eso es amor Divino sin traza de malquerencia ni odio alguno. El agua y el aceite no se pueden mezclar, sea cual fuere el método que empleen. De manera similar, el amor y el odio no pueden ir juntos. El agua es amor; el aceite es odio. Nunca se podrán mezclar. La luz y la oscuridad no se pueden mezclar. En donde haya luz, no habrá oscuridad. De manera similar, en donde haya amor no habrá odio.

EL CORAZÓN ES EL CENTRO DEL AMOR

Otro punto, amigos míos, es éste : contamos con algunos instrumentos que Dios nos otorgara. Tenemos nuestro precioso cuerpo, nuestro propio hermoso cuerpo (¡según nuestra propia humilde estimación, es especial parados frente al espejo!). Mas el punto es, ¿qué hay en el cuerpo humano que es el más poderoso instrumento para la senda del amor? ¡Es el corazón! El corazón es el centro del amor.

Sin embargo, funcionamos con nuestras mentes. Cuando la mente se vuelve el centro de nuestro amor, este se pone muy feo, sumamente contaminado y lleno de absoluta estupidez, se vuelve astuto, engañoso y tramposo – puede añadirle más cosas a esta lista puesto que no tiene fin. Nunca debiéramos funcionar al nivel de la cabeza, porque la cabeza también regatea. La cabeza cree en el sistema del intercambio : si yo te amara, ¿cuánto me amarás tu a mí? Si yo te doy ésto, ¿cuánto más me vas a dar a mí a cambio? Si yo te perdono, ¡habrás de perdonarme siempre! ¡Esta es la patética situación del amor de la mente!

Amigos míos, el amor opera desde el centro del corazón. El corazón nada sabe de negocios. El corazón nunca va a regatear. El corazón en verdad se derrite ante la visión del sufrimiento, de la miseria de nuestros congéneres. El corazón se deleita ante la visión de la naturaleza. Supongamos que digo, "Vayan y vean esas bellas montañas", el corazón dirá, "Déjame ir". Mas la mente dirá, "¿Y qué consigues yendo allá?" El corazón dice, "Se escucha una bella y melodiosa música, déjame ir allá". Mas la mente dirá, "¿Y qué consigues con ir?"

De modo que este tipo de expectativa, "¿Qué consigues con eso?" representa la naturaleza de la mente. Es culta, es externa y está vuelta hacia afuera, pravritthi. Mas el corazón está vuelto hacia adentro, está lleno de virtudes, lleno de valores, absolutamente lleno de convicción. La mente representa conveniencia, en tanto que el corazón simboliza la convicción. Por ello es que el corazón es el centro del amor desde el cual debemos operar.

EL AMOR QUEDA ALLENDE LOS CINCO SENTIDOS

Otro punto acerca del cuerpo es éste : Para tomar una decisión, debo ver la escena antes de aseverar que es bella; para juzgar si se trata de buena música, debo escucharla primero; para decir que un olor es agradable, debo oler primero con mi nariz. Necesito estos sentidos del tacto, el oído, el olfato o la vista para formarme una idea. De modo que los cinco sentidos, los cinco elementos, estos son los instrumentos de mi cuerpo que me ayudan a decidir. Después de usar mis sentidos, puedo juzgar y decir que algo es bello, que algo es melodioso; que esto es suave, que esto es dulce, que esto es picante, que aquello es amargo. ¿Y el amor? No bromeen, ¿puede alguien explicar lo que es el amor? Si alguien experimentara un verdadero amor, nunca lo podrá expresar. Si tratara de expresarlo o de describir el amor, significaría que no sabe como se deletrea amor – porque el amor está allende la expresión. No se puede expresar; no deja sino una impresión. De hecho, ¡sin amor se produce la depresión! (Risas) Por lo tanto, mis amigos, el amor que es verdadero, el amor que es Divino, no puede ser expresado ni definido por estos sentidos como la vista, el oído o el tacto.

EL AMOR HABLA CON EL LENGUAJE DEL SILENCIO

El amor no puede ser descrito con palabras. Puedo describir todo lo demás mediante palabras, mas no el amor, porque el amor carece de un lenguaje. El amor se puede comunicar tan sólo por el lenguaje del silencio. El silencio es el real lenguaje del amor; el silencio es la elocuencia en el mundo del amor.

Mi declaración pareciera ser contradictoria : ¿cómo podría el silencio ser el lenguaje del amor? Cuando Baba está sentado en el sillón en el auditorio, sin hablar, ¿por qué se sienten felices? Swami está sentado allí. No les está hablando, pero así y todo, ¿se sienten felices? Eso es romance Divino. El amor en silencio que se da por Su mera presencia Divina, por Su Divino ademán, es una expresión. Cada momento es una expresión. La sonrisa es una expresión. La mirada es una expresión. Miradas, sonrisas, gestos – todo es elocuente cuando estamos en silencio. Cuando no hacemos sino hablar, estas cosas son ahogadas. Las palabras se vuelven más importantes; el vocabulario se hace más importante. El diccionario se hace importante, la erudición y las citas se vuelven importantes; mas no existe un real significado adentro. Esto es algo similar a un hermoso paquete que por dentro esté vacío. El envoltorio es hermoso, pero no contiene nada.

A veces, para las bodas, las gentes traen grandes paquetes para la ceremonia. El purohit (sacerdote) comienza a desenvolver, retira pliego tras pliego de papel, ¡y al final no llega a nada! Esta es la característica de un erudito, la de un pundit – la característica de un hombre de palabras que cuida mucho de su expresión, de su estilo de exponer. Es por eso que el amor pensó, "¡Es mejor que no esté en su boca!" El amor decidió, "¡Es mejor que no esté en su mente!" Es por ello que el lenguaje del amor es el silencio. Cuando un bebé sonríe en su cuna, ¿cuál es su lenguaje? Cuando un niño sonríe mientras está jugando, ¿qué lenguaje es el que habla? Es el lenguaje del silencio, del amor.

De modo que el amor habla con el lenguaje del silencio. El amor es una actitud. El amor es una actitud, porque el amor controla sus pensamientos y monitorea sus acciones. El amor controla todas sus relaciones, porque el amor es quien conduce. Cuando sea el amor quien conduzca, estarán naturalmente llenos de amor. Serán amorosos y toda su vida estará llena de afecto. Una vida así se hace posible en silencio.

Esto es posible en el hombre sensible y no en el hombre pensante. El pensar y el sentir son diferentes. Decimos de alguien que es un hombre profundo cuando puede pensar bien. La mayoría de la gentes, los pensadores profundos, piensan, piensan y piensan, y se hacen de renombre como científicos. ¡Mas puede que terminen sus vidas en un hospital psiquiátrico! Pensar demasiado es peligroso. Por eso, amigos míos, permitámonos cultivar este lenguaje del silencio, en especial con respecto al amor.

ALBERT SCHWEITZER – EL AMOR EN ACCIÓN

Deben haber oído hablar de un gran hombre llamado Albert Schweitzer, un hombre de servicio, un médico muy conocido que pasó su vida en las junglas africanas sirviendo a los pobres y los necesitados. Alguien le preguntó una vez, "Doctor, hace un tiempo ustede era el director de una universidad y un renombrado catedrático. ¿Por qué ha elegido ser médico ahora?" La respuesta de Schweitzer fue simple : "Como médico, puedo actuar sin hablar. Como médico puedo prestar servicio sin hablar. Puedo hablar menos y trabajar más. No hablo; en cambio puedo servir para siempre como médico." Este es el mejor ejemplo de amor en acción como lo demostrara en su vida.

EL DON DE ASIA AL UNIVERSO

Al revisar la vida de Jesús, puedo descubrir otra dimensión. Todas las máquinas que tenemos son productos de occidente. La ciencia y la tecnología que adoptamos son dones de occidente – los más recientes computadores, artilugios, ciencia y tecnología, ya sea en el campo de la agricultura o de la medicina – todo esto, es debido a occidente. ¡Le saco el sombrero a quienes han hecho un paraíso de nuestras vidas, una vida de conveniencias y de comodidades! Mas, una vida de eternidad, una vida de inmortalidad, una vida sin mácula, impecable, una vida de belleza, grandeza y esplendor, es un don del Oriente en la forma de Jesús el Cristo para el mundo entero. La filosofía oriental está muy bien representada en la vida de Jesús el Cristo. Es el don de Asia – Jesús es el don del Asia para todo el universo.

Querría compartir con ustedes también otro punto : Jesús es conocido por Sus parábolas, sus bellos

ejemplos. ¡Si alguien pudo comunicar la Verdad y las complicadas doctrinas religiosas de la manera más simple a través de historias y parábolas, ese fue Jesús en aquel entonces y Sathya Sai Baba ahora! (Aplausos) Todas las historias y parábolas de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba comunican las profundas verdades de la vida, como fuera el caso durante la vida y la misión de Jesús el Cristo.

Estos relatos no son complicados; no necesitan de ningún aprendizaje en particular de un idioma o conocimiento. Son tan simples e interesantes; representan la cualidad de un niño. Si le contara una historia en sánscrito a mi hijo, ¡el niño me haría callar poniéndome una mano sobre la boca o comenzaría a llorar! Debo hacer que el relato sea interesante, como para que el niño escuche arrobado y entienda lo que se dice. Así también, mis amigos, la característica de un niño es el comunicarse de manera fácil, de manera comprensible y humorística – la misma manera en que se comunicaba Jesús.

NO JUZGUEN A OTROS

Por otra parte, cuando niños seguíamos la guía de nuestros padres. Por supuesto que también lo hacemos ahora, ¡aunque no sabemos si también lo harán nuestros hijos! Si cualquiera dijera, "Yo estoy seguro de mi hijo", saquémonos el sombrero ante él. Como sea, en nuestra época simplemente hacíamos lo que nuestros padres nos decían. Hoy en día, el hijo pregunta, "¿Por qué?" En aquellos días, nunca preguntábamos "¿Por qué?" o "Por qué no?"

Si le decimos a un niño, "El Sr. Anil Kumar ha venido, dile 'Sai Ram' y hazle Namaskar", el niño lo hará de inmediato. Mas, si le decimos lo mismo a un estudiante de secundaria, responderá, "He visto a miles de Anil Kumars. ¿Qué hay de especial con él? ¿Es un hombre rico, un Bill Gates o un Manmohan Singh? ¡No es ninguno de ellos! ¡Por qué debiera importarme!" (Risas) El niño, en cambio, no piensa así : hace de inmediato lo que se le ha dicho que haga.

Sólo vean la vida de Jesús el Cristo. En la Última Cena, que fué la última comida en compañía de Sus discípulos, Él sirvió. No le ordenó a nadie que Le sirviera; no dijo, "¡Ven acá seva dal! Sírveme la comida." ¡No! Le lavó los pies a Sus discípulos y les sirvió. ¡Qué simplicidad era la que personificaba! ¡Qué ejemplo de austeridad, humildad y simplicidad! ¿Qué podría ser más? Esa es la vida de Jesús. Nunca juzgó la calidad ni las calificaciones de Sus discípulos. Simplemente lavó los pies de todos ellos antes de la Última Cena.

Esta es característica de un niño : "No juzgues para no ser juzgado". Mas nosotros juzgamos : "¿Merece él o no mi 'Sai Ram'? ¿Es digno o no de mi namaskar?" ¡Si juzgan así, serán los menos dignos! Por eso, mis amigos, ahí está Jesús lavando los pies de Sus discípulos, él, siendo el Señor encarnado, el hombre más respetado, con miles de seguidores... ¡lavando los pies de Sus discípulos! Así era de simple, de humilde.

EL AMOR ES ETERNO Y CONTÍNUO

Recuerdo muy bien que, hace algún tiempo, Bhagavan le llevó un par de chappals (sandalias) a una señora mayor que había llegado recién a Kodaikanal desde Bombay, al atardecer, un día de bastante frío. Bhagavan había bajado y la vió, entonces le trajo los chappals. Le dijo, "¡Ven! Póntelos. Hace frío afuera." Ese es Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.

Así era Jesús entonces y así es Sathya Sai Baba ahora : el amor era, el amor es y el amor será. El amor es un valor eterno. El amor es una virtud. El amor no tiene principio ni fin. Los individuos pueden o no tener amor. Puede que amen un día y no al otro, mas el Amor Divino es permanente. Es eterno y contínuo. ¡Eso es lo que realmente me asombra!

LA VIDA DE JESÚS EL CRISTO ES UNA VICTORIA

La vida de Jesús es una victoria. Puede que pregunten, "Si la vida de Jesús fue una victoria, ¿por que no impidió Su crucifixión? ¿Por qué no detuvo a quienes le pusieron en la Cruz? ¿Por qué?" Desde el punto de vista mundano, se ve como una derrota. Mas el éxito radica en esta aparente derrota.

Es un éxito, porque la visión de Jesús clavado en la cruz, sangrando por Sus heridas, habla de Su sacrificio. Habla de Su grandeza y tolerancia. Habla del control sobre Sus emociones, de Su recurso a la oración. Habla de Su respeto por Dios. Habla de Su amor y Su fe en el Padre de los Cielos. Estos son los valores que podemos encontrar manifiestos en la vida de Jesús.

De modo que lo que parece una derrota en el mundo es una victoria en el Reino de los Cielos. Todo el mundo podrá decir que han sido derrotados. Mas, ¿qué si son triunfadores en el reino espiritual? Puede que sufran pérdidas en este mundo, mas ello les hará ganar ilimitados beneficios en el Reino de los Cielos.

Eso es lo que encontramos en la vida de Jesús, porque (como dice en la Biblia), "Benditos son los mansos, porque heredarán el Reino de los Cielos". Jesús mismo era suficientemente manso; por ello pudo llegar a ser el Señor del Cielo. Pudo llegar a convertirse en el único Hijo engendrado por Dios. Cuando son Divinos – cuando su visión y entendimiento, sus palabras y sus relaciones – cuando todo ello es transformado, entonces, después, la vida Divina es diferente de la normal vida mundana.

SEGÚN SEA EL CONTENIDO, SERÁ LO QUE FLUYA DEL RECIPIENTE

La vida humana mundana es diferente de la vida espiritual : prema rasa (el zumo del amor) – que es como Baba lo denomina. Cuando un recipiente lleno de agujeros contiene payasam (un preparado de arroz dulce) o jarabe o algún jugo dulce, no verán sino jugos dulces saliendo por los agujeros, ¿cierto? Cuando un jarro contiene jugo dulce, no conseguiremos verter jugo amargo de él. De manera mililar, según sea el contenido, será lo que fluya del recipìente. Cuando la copa de nuestro corazón está llena de amor, nuestras palabras serán afectuosas, nuestras acciones serán amorosas, nuestros pensamientos estarán llenos de amor y nuestra actitud

lo demostrará.

Tomen un simple ejemplo : Un perro yacía muerto en el camino. Alguien pasó y dijo, "¡Horrible! Estos tipos debieran haber venido a retirar el cadáver." Otro dijo, con expresión de disgusto, "Hiede aquí. No sé por qué nadie se siente molesto." Otro individuo llegó y dijo, "¿Por cuánto tiempo va a quedar aquí ese animal muerto?" En esos momentos el Señor Jesús acertó a pasar por allí. ¿Qué fue lo que dijo?, "Vean los bellos dientes de ese perro muerto – ¡cuán blancos y brillantes lucen!" ¡Los dientes del perro muerto luciendo blancos y brillantes! Él podía ver la belleza en la fealdad. Podía apreciar la fragancia en medio de lo descompuesto. Podía ver vida en la muerte. Eso es Jesus el Cristo.

Por eso, mis amigos, esta actitud debiera entregarnos un mensaje acerca de nuestras actitudes. Si cualquiera habla mal de otro, Bhagavan no lo aprecia. Si alaban a alguien como una buena persona, Bhagavan les ama. Si comentan que alguien es un hombre servicial, Bhagavan les aprecia. Por ende, "Sean buenos, hagan el bien y vean lo bueno". Cuando haya buenas cualidades en ustedes, verán lo bueno y, de manera natural, harán el bien.

Mis amigos, del mismo modo en que Jesús podía ver sólo lo bueno en todo, esa es también la actitud de un niño. Como es esa su actitud, le gusta recoger cualquier cosa en cualquier lugar, y no es selectivo. Algunas veces verán que un niño hace cosas que a los adultos no les gustan, pero ello se debe a que el niño no tiene una actitud juzgadora. Y esa es la actitud de amor que encontramos en la vida de Jesús el Cristo.

LA INTUICIÓN DE UN NIÑO

Deseo darles también otro ejemplo : Nicodemo era un seguidor de Jesús, tenía fe en el cristianismo. Era Su discípulo, pero no tenía las agallas como para declarar que Jesús era el Señor. Lo sabía, lo había experimentado, pero nunca lo declaró. ¿Por qué? Nicodemo no conocía sino los libros de texto y tenía sólo un conocimiento académico. Estaba familiarizado con las escrituras, mas carecía de la intuición de un niño.

¿Cuál es la intuición de un niño? Si no le gustaran a un niño, dirá abiertamente, "¡Tu no me gustas!" Hay mucha gente que dice, "Te quiero", ¡pero sabemos que no es así! (Risas) Mas la intuición de un niño no es así. Niño o niña a los que ustedes no les gusten, les eludirán. La intuición de un niño es innata, fragante, no contaminada, vibrante y radiante. A medida que crecemos o avanzamos en edad, perdemos la intuición infantil. Nicodemo era uno que la había perdido y por eso carecía del valor para declarar que Jesús era el Señor.

LA EDAD DE ORO

Encontramos también una frase que se repite a menudo en la Biblia : "el Reino de los Cielos" Sí, ¿y qué es el Reino de los Cielos? Baba habla de la Edad de Oro, Swama Yuga. ¿Qué es? ¿Cuándo va a desplegarse la Edad de Oro? ¿Dónde se encuentra el Reino de los Cielos?

Neil Armstrong (un astronauta estadounidense) no lo encontró en parte alguna en la luna. Tampoco lo ha descubierto la tecnología espacial. Aryabhatta, un matemático-astrónomo indio, no lo encontró. Los lanzamientos del cohete Sriharikota tampoco lo han revelado. ¿Dónde está? Mis amigos, el Reino de los Cielos que Bhagavan denomina como la Edad de Oro, es en verdad el 'Reino' en el corazón de ustedes.

El Reino de los Cielos o el Paraíso o la Edad de Oro – ninguno de ellos es una hipótesis. Se refieren al reino en sus corazones, que ya existe. Hemos de tomar conciencia de él; hemos de redescubrir nuestra verdadera identidad. Hemos estado perdidos en la falsedad; desde la falsedad y la ignorancia hemos de darnos cuenta de la realidad. La realidad es que pertenecemos al Reino de los Cielos, que es el corazón... el corazón de los valores humanos.

La Biblia dice que cuando entienden los valores del Reino de los Cielos y se sienten felices con el Reino de los Cielos, estarán introvertiéndose. Verán el reino del corazón cuando se vuelvan hacia adentro, en tanto que experimentan la tiranía de la mente cuando miran hacia afuera. El Reino de los Cielos llega a ustedes a través de la experiencia y la meditación. La meditación es el proceso para llegar allá; la meditación es la técnica que se debe seguir en la Edad de Oro.

La Biblia dice claramente que una vez que conozcan el Reino de los Cielos, procederán a vender todas sus propiedades, porque el Reino de los Cielos lo vale. Toda la fortuna que tengan no vale ni un céntimo en comparación con él. Jesús dice que este reino tiene todas las riquezas del mundo.

Y ahora bien, ¿cuál es la característica del Reino de los Cielos? ¿Cómo es la vida allá y qué es la Edad de Oro? ¿No habrá muerte allá? ¿La gente continuará siendo joven? Soñamos con el Swarga Loka, el cielo en donde la gente se mantiene eternamente joven. ¿Cómo pueden ser eternamente jóvenes? En Vaikunta (la morada del Señor Vishnu, la tierra de la bienaventuranza eterna), dicen que la gente no envejece nunca. ¡Imposible!

Puesto que no quiero ser viejo, imagino que en Vaikunta no existe la edad. También se dice que el Amritha (el néctar de la inmortalidad) está gratuitamente a disposición en Vaikunta. ¡También en las tiendas de aquí se dispone de bebidas de Amritha! (Risas) Decimos que en el cielo podemos ver a las más bellas bailarinas celestiales, Ramba, Tilothama y Urvashi. Bueno, tenemos casinos y Holiday Inns acá, ¡además no tenemos necesidad de morir e ir al cielo para ver bellas mujeres! Y tal vez las mujeres de acá sean mucho más jóvenes que las celestiales, ¡las que para ahora ya deben tener miles y miles de años de edad! (Risas) De modo, mis amigos, que la eterna juventud, el amritha, las mujeres celestiales – todo eso está únicamente en nuestra imaginación. Es nuestra imaginación, porque todo lo que no podamos conseguir acá, pensamos que lo podemos conseguir allá después de la muerte, en un mundo imaginario que hemos creado.

Por ello, mis amigos, la Edad de Oro o el Reino de los Cielos implican la existencia de vida en la muerte.

Vida en la muerte significa que mientras la muerte pueda ser un abandono de mi cuerpo, mientras la muerte pueda ser el final de esta estadía en la vida, de todos modos soy eterno. Mi cuerpo nació, mi cuerpo está viviendo y mi cuerpo ha de morir. No obstante, yo era, yo soy y yo continuaré siendo. Este yo-ismo, el alma, el Atma, la conciencia, son eternos. Eso es la vida en la muerte. Ese es el Reino de los Cielos o la Edad de Oro.

LA CARACTERÍSTICA DE LA EDAD DE ORO

¿Cuál es la característica de la Edad de Oro? Están las cualidades de la renunciación o tyaga, vairagya o desapego. El renunciar al apego, esa es la característica del Reino de los Cielos o de la Edad de Oro.

Mis amigos, estos son puntos que mencionara Guru Nanak, el fundador del Sikhismo y el primero de los diez gurus de los Sikhs. Estas son cosas que dijera Jesús el Cristo y son también los mismos puntos de vista de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Todas estas opiniones son las mismas, porque la Verdad es una, Ekam Sath. Los estudiosos puede que describan esta Verdad en estilos diferentes para que les entiendan las gentes de era en era, aunque la esencia sigue siendo la misma.

Otro punto concerniente al Reino de los Cielos o la Edad de Oro es "el auto-borrarse". "¿Auto-borrarse? ¿Qué es lo que quiere decir con eso?" No hemos oído este término en general, porque es algo que no se exhibe en nuestros estilos de vida actuales. La gente viene y dice, "He hecho, esto, yo soy esto, yo soy aquello" – este 'yo' del ego está en primer término.

Una vez que este 'yo-ismo' se elimina y el ego ha desaparecido, una vez que se haya renunciado a la propiedad, una vez que se acabe la autoría – eso se llamará auto-borradura, auto-eclipse. Esto significa, "Después de todo, ¿qué soy yo? Un grano de arena, sólo una gota en el océano." Esto es genuina renunciación – sin reclamo de atención, sin sentido de ser hacedor o propietario. De modo que este auto-eclipse es característica del Reino de los Cielos.

La gente que pertenece al Reino de los Cielos está consciente, en tanto que los demás están dormidos. Se dice en el Bhagavad Gita (esta famosa escritura india conocida también como "El Canto de Dios") que los sabios y profetas están despiertos, en tanto que otros están dormidos. ¿Quiere decir que los santos son como guardias que están despiertos de noche mientras otros duermen? No es eso. El estar despierto es el estar alerta. El estar despierto es el darse cuenta, el tomar conciencia. El darse cuenta, el percibir es estar alerta, vigilante. Entonces, los santos son hombres con visión que están despiertos, mientras otros están un un sueño profundo o dormitan contínuamente. ¿Soy claro? Esta es la característica del Reino de los Cielos.

Acá va otra característica de quienes están en el Reino de los Cielos. Supongamos que voy a su casa y la alabo como una gran dama mientras usted duerme. No va a oir mi alabanza, porque está dormida. Si está despierta y la alabo, ciertamente me va a servir una taza de café. Mas, estando dormida no va a reaccionar. De manera similar, el Reino de los Cielos les pertenece a aquellos que están dormidos para lo que sea alabanza o crítica; le pertenece a gentes que no reaccionan frente a los elogios o las críticas. Son igualmente indiferentes, no-reactivas e insensibles ante el elogio o la crítica. Esto es el Reino de los Cielos o la Edad de Oro.

Y no sólo eso, un hombre en el Reino de los Cielos está siempre en comunión con Dios. Un hombre en la tierra está en comunicación con todos. Encontramos a personas que piden y anotan las direcciones y los números de teléfono de todo el mundo. Son como funcionarios de relaciones públicas que conocen el arte de la comunicación con el objeto de utilizar a la gente. ¡No, no, no! Un hombre de la Edad de Oro, un hombre del Reino de los Cielos nunca hace eso. En cambio, se comunica silenciosamente con Dios, se vuelve hacia su interior consciente de las vibraciones y se hunde en la meditación, como lo hiciera Jesús.

Un hombre del Reino de los Cielos está siempre feliz. Sin que importe lo que le suceda a él o a su entorno, está siempre feliz. ¿Por qué? Porque disfruta de su propia música interna. La vida es música. La vida es una canción, de modo que cántenla. Hay una canción celestial que resuena dentro de uno, con un ritmo, compás y una fuerte melodía. Permitámonos escuchar esa canción del alma, y no prestar oídos a la del cuerpo. La canción del alma es más dulce que una canción de cuna. Es melodiosa, lleva la melodía del Reino de los Cielos. Lo vemos en la vida de Jesús el Cristo.

AMÉMONOS NOSOTROS MISMOS

Sean un niño, sean pequeños, sean desconocidos. ¡Sí, sean desconocidos! Permitámonos entender cada fracaso, cada flaqueza, cada caída que suframos. No las condenemos. Hay gentes que dicen, "Tengo tres debilidades". Si saben que es una debilidad, ¿para qué darle publicidad? Otro dice que es un fracaso. ¿Por qué habría de decírmelo? No es necesario decirlo.

Traguémonos y olvidemos nuestras debilidades o caídas. No son juzgados por sus flaquezas, no son juzgados por sus fracasos – son juzgados por sus éxitos. Se entregan puntos por las respuestas correctas. No restamos puntos de sus respuestas erróneas. Se les otorgan notas por las respuestas correctas, no las erradas. Es así que serán juzgados por su rectitud; deben ser juzgados por su conducta correcta y sus virtudes, no por otras cosas.

Mis amigos, nos acercamos a la Navidad, enterremos el pasado. Incineremos el pasado y olvidémonos de él. Vivamos en el presente. Permitámonos amarnos a nosotros mismos. Permitámonos aceptarnos primero. ¿Nos hemos aceptado? No. Cuando digo que usted es un gran hombre, ¿significa que yo soy un mal hombre? Cuando digo que usted es un hombre espiritual, ¿significa que yo no soy espiritual? ¿Por qué estas comparaciones? ¿Existe una balanza para decidir la cantidad de espiritualidad, o un termómetro que decida la presencia de amor y su intensidad? ¿Qué es toda esta insensatez?

Por eso, mis amigos, comencemos por amarnos a nosotros mismos. Déjenme respetarme a mí mismo

tal como soy. Puede que digan, "Me amo a mi mismo siempre que..." ¡De nada sirve! Soy lo que soy, con todos mis puntos a favor y en contra, con todas mis fortalezas y flauezas, soy lo que soy.

Este es un sentimiento que ha de ser desarrollado, una actitud que ha de ser cultivada, porque la auto-negación, mi auto-repudio o auto-condena no están bien. Son tan malas como el auto-ensalzamiento. Si sólo me vanagloriara, será malo. Si sólo me condenara a mí mismo, sería mucho peor. Por lo tanto, evitemos la auto-negación o la auto-condena. No obstante, ¡que tampoco haya auto-elogio!

Tampoco es necesario decir que disfrutaremos realmente de una hermosa Navidad dejando de lado al ego. Bailaremos estas fiestas de Navidad cuando aprendamos a compartir y a preocuparnos. La Navidad nos hará sonreir y estar felices si realmente le prestamos servicio a otros. Al servir, es Navidad. La alegría es Navidad y la música es Navidad. ¡Ojalá la Navidad more en nosotros por siempre jamás! ¡Jai Sai Ram! (Aplausos)

(El Prof. Anil Kumar terminó su charla con el bhajan "Jai Jai Prabhu Giridhari Natawara Nandalala")

Muchas gracias. Les deseo a todos una muy Feliz y Santa Navidad y un buen Año Nuevo. ¡Sai Ram!

OM... OM... OM...

Asato Maa Sad Gamaya

Tamaso Maa Jyotir Gamaya

Mrtyormaa Amrtam Gamaya

Samastha Loka Sukhino Bhavantu

Om Shanti Shanti Shanti

Jai Bolo Bhagavan Sri Sathya Sai Babaji ki Jai!

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Traducción de Herta Pfeifer.

Santiago, enero 2009

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