Confianza y amor se nutren mutuamente. Se trata de lo que piensas sobre ti mismo. Y como eres libre de pensar lo que quieras, ¿para qué vas a pensar mal de ti? Si durante el día te pasa algo desagradable, detente un momento y dite a ti mismo te amo de todos modos. Elige pensamientos y palabras que describan lo estupendo que eres y que te mereces todo lo bueno en la vida.
Para aprender se requiere tiempo. Muchas personas se resisten a aprender cosas nuevas por temor a equivocarse o por el qué dirán. Si fallan dos o tres veces ya se dan por vencidas. Pero es normal equivocarse tres y cien veces mientras uno está aprendiendo.
Al principio nos parece algo raro, pero luego con la práctica se nos va haciendo más familiar. Esto es lo que sucede con nuestro trabajo interior. No vamos a amarnos a nosotros mismos de un día para el otro ni nos será tan fácil hacer las afirmaciones. Pero si cada día nos dedicamos un poquito más de tiempo y a nuestro trabajo interior, verás cómo en unos meses habrás hecho grandes progresos en tu autoestima. Nunca te castigues por cometer un error, ya que puedes utilizarlo para aprender y crecer y te servirá como parte del aprendizaje para realizarte en la vida.
Cuidemos nuestra mente, debemos dejar de sentirnos culpables, acabar con el castigo y el dolor y ser cariñosos con nosotros mismos. La relajación nos provee una gran ayuda y nos permite comunicarnos con nuestro poder interior, porque mientras estemos tensos, enfadados o asustados, estaremos cortando la energía positiva.
Las meditaciones. También es bueno realizar una meditación diaria, tómate aunque sea cinco minutos al día para hacer unas cuantas meditaciones profundas y tratar de acallar tu mente para escuchar lo que tenga que decirte tu sabiduría interior.
No significa que trates de detener tu pensamiento, sino que se ralenticen y los deje fluir sin prestar atención en ellos. Cuando logremos hacer esto comenzarán a llegar las repuestas que necesitemos.
Hay muchas maneras de meditar, puede ser mientras caminas o hacer yoggin, o estás sentado en un parque. Centra tu mente en un pensamiento y siéntete en paz. El pensamiento puede ser una frase, por ejemplo “Estoy en paz”, “Mi vida es hermosa”, “Estoy llena de amor”, “OM”.
Las visualizaciones. Es muy importante que crees imágenes mentales positivas de aquellos cambios que desees conseguir. Debes crearlas del modo en que sean agradables para nuestro subconsciente. Podemos hacer visualizaciones por nosotros mismos, por los seres que amamos, por el país o por el planeta.
Levanta tu espíritu con un elogio, reconoce que Dios está dentro de ti y que somos expresiones de la inteligencia infinita. Proporciónate aliento y apoyo, dite a ti mismo cosas sencillas como por ejemplo “Eres maravilloso”, todas las veces que sean necesarias hasta que te sientas cómodo con esa afirmación.
¿Si tú te crees que eres inmerecedor de elogio cómo puedes pretender que los demás lo hagan por ti?
El merecimiento. Es lo que nos permite obtener lo que deseamos o lo obstruye cuando nos creemos inmerecedores. Es una resistencia muy fuerte que bloquea nuestros deseos, así que permítete aceptar lo bueno tanto si te lo mereces como si no. Y si te surge la idea de que no te mereces algo plantéate de donde viene esa creencia y si es realmente válida o no. Y seguramente no lo será, puesto que como hijo de Dios eres merecedor de todo lo bueno que hay en el mundo.
Pide ayuda. Muchas personas son incapaces de pedir ayuda porque su ego no se lo permite. La próxima vez que intentes hacer algo sola y falles, en vez de enfadarte contigo mismo pide ayuda: a tus amigos o grupos de apoyo o familiares.
Con Amor Perdono a las Personas que me Lastimaron en el Pasado.
De la red.
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