Se ha dicho que la vida no vale la pena de vivirla si no se está en perfecta salud. Es verdad que para gozar de cualquier cosa hay que estar en buena salud, porque con un dolor o una molestia no se puede gozar nada. Así pues, fíjate en el orden de los beneficios del Rayo Oro-Rubí: Paz, Gracia, Curación y Suministro. Todo el que acumula una gran fortuna lo hace en los años en que goza de una buena salud, una gran serenidad, cuando no lo atormentan los obstáculos ni los tropiezos. Claro es que en este planeta “todavía” se sufre, porque se trata de una humanidad cuyo vivir es imperfecto y cuya evolución espiritual es aún bastante atrasada, así suele ocurrir que cuando se ha logrado reunir esa gran fortuna o “amasarla” como suele decirse y, sobre todo, si se ha “amasado” sin ecuanimidad y sin justicia para “los que ayudaron amasarla”, resulta que es cuando no puede gozarse de ella ya que el individuo se encuentra lleno de achaques, o se ha dejado poseer por el “miedo a que se la quiten” y ya no logra vivir en paz, no puede pues gozarla.
Cuando te encuentres perturbado, cuando haya demasiado ruido que te está molestando, incluso cuando haya desórdenes callejeros o nacionales, “cuando no haya Paz”, invoca a Tranquilino; recuerda que su complemento espiritual es Paz o Pacífica, invócalos juntos y verás los resultados.
El Gran Elohim Tranquilino dice: “Yo Soy” el Elohim de la Providencia y la Paz. Tú que has dado tus actividades y dedicado tu vida a servir al séptimo Rayo representado por el Amado Maestro Saint Germain, estás emergiendo lentamente del lodo de la creación humana y de la limitación. Nosotros estamos tratando de fundar una gran base para este movimiento mundial, tratando de hacer de cada uno de ustedes “un pilar de fuego Violeta”, pero te puedo asegurar ahora y aquí mismo que, a menos que conserves tu paz interna y externa, sin interrupción, ya sea como individuo o como parte de una colectividad, si no estás en paz, no importa cuán perfectamente planees y construyas, al final sólo tendrás cenizas, si aún tienes en la conciencia la radiación desintegrante de los pecados capitales: Lujuria, Ira, Malicia, Odio, Temor, Gula, Codicia, Pereza, Envidia, Orgullo, Arrogancia y demás ramificaciones de esas bestias. La Paz no es una cualidad negativa. Es eminentemente positiva y es una Concentración de Poder. “¿Cuánto control se necesita para mantenerse absolutamente en calma y dueño de cualquier situación a pesar de toda provocación en el seno de la familia, o de los compañeros de trabajo o del mundo entero? Logra dominar tu plano emocional hasta el punto de que nada ni nadie pueda sacarte de tu clima de paz interior y habrás vencido.