Amado hermano: Mi Cristo saluda a tu Cristo.
En las 8 lecciones anteriores te di a conocer lo que es la Metafísica, cómo Dios, Nuestro Padre no castiga porque Él es todo amor, todo bien, y cómo somos nosotros mismo quienes nos castigamos al mal usar las 7 Leyes Universales que gobiernan el Cosmos, las cuales ya te enseñé una a una, explicándote su funcionamiento y la manera de usarlas para hacer de ellas tus más fieles aliadas en lugar de hacerlas tus antagonistas u oponentes.
Hoy vamos a entrar en el segundo ciclo de estas enseñanzas, hoy voy a hablarte de los 7 Principales Aspectos de Dios. Y digo Principales porque estos Siete no son los únicos, Dios es polifacético, es decir, se presenta bajo multitud de fases, ya que Él está presente en Todo, pero estos 7 aspectos son sus siete principales características que tú debes conocer.
DIOS ES VIDA, ES VERDAD, ES AMOR, ES INTELIGENCIA, ES ALMA, ES ESPÍRITU Y ES PRINCIPIO
Alguna vez te has preguntado ¿Cómo es Dios? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Cuál su carácter? ¿Dónde está Él? ¿Podemos ponernos realmente en contacto con Él y en tal caso, cómo?
Generalmente al pensar en Dios tú piensas en Él como alguien con forma humana. Sí, tú ves en tu mente un señor de luengas barbas blancas, como suelen presentarlo en algunas estampas que dicen ser la imagen de la Santísima Trinidad, donde aparece Dios Padre como un señor mayor, de cara bondadosa, el Hijo, un hombre más joven que se supone sea la imagen de Jesús y luego una paloma en el centro que simboliza al Espíritu Santo. Esta es la imagen que tú tienes fija en tu cerebro. En otras religiones se le presenta siempre con forma humana, bajo diferentes nombres y así se ha creado la idea de un Dios antropomórfico, es decir con forma de hombre. Natural es que el hombre al pensar en Dios lo imagine a su imagen y semejanza. Si un insecto, por ejemplo una mariposa, tuviera conocimiento de Dios, es seguro que también en su mente le daría forma de mariposa, una mariposa extraordinaria desde luego, con poderes y facultades que la mariposa no tiene, pero desde luego un Dios con forma de mariposa, con el que esa mariposa podrá hablar en su lenguaje de insecto y un Dios al que atribuirá sus propios sentimientos tal como el ser humano lo hace. Pero Dios no tiene forma definida, Él se manifiesta en todas las formas, porque Él está en todo, Él es un Dios-presencia o sea un Dios Omnipresente. Dios es infinito, debes recordarlo siempre, y no bastan una ni muchas vidas para alcanzar a conocer su completo significado. Por eso decimos que Dios es incognoscible.
La Biblia dice que Dios es espíritu y que quienes lo adoran deben hacerlo en Espíritu y en Verdad. Adorarlo en Espíritu significa adquirir la comprensión espiritual de Su naturaleza y eso es lo que trataré de explicarte, sin intentar definir a Dios porque eso sería limitarlo, pero para efectos prácticos trataré de hacer los diferentes aspectos principales de su naturaleza, uno por uno.
El único modo de acercarnos a Dios es pensando en Él. No existen pasos materiales que nos lleven a Dios. Sólo pensando en Él podemos acercarnos a Él. No existe modo de encontrar a Dios excepto por medio de la oración y rezar es pensar en Dios, hablar con Él.
En la oración hay 3 grados de intensidad. El primer y más fácil modo consiste en rezar en voz alta, lo que suele llamarse un “tratamiento hablado”. El segundo grado, el cuando es algo más difícil para la mayoría, pero también mucho más poderoso, es pensar sistemáticamente acerca de Dios, reconociendo Su Presencia en donde aparenta estar un problema. Esa es “la meditación”, y un buen modo de meditar consiste en leer algún versículo de la Biblia o un párrafo de algún libro espiritual, permitiendo luego que la mente vuelva de nuevo al asunto. El tercer grado se alcanza cuando el pensamiento y el pensador se convierte en uno y hay una realización vivida de la Verdad. Esto se llama “contemplación”. La mayoría de las personas no logran alcanzar este grado en la oración y no deben empeñarse en ello, pues se llega a esto espontáneamente, antes de su tiempo no debe ser forzada. La mayoría de los problemas humanos pueden resolverse por medio de la oración hablada o meditada.