Decreto metafísico para vivir lo milagroso
Lo milagroso es un tema que ha dado mucho de qué hablar a lo largo de la historia. En la metafísica podemos ver como grandes maestros ascendidos han hablado del tema, teniendo algo en común: La presencia Yo soy
Nuestra presencia Yo soy es la clave para vivir los grandes milagros a diario, y para aclararlo queremos definir el concepto de milagro. Se entiende por milagro a todo aquel acontecimiento que perturba el sentido de la lógica humana. En este sentido, no tiene lógica (según la mayoría de personas) que las enfermedades se curen de la nada, solo orando. Para la lógica, es necesario un tratamiento médico para poder haber recuperación, pero en la espiritualidad podemos ver que a través de decretos de sanidad, imposición de las manos y oraciones muchas personas han recibido una sanidad milagrosa.
Otro concepto de milagro es: "Aquella serie de acontecimientos que resultan muy improbable de que ocurran, pero que aún así ocurren". Un ejemplo claro de esto puede ser tan sencillo como encontrarnos con la persona que justamente necesitamos ver, pero nos la encontramos en un lugar completamente inimaginado, como si de alguna manera extraña estuviésemos en sincronía.
También hay casos más complejos como el de una mujer que sufrió un infarto en un vuelo en avión, donde habían 50 pasajeros más, resultando ser que los 50 pasajeros restantes eran doctores, específicamente cardiólogos, que se dirigían a una conferencia de cardiología, y lograron salvarle la vida.
¡Vivir lo milagroso es lo máximo! Es por eso que a continuación te dejamos un decreto metafísico para que actives el poder de lo milagroso en tu vida.
Por el poder de mi presencia Yo soy, por el poder de los seres de la luz: maestros ascendidos, ángeles y arcángeles, divinidades y guardianes de lo sagrado, por el poder de todo aquello en lo que hay luz, por ese poder activo lo milagroso en mi vida.
Yo soy manifestando situaciones milagrosas, hoy comienzo a vivir sucesos extraordinarios, sucesos que escapan a la lógica humana. Hoy, en el nombre de mi Dios interior, los milagros resultan manifiestos en mi y en mi entorno para siempre, cambiando mi vida de manera extraordinaria.
Yo soy estableciendo los milagros que voy a vivir: Sanidades, liberaciones, prosperidad económica, felicidad, encuentros extraordinarios con personas maravillosas, sucesiones de eventos muy improbables para los demás pero manifiestos de manera perfecta para mí, conocimiento divino y todo aquello que esté relacionado con los milagros.
Yo soy cambiando mi entorno con el poder de lo milagroso. Mi entorno se empieza a llenar de optimismo, me empiezan a suceder cosas extraordinarias que ayudarán a mi evolución espiritual.
Yo soy empezando a vivir los grandes milagros que experimentaron muchos de los maestros ascendidos en su trayecto carnal por la tierra.
Yo soy causando una serie de eventos que me llevarán a vivir lo milagroso para siempre.
Yo soy estando en sincronía con el poder de los milagros, por lo tanto mi vida no vuelve a ser la misma, ya que mis pensamientos, sentimientos e intenciones cambian para experimentar el maravilloso poder de los milagros.
Hoy, y desde mi presencia Yo soy, envio lo milagroso a todos aquellos que más lo necesiten, para que sus vidas sean transformadas de manera maravillosa, tal cual comienza a suceder con mi vida.
Yo soy estando para siempre en el poder de los milagros, sin que nadie lo pueda cambiar.
Gracias, gracias, gracias. Yo soy, yo soy, yo soy. Amén.
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