Por Alexandra Mahlimay & Dan Bennack
Cluj-Napoca, Romania
www.joyandclarity.com
Traducido por Maribel González – marigo28@gmail.com
He aquí una pregunta de una lectura del Propósito del Alma con Saint-Germain. Se reproduce aquí con permiso del cliente.
Pregunta: “Querido Saint-Germain, me parece que la libertad llega cuando puedo elegir lo que quiero crear o hacer con mi vida. ¿Pero demasiada libertad acaso no conduce a dificultades, también?”
Saint-Germain: Una pregunta interesante. Preguntas por la libertad de elección aquí, y aquí está mi corta respuesta, “Con la libertad llega la elección, y en la elección encontrarás tu libertad.” Sí, hay algo muy maravilloso acerca de la libertad de elección. Pero también hay algo muy seductivo en ello, especialmente si no se está preparado para la experiencia de ser capaz de hacer lo que se quiera. Este seductor elemento se llama, vanidad.
¿Qué Es La Vanidad Espiritual?
Hablemos de un tipo particular de vanidad ahora. Hablemos de la vanidad espiritual. ¿Alguna vez has conocido a alguien que es espiritualmente vanidoso? Apostaría a que conoces a uno o dos de ellos.
Una persona es espiritualmente vanidosa cuando se sienten excesivamente orgullosas de sus logros espirituales, y luego usan esto para impresionar o manipular a los demás a su alrededor. Se ha “empañado el halo” de muchos ángeles humanos que guían a otros en la Tierra hoy en día.
La vanidad espiritual tiene consecuencias, también. Basta con contemplar lo difícil que es para la persona espiritualmente vanidosa librarse a él o a ella de esta locura. Es una tarea monumental. Es un escollo para muchos que están en el camino espiritual, en su viaje de regreso a recordar su Divinidad.
La Locura de la Vanidad Espiritual
La vanidad es una trampa, de hecho, y aquí está el motivo:
La gente en el camino espiritual a menudo se encuentra entrando en estados superiores de conciencia, a medida que avanzan en el camino. El problema de la vanidad espiritual aparece, sin embargo, cada vez que hay una fascinación o fijación de estas experiencias. Es tentador para algunas personas creer que sólo porque tuvieron esta maravillosa experiencia, que de alguna manera son mejores o más iluminados que los demás. Esto, por supuesto, es absurdo.
Lo que realmente está sucediendo aquí es que sus egos, que aún no están plenamente reintegrados en la experiencia de la Memoria Divina, están engañándolos.
Déjeme darle un ejemplo tonto para ilustrar este punto.
Vamos a suponer que el ego es tu maestro de escuela primaria local, y que tú eres un estudiante ingenuo que está dispuesto a creer casi cualquier cosa que se te diga. Tu maestro te anima a escribir la siguiente frase incompleta en la pizarra: “Mi experiencia espiritual es…,” y luego la rellenas con la siguiente declaración: “…mejor que tu experiencia, cualquier día de la semana, así que, ¿por qué no me dejas contártelo?”
Entonces tu maestro te envía a casa a que le repitas esta afirmación ridícula a tu familia, amigos, y vecinos, hasta que ya sea estén convencidos de que sabes exactamente de lo que estás hablando y debes guiarlos a la Tierra Santa, o de que estás demente. Y así, el falso profeta nace.
Entiende esto, mi amigo: El ego se apodera de todo lo que es tuyo, y lo tergiversa para sus propios fines. Le encanta asegurarse de que tú, y aquellos que te rodean, se mantengan en la ignorancia de su Divinidad.
¿Por qué el ego cree que merece ser reconocido por, o ser mejor que todos los demás a su alrededor? Debido a que secretamente no está seguro de su lugar e importancia en el mundo. Esto hace al ego particularmente vulnerable a la experiencia del orgullo exagerado. Y la variedad espiritual de esto es particularmente problemática.
El ego nunca puede sentirse legítimamente orgulloso de nada que sea realmente importante acerca de ti, – como la Verdad de tu Divinidad – porque el ego nace de tu ignorancia de este hecho.
Y Esto Nos Lleva de Nuevo a La Vanidad.
La vanidad espiritual no es más que un “reconocimiento” ego-sancionado de tu Divinidad. Pero es un reconocimiento falso. Es simplemente otra manera de evitar que realmente recuerdes tu Divinidad diciéndote, y a aquellos que te rodean, que ya lo has hecho, cuando en realidad no es así. El ego te anima a aceptar esta ficción, diciéndote que si tan sólo puedes persuadir a la gente suficiente a creer que es así, entonces sin duda debe ser verdad. Y esta es la trampa de la vanidad espiritual. Es tanto un problema para aquellos que guían a los demás en un camino espiritual, como lo es para aquellos que se dejan guiar.
Por lo tanto, para que no quepa ninguna duda, me voy a repetir: “Con la libertad llega la elección, y en la elección encontrarás tu libertad.”
Entiende esto, querido amigo, que cuando eres verdaderamente libre, vas a elegir con sabiduría tus experiencias, tal como lo hace tu Alma, y esa vanidad espiritual no entrará en escena en absoluto.
En cambio, tus decisiones acerca de qué hacer con tu vida, tus relaciones, y cualquier otra cosa de importancia para ti, – estará en armonía con las Elecciones de tu Alma acerca de la mejor manera de encarnar su Divinidad como el tú humano en la Tierra -.
Y en esta alineación armoniosa entre lo que es humano acerca de ti, y lo que es Divino, vas a comprender el verdadero significado de la libertad. El verdadero significado de la libertad para ti como ser humano, es liberarte del olvido acerca de Quien Realmente Eres… liberándote de los actos impulsados por el ego de auto-sabotaje que te mantienen en la oscuridad acerca de tu Divinidad.
Entiende que a medida que re-integras las percepciones distorsionadas del ego acerca de quién eres, a una apreciación consciente de tu Divinidad, que encontrarás la libertad y el propósito en todo lo que haces.
Y, más importante aún, comprenderás que tu cada vez mayor conciencia espiritual no tiene nada que ver con ser mejor que otros, o más evolucionado. Por el contario, te coloca en pie de igualdad con todos los humanos, y te pide practicar la humildad a diario.
Esta clase de humildad te pide guiar y enseñar con el ejemplo, y no con la ostentación o la teatralidad; mostrándoles a los demás que vivir una vida humana, y actuar con Conciencia Divina, es posible para ellos, también.
Recuerda que la humildad no te pide negar la grandeza de tu Divinidad, o vivir con timidez. Tu Divinidad ES grandiosa, y también lo eres tú, cuando te sientes inspirado por ella. La humildad simplemente te pide vivir tu vida sin falso orgullo. Sin ego.
Una Necesidad de Discernimiento
Cuando te puedes liberar de la vanidad del ego, entonces ya no sentirás que eres espiritualmente superior a los demás, o más iluminado; o que tengas que forzar tu perspectiva más elevada en ellos, por su propio bien. Ni serás seducido por los mensajes competitivos de aquellos que tratan de decirte, o venderte este tipo de vanidad empaquetada. Existe una gran necesidad de discernimiento acerca de esto hoy en día.
En cambio serás más consciente de la necesidad de todos de encontrar su camino de regreso a recordar su Divinidad, y estarás deseoso de ayudarlos de manera respetuosa y apropiada, cada vez que acuden a ti.
Gracias, amigo mío, por hacer esta pregunta en nombre de todos los que están presentes ahora, y que puedan leer esto más adelante.
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