ARRESTO,
CONDENA, CRUCIFIXIÓN, MUERTE,
SEPULTURAY
RESURRECCIÓN DE CRISTO:
Antes del arresto,
condena, crucifixión, muerte, sepultura y resurrección de
Jesucristo, se había guardado un borrego por cada familia, para
después hacerse la preparación del Pésaj (la pascua) y dar inicio
a los siete días de los panes sin levadura, que terminaban el día
21 del mes Abib (Nisán). Esto ocurría, porque de conformidad a lo
estrictamente determinado por El Padre Eterno en su palabra contenida
en Éxodo12:1-6, 15-21, el día 10 del primer mes Abib (Nisán),
debía cada familia de los israelitas apartar un cordero o carnero
sin defecto alguno, para ser sacrificado el día 14 del mismo mes,
entre las dos tardes y prepararlo en el tiempo que va de la hora
novena (3:00 pm.) hasta la puesta del sol, a fin de que el día 15
del mismo mes, ingerirlo acompañado de tortas de harina sin
levaduras con hiervas amargas. Día este en que según el mandamiento
allí determinado, comenzaban los siete días de los panes sin
levaduras, en concordancia con lo que a continuación está escrito
en otro texto de las Sagradas Escrituras: “Pero
en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua de
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(IEUE). Y a los quince
días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán
panes sin levadura.” (Números 28:16-17). Lo mismo
respecto a esto último, nos dice Levítico 23.6:
“Y
a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin
levadura a IEUE: siete días comeréis panes sin levadura.”
Ahora bien,
tomando en cuenta el Mandamiento del Eterno sobre apartar el cordero,
hacer el sacrificio de la pascua y cumplir con el mandamiento de los
panes sin levadura, se pueden precisar 9 días, y dentro los cuales
los siete días en mención, así:
©10,
©14,
1º15,2º16,
3º17, 4º18,
5º19, 6º20,
7º21.
Entre esos nueve
(9) días se puede observar, que aún del día 10 de apartar el
cordero y el día de su sacrifico, están siete días con los dos (2)
grandes Shabat de Abib (Nisán) del primer mes del año hebreo,
conforme al tiempo antiguo en que ello debía tener fiel
cumplimiento. De manera que en la víspera de los siete (7) días de
los panes sin levadura, Jesucristo aceptó lo dicho por sus
discípulos, para que el día 14 de Abib (Nisán), tener el lugar
donde preparar la pascua; y así pues, que entrados en la ciudad de
Jerusalén, y estando ellos en el aposento alto, Cristo a sus
discípulos les dio a comer pan y a beber vino, a semejanza de su
cuerpo y de su sangre que por todos nosotros entregaría en
propiciación de los pecados; y en esto que Judas comió el pan, le
entró Satanás y se fue para finiquitar lo que por 30 piezas de
plata había convenido con los adversarios del Señor; y por tanto en
ese mismo día, cuando aun siendo de noche, Cristo fue arrestado en
el Getsemaní del torrente de Cedrón, por instrucciones de la
autoridad sacerdotal, y llevado desde allí a la casa de Anás y
luego a Caifás Sumo Sacerdote, para que muy temprano de mañana al
reunirse el concilio del Sanedrín, los líderes religiosos
determinaran que era reo de muerte (Lc. 22:1-71; Mc. 14.53-63, Jn.
18.1-24). En consecuencia, ellos dispusieron llevarlo a Pilatus, para
que siendo sometido a un juicio punitivo con la acusación de:
“Perversión a la nación; prohibición de dar tributo al
Cesar; decir que es el Cristo un rey y alborotador del pueblo con su
enseñanza en Judea”, lo sentenciaran a la
muerte de crucifixión (Lc. 23:1-2,5, 21-23).
Así que
teniéndose a cuenta varios elementos, como son: El lugar donde se
prepararía la pascua, para que simbólicamente Cristo la comiera el
14 de Abib (Nisán); el acto simbólico que el Mesías hace con sus
discípulos de darles tan sólo pan y vino; y los acontecimientos que
se suscitaron en su contra como producto de la conspiración en la
que Judas Iscariote resultó ser un traidor, entonces se pueden
determinar en el orden siguiente, los días precisos desde el arresto
de Jesucristo hasta su gloriosa resurrección:
-
Día
Viernes14 de Abib (Nisán):
-
Arresto
de Jesucristo, en horas de la noche y llevado primeramente a Anás
sumo sacerdote y suegro de Caifás (Jn. 18:12-24). Luego estando
Cristo en poder de Caifás sumo sacerdote, y muy de mañana sometido
al concilio del Sanedrín, lo consideraron reo de muerte (Mt.
26:57-68; y Lc- 22:66-71). De aquí el mismo día, Cristo fue
llevado ante Pilatus, prefectus provincial del Imperio Romano en
Judea; y después del pretorio remitido al tetrarca Herodes, porque
Pilatus no queriendo tener nada en contra del Justo, quería
desligarse de él (Mt. 27:1; Is. 53:8). Pero Herodes tan pronto se
lo regresó, sin emitirle ningún juicio (Lc. 23:6-12); y así que
ya Pilatus empleando el último recurso de sortearlo con Barrabás
para liberar un preso durante la fiesta, se vio forzado a
pronunciarle la sentencia de morir crucificado, porque los
adversarios del Señor pidiendo que lo crucificaran, decidieron a
favor de Barrabás, preso por sedición y homicidio.
-
A
la hora Tercera (9:00 am) del 14 de Abib (Nisán), se efectúa la
crucifixión de Cristo, y a la novena hora (3:00 pm) ocurre su
muerte; y aún es sepultado en la tumba de José, cuando ya estaba a
punto de comenzar el día 15 del gran Shabat o día de reposo (Mt.
27:11-61).
-
Día
sábado 15 de Abib (Nisán), era el primer gran Shabat o
día de reposo de la semana, y acontece, que a petición de los
principales sacerdotes, el sepulcro es resguardado por soldados
romanos, a fin de evitar que los discípulos se llevaran el cuerpo
(Mt. 27.62-66).
-
Día
domingo 16 de Abib (Nisán), fue el primer día de la
semana de aquel tiempo, cuando Cristo Resucita muy temprano en la
mañana, entre la oscuridad y la luz (Mc.16.9). Esto en efecto que
ocurre ya pasado el día de reposo, es confirmado por un ángel que
al descender del cielo se produce un gran terremoto, momento cuando
remueve la piedra del sepulcro, y quien sentándose sobre ella
anuncia la resurrección de Cristo en presencia de los temblorosos
guardias romanos, de María Magdalena y de la otra María (Mt.
28:1-8). A estas dos el Mesías se les apareció para decirles:
“¡Salve!...No
temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea,
y allí me verán (Mt. 28:9-10)”.
En efecto, cuando
era el amanecer del día domingo 16 de Abib (Nisán), un Ángel
anuncia la resurrección de Cristo, porque en este mismo día que era
el primero de la semana, él resucita de entre los muertos. Esta
resurrección que se efectuó en la mañana del primer día de la
semana, es confirmada en Mc. 16: 9-11, en los siguientes términos:
“Habiendo, pues, resucitado Jesús por
la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a
María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Y yendo
ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban
tristes y llorando. Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había
sido visto por ella, no lo creyeron.”
Al levantarse pues
Jesucristo de la sepultura, de esta manera se cumplió lo predicho
por él, que de ser crucificado y derribado su templo, resucitaría
al tercer día (Mt. 27:63; Mc. 8:31; Lc. 24:46; y 1 Co. 15.3-4). Lo
cual tiene concordancia con lo que él adujo acerca del profeta
Jonás: “Pero señal no le será dada,
sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el
vientre del gran pez, tres días y tres noches, así estará el Hijo
del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches (Mt.
12:39-40; y Jonás 1:17)”
Naturalmente,
fueron tres días y tres noches como ocurrió con Jonás en el
vientre del gran pez, porque cuando ya culminando el día viernes con
la caída del sol o con la anochecida, a Cristo en este mismo
instante lo sepultaron en un sepulcro nuevo, propiedad de José de
Arimatea, yaciendo allí durante el sábado y resucitando el Domingo,
el primer día de la semana. Ese instante del día viernes 14 de Abib
(Nisán), se cuenta como si fuera una noche; y algo parecido se hacía
con los monarcas, en cuanto que si iniciaban a reinar un día antes
de la culminación del año, por ese sólo día se les contaba como
el primer año del reinado, y el segundo desde el día siguiente.
También
en cuanto a esto, Lightfoot
cita de Talmud de Jerusalén los dichos de dos rabinos: “Un
día y una noche hacen una onah y una parte de la onah es como toda
ella” La
comprensión de este modismo resuelve el problema relativo al tiempo
que IESUE de Nazaret permaneció en el sepulcro.
De modo que por ende queda aclarado, el porqué de los tres días y
las tres noches; y que esto encuadrándolo respecto al calendario
nuestro, tendríamos: V14,
S15,
D16,
L17,
M18,
M19,
J20,
V
(S) 21.
Así que todo en cuanto al arresto, crucifixión, muerte y
sepultura de Cristo, ocurrió el día viernes 14 del mes de Abib
(Nisán), y su resurrección el día 16 del mismo mes en horas de la
mañana, que era el primer día de la semana (Domingo). Sin embargo
de acuerdo a la costumbre tradicional, se cree en jueves, viernes,
sábado y domingo, como los días de semana santa más cruciales para
los cristianos en el mundo.
Algunos
detalles durante la Crucifixión y muerte de Cristo:
-
Hora de la
crucifixión de Cristo: Hora tercera “Nueve de la mañana”
(Mc. 15:25).
-
Tiempo de
tinieblas: Hora Sexta (12 del medio día) hasta las tres de la
tarde (Mc. 15.33).
-
Hora novena
(3:00 pm), muerte de Cristo, rasgadura del velo del templo en
dos de arriba abajo, temblor de tierra, partidura de las rocas,
apertura de sepulcros y el levantamiento de entre los muertos de
muchos santos que estaban fallecidos (Mt. 27:45-52; y Mc. 15:34-38).
-
Comenzando a
caer el sol del día viernes, es cuando en presencia de María
madre de Jacobo y de María Magdalena, Cristo fue bajado de la Cruz,
envuelto con una sábana nueva, y enseguida sepultado en un sepulcro
nuevo cavado en una piedra, que era propiedad de José de Arimatea,
miembro justo y noble del concilio (Mc. 15.42-47).
Conclusión: El
arresto, la condena, crucifixión, muerte, sepultura y resurrección
de Jesucristo, tuvo fiel cumplimiento conforme a las escrituras, y es
que a fin de coincidir el Antiguo Pacto con el Nuevo Testamento, en
cuanto al apartado y sacrificio del cordero, la preparación de la
pascua y los siete días de los panes sin levadura, hay una asombrosa
precisión (Lc. 24:44-47); y así se corrobora de manera indubitable,
que tanto el Antiguo Pacto y el Nuevo Testamento están en lo cierto.
En este último se perciben los día precisos de todo cuanto ocurrió
en contra del Mesías, como producto de una conspiración y traición;
y esto conlleva a una creencia acertada, de viernes, sábado y
domingo como los tres días indubitables e indiscutibles de la semana
mayor.