Ya decía yo que en algún momento me encontrarías... vamos dale a este viejo roler un motivo para sentirse orgulloso...

*Una ráfaga de viento helado que conlleva cristales cual fino polvo pasa recorriendo aquel lugar destinado al eterno descanso de los guerreros al servicio de la diosa Athena, seguido de aquel drástico cambio de temperatura la imagen inmutable de un guerrero se aproxima dejando que bajo la luz de la luna tenue el dorado de la armadura que le viste sea reconocible, “finalmente es verdad aquello que he visto en las estrellas” razona con gesto serio el sabio de los hielos, cuyo andar se detiene delante de una de las tumbas que se encuentran abiertas desde su interior, sus parpados ceden y a su alrededor la temperatura desciende nuevamente producto de una ligera aura dorada que emana del caballero de acuario , que con solemnidad inclina levemente su rostro mostrando respeto a los hombres que descansan aún en aquel sitio y de igual manera preocupación por los nombres gravados en las tumbas de quienes han rechazado a la muerte*

Degel de Acuario SSV

*Aquella voz que llega burlona a oídos del caballero dorado produce en el apenas un cambio en su serio semblante, los párpados caen de manera tranquila sobre sus orbes y un ligero movimiento extiende su brazo diestro apartando de esa forma la capa alba y permitiéndose girar en dirección a donde el sonido proviene. – ¿Debería sentirme sorprendido de que entre todos aquellos santos caídos tú seas quien se levante ahora como sirviente de Hades?- cuestiona con seriedad, al momento que su mirada se muestra nuevamente una gélida ráfaga de viento se hace sentir a su alrededor pasando al ras del terreno y una tenue escarcha así como cristales cual fino polvo danzante se muestran cercanos al hombre protector del décimo primer templo zodiacal, -¿Cuál es tu intención al regresar a esta vida?- cuestiona severo y cortante aumentando el áureo resplandor cósmico proveniente de su figura a la par que la temperatura desciende de forma constante, sus pies se posan firmes sobre el suelo y la tensión muscular es evidente en brazos y piernas sabiendo que de la respuesta depende su proceder*

*Un gesto de decepción se hace evidente por parte del santo dorado cuya mano diestra se levanta para quedar a la altura de su rostro, el destello blanquecino de su helado cosmos se hace presente en aquella palma que se extiende delante de si provocando en esta área el danzar de cristales congelados que finalmente terminan por desaparecer al cerrarse el puño del sabio de los hielos, la concentración cósmica del guerrero helado se concentra en aquella extremidad y es finalmente en este punto que su pierna diestra se adelanta impulsando de forma ágil su figura en dirección al enemigo, deteniéndose de forma abrupta con su pierna izquierda al situarse delante del rival y llevando su cuerpo hacia atrás para recuperar la postura erguida extendiendo su brazo diestro y de igual forma la falange del dedo índice que libera un circulo de cristales alrededor del enemigo, -existen diversos enemigos en este santuario, yo no perderé el tiempo contigo, por ello te detendré de una vez- proclama al momento que el circulo de cristales busca cerrarse alrededor del antiguo protector de la cuarta casa zodiacal vuelto en una espectral figura, aumentando la fuerza de congelación y presión en aquella área que busca apresar y congelar al enemigo con una temperatura que raya el legendario cero absoluto, -Great Kolisso- susurra únicamente el sabio de los hielos en muestra directa de su capacidad*

*Calma mirada es dirigida por parte del helado caballero cuyos pasos se reanudan pasando de largo al santo resucitado, sus parpados permanecen cerrados y su respiración tranquila pese a que el aura helada que su presencia genera se mantiene constante a su alrededor. –Después de todo también  fuiste uno de los caballeros dorados que sirvieron en vida a Athena-, aquellas palabras carecen de sentimientos, sin embargo el andar del dorado se detiene y poco a poco su rostro gira dirigiendo una mirada sobre su hombro diestro a donde yace el santo de cáncer, “Este hombre es sorprendente, pese al aura nauseabunda y llena de muerte que le rodea no cabe duda que su cosmos es en efecto el de un caballero dorado” razona a sabiendas de que aquel guerrero no se detendría y finalmente su cuerpo gira atendiendo al enemigo, solo la tención en su cuerpo es notoria pese a su imperturbable postura a unos metros de donde el enemigo se encuentra*

*La sorprendida mirada del helado caballero se posa en aquella imagen del coleccionista de rostros del cuarto templo, su cuerpo genera la tensión en su figura que finalmente trata de emprender un salto hacia su lateral siendo que este queda a mitad de dicho intento, su figura es atrapada primeramente por aquella energía y aroma a muerte, su cuerpo comienza a perder completamente el movimiento y pese a que su templanza y fuerza mental y espiritual su alma es arrancada de su cuerpo y transportada de inmediato a otro sitio, los quejidos de almas y aquellas visiones espectrales del camino que los espíritus siguen en su camino al inframundo llenan la vista de un sorprendido guerrero que sin embargo se mantiene impávido y en su rostro la templanza y calma se mantienen, -Así que esté es el mundo de los muertos- concluye con tranquilidad el guerrero dorado cuyos pasos se escuchan romper la monotonía de quejidos y almas desfilando, sabiendo que su alma se encontraba ya en otro lugar y de igual manera manteniendo la calma ante tan peculiar hecho*