Es así, que el foco de atención se centra en el gran castillo de Rumania, precisamente en la estatua que tiempo atrás fuera en otrora la personificación del ángel más importante y hermoso de Dios, señor de los Cielos.

"Dios me hizo su ángel más bello e inteligente para después castigarme por mi perfección..." se escucha una voz de ultratumba que procede de la estructura en piedra, la cual inerte comienza a demostrar la presencia de una entidad con gran poder ajena a la Tierra, al cielo y el mismo infierno -Vengan a mi príncipes de los Infiernos, mis ángeles más fieles, que levantaron su puño y voluntad en contra de los cielos y fueron condenados a la oscuridad junto a su creador ¡Lucifer!- exhorta la voz imperativamente, mientras que en la superficie que rodea el castillo comienza a sufrir un cambio drástico de nivelación en sus bosques. Los abetos secan sus hojas, los animales mueren ante la presencia de la gigantesca maldad y la desolación que se propaga como una plaga que termina con toda la vida existente a los alrededores. De tal forma, una brisa de aire sofocante que se impregna con el olor del azufre que revela finalmente la llegada parcial del llamado “Portador de la Luz” quien convertido en una gárgola viviente espera el despertar de sus Ángeles Infernales