Los humanos somos muy poco 
conscientes de este gran don llamado albedrío, tal vez porque él lleva inplícita 
la responsabidad de las Causas que crean nuestros actos y nuestros pensamientos 
convietiéndose en Efectos irreversibles, pues "la justicia natural es una teoría 
elaborada por el hombre; no es una realidad. En la naturaleza, la justicia es 
puramente teórica, totalmente ficticia. La naturaleza no ofrece más que una 
clase de justicia, que es la conformidad inevitable de los resultados a las 
Causas."779  De allí que "ninguna experiencia valiosa ocurre nunca en vano, 
ningún significado verdadero perece jamás."1200 porque en verdad lo que tiene 
verdadero valor de sobrevivencia, no es lo que hacemos sino el cómo lo hacemos, 
pues  "nada de lo que hace un hijo de Dios es ordinario."2049  
    
Lo importante es tener un 
estado de conciencia superior, que nos permita darnos cuenta de lo que estamos 
haciendo y para qué.  El motivo es muy importante, porque muchas veces las obras 
aparentemente buenas que hacemos son motivadas por nuestro ego, por nuestro 
deseo de figurar y ser admirados o aceptados, por eso es bueno tener en 
cuenta, que "para entrar en el reino el motivo es el que cuenta.  Mi Padre mira dentro del corazón de los 
hombres y juzga por sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras,"1571   Porque 
"el alma en evolución no se vuelve divina por lo que hace, sino por lo que trata 
de hacer."557   Pues  "lo importante no es la rapidez de vuestro progreso sino 
su seguridad.  Vuestro logro real no es tan importante como el hecho de que la 
dirección de vuestro progreso es hacia Dios. Lo que lleguéis a ser día 
tras día es infinitamente más importante que lo que sois 
hoy."1653
     
Usar nuestro albedrío, significa 
no seguir a ciegas lo que los otros nos dicen, ya sea en el plano espiritual 
como en el material. Significa no ser esclavos del consumismo que nos obliga a 
usar desde una marca determinada de ropa, hasta la pastilla que debemos tomar 
para el dolor de cabeza. En el plano espiritual, el andar siempre en busca de 
nuevos maestros o doctrinas que nos digan como orar o como meditar, es una 
prueba de nuestra inseguridad emocional y de nuestra falta de fe en quien nos 
dijo YO SOY EL CAMINO y en el amor de nuestro Padre porque "Dios ama a cada 
criatura como a un hijo, y ese amor acompaña a cada criatura a lo largo de todo 
el tiempo y de la eternidad."1305 por tanto a Dios lo debemos buscar en nuestro 
propio corazón.
 
yolanda silva 
solano