“No podemos 
experimentar la verdad espiritual hasta que no la experimentamos con los 
sentimientos
 
Libro de Urantia. Pág. 
1663
 
 
 
 Al 
terminar un Año, es bueno hacer un recuento de lo que nos ha tocado vivir, 
porque al hacerlo podemos dar gracias al Padre por lo mucho que hemos recibido, 
porque a veces nos acordamos más de Dios para pedir sus favores, que para 
agradecer los muchos dones que a diario Él  
nos da.
 
También es 
conveniente tomar conciencia de aquellas cosas aparentemente malas, porque aun 
cuando puedan habernos hecho sufrir, ellas no fueron un castigo ni una 
injusticia, sino una oportunidad para que nuestro espíritu creciera y se 
fortaleciera porque “ los mortales tan sólo aprendemos la sabiduría a través de 
la experiencia de las tribulaciones”1663.  
“El mal no siempre es negativo.  
Hay un negativo potencial que conduce al camino positivo de luz y 
vida”1429.
 
Cuando las 
pruebas y el sufrimiento dejan de verse como un castigo, toman otra dimensión y 
otras son sus consecuencias porque nos damos cuenta que son una oportunidad que 
el Padre nos está dando para crecer en amor y sabiduría. Los sufrimientos son el 
crisol donde nuestra alma se purifica y se templa, son el barómetro con el cual 
podemos medir nuestro avance espiritual.  
Cuando sufrimos, es el momento de unirnos a la agonía de Jesús en el 
Huerto de Getsemaní y decir como El: Señor aparta de mi este cáliz, pero que se 
haga tu voluntad y no la mía.
 
No debemos asustarnos ante el mal, pues el mal 
y el bien marchan unidos, uno al lado del otro hasta el fin de la vida, al igual 
que lo hace el trigo y la cizaña.  Aun en 
medio del caos siempre habrá un bien que podemos rescatar, si estamos en un 
estado de conciencia superior que nos permita ir más allá de las apariencias, 
para que seamos capaces de extraer lo positivo de una situación aparentemente 
mala.  Cuenta la leyenda que al fondo del 
cofre de Pandora, después que salieron todos los males, quedó brillando la 
Esperanza.
 
“No podemos 
experimentar la verdad espiritual hasta que no la experimentamos con los 
sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas sino es a través de las 
adversidades”. 556
 
yolanda silva 
solano