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Ronda de mates entre amigos: Parte 2 / Carlos Gardel
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: 2158Fenice  (Mensaje original) Enviado: 05/02/2023 08:04

El barrio en el que Gardel se crió es la zona de los teatros porteños que tiene su eje en la calle Corrientes, luego transformada en avenida. Eso le permitió desde muy chico estar en contacto con el mundo teatral. Su madre trabajaba planchando ropa, a veces para algunos de esos teatros, y él mismo fue reclutado por un personaje conocido como «Patasanta», que organizaba claques de aplaudidores en los teatros, cobrando dinero por prestar ese servicio. Con la «troupe de animadores» de Patasanta, Gardel fue claque, utilero y comparsista (extra), a cambio de poder asistir a los espectáculos y recibir entradas.De esta manera logró estar en contacto con actores y cantantes, de quienes imitaría los ejercicios de vocalización y otras conductas que serían de importancia para su futura formación artística:

Esos fueron mis primeros conocimientos artísticos y así fue como conseguí obtener aquella voz blanca con la cual me di a conocer.
Carlos Gardel

Así, entre muchos otros empleos informales, se desempeñó como tramoyista en el Teatro de la Victoria, donde escuchó al zarzuelista español Sagi Barba, con quien incluso llegó a tomar sus primeras lecciones informales de canto, y en 1902 pasó al Teatro Ópera, donde conoció al barítono italiano Titta Ruffo.

En esa época, siendo ya un adolescente, comenzó a frecuentar el barrio del Abasto, un barrio popular recién organizado alrededor del entonces nuevo mercado, abierto en 1893. Gardel fue invitado por un grupo de jóvenes (José «El Tanito» Oriente, Domingo «Daguita» Vito) a integrarse a la «barra» del café O'Rondeman, que estaba en Agüero y Humahuaca.El café era propiedad de los hermanos Traverso (Alberto o «Giggio», Constancio, Félix y José o «Cielito»). Estaba administrado por el primero de ellos, el «Gordo» Giggio o Yiyo, que establecería con Gardel una relación de gran afecto mutuo, con características paterno-filiales, al punto que cuando aquel falleció en 1923, Carlos fue uno de los que sostuvo el féretro. Los hermanos Traverso, liderados por Constancio, dominaban políticamente el barrio del Abasto, en nombre del Partido Autonomista Nacional, el partido conservador fundado por Julio Argentino Roca que gobernó sin alternancia el país, sobre la base del fraude electoral, entre 1874 y 1916. El joven Gardel fue un protegido de los hermanos Traverso, que valoraron desde un inicio la calidad de su canto -de gran importancia para organizar la sociabilidad popular-, y promovieron su actuación tanto en el Bar O'Rondeman, como en los comités conservadores del barrio, de otras zonas de la ciudad, e incluso de Avellaneda, donde se relacionó con el hombre fuerte del conservadurismo bonaerense, Alberto Barceló, y su famoso matón, Ruggierito.

Gardel comenzó a cantar semiprofesionalmente en el café de los Traverso y en el comité conservador de Anchorena 666. Años después, en 1927, se mudó con su madre a una casa que compró exactamente a la vuelta del comité, actual Casa Museo Carlos Gardel. En esa época el canto popular estaba dominado por el arte de la payada, cuya figura máxima era Gabino Ezeiza.Gardel no tenía habilidad para inventar sus propios versos a medida que cantaba, que era la característica decisiva para el éxito de los payadores, pero la calidad de su voz le fue abriendo camino poco a poco. «Gardel nunca fue payador; él era cantor», dice el historiador Pablo Taboada.

De esa época viene la relación de Gardel con la payada, en especial con José Betinotti, a quien se le atribuye haberle puesto el apodo del «Zorzalito» o «Zorzal Criollo», es decir el nombre de uno de los pájaros característicos de la región pampeana, como es el zorzal, destacado por la belleza de su canto.Uno de los primeros temas que grabó Gardel fue «Pobre mi madre querida», la canción más famosa de Betinotti.También de esta época viene la relación con el payador Arturo de Nava.En 1922, el dúo Gardel-Razzano grabaría la obra más famosa de De Nava, «El carretero», que se convirtió en el principal éxito de Gardel en su primera gira a Francia (1928/1929) y que luego fue incluida entre los famosos cortos cinematográficos musicales realizados en 1930, donde Gardel aparece hablando con el payador, ya en el momento de decadencia de su carrera, quien le agradece el hecho de cantar su tema.

Placa de Gardel en la "Basílica de María Auxiliadora y San Carlos" de Almagro, donde cantó con el coro del colegio Pío IX, alrededor de 1901.

Durante toda esa primera década como cantor, Gardel nunca cantó un tango, aunque lo bailaba. Construyó su estilo de canto a partir de la payada y las canciones camperas, pero también de la canzonetta napolitana y la ópera.

En 1910, siendo todavía desconocido para el público, cantó una noche para una tertulia habitual de jockeys y cuidadores de caballos de pura sangre en la confitería La Frazenda, en el Bajo Belgrano, con motivo de haberle apostado a una yegua que ganó la carrera, obteniendo una importante ganancia. En 1936 un tal Laureano Gómez, que estuvo presente aquella noche, publicó un relato acerca de la presentación de Gardel:

Se presentó como un muchacho bien parecido y discretamente trajeado. Lo presentó a la tertulia un señor Vedoya, dueño de caballeriza en el viejo Hipódromo Nacional. [...] Este jovencito morocho pone un hondo sentimiento en las tonadas criollas. Da gusto oírlo. [...] Los presentes le pedían que siguiese cantando, al grito de «Morocho, cantate cuál», «Morocho, cantate tal», «Morocho de aquí», etc.
Laureano Gómez

Para la segunda década del siglo xx, Gardel era habitualmente referido como El Morocho del Abasto.

A comienzos de la segunda década del siglo xx se encuentran Carlos Gardel y el uruguayo José RazzanoEl Oriental. En sus Memorias, Razzano ubica ese encuentro en 1911, en la casa de un amigo ubicada en la calle Guardia Vieja, a pocos metros del Mercado de Abasto. Años después esa parte de la calle, entre Jean Jaurés y Anchorena, será renombrada como pasaje Carlos Gardel.

Gardel ya había empezado a cantar a dúo con Francisco Martino, sumándose Razzano y poco después el cuyano Saúl Salinas. Lo cierto es que los cuatro se mantuvieron vinculados, cantando alternativamente en dúo, trío y cuarteto, en diversos barrios y ciudades de Argentina de manera semiprofesional, hasta que poco a poco fue decantando el dúo Gardel-Razzano, estableciendo su barra de amigos y su base artística en el Café de los Angelitos, un punto intermedio entre el Abasto -donde paraba Gardel- y Balvanera Sur, donde estaba ubicado el Café del Pelado de Moreno y Entre Ríos (aún en pie), en el que paraba Razzano.

En ese período la Casa Tagini, que tenía la representación de Columbia Records y se había convertido en la principal empresa discográfica de Argentina, contrató a Gardel para grabar en 1912 siete discos dobles con canciones de su elección, que son lanzados al mercado en 1913, cuando todavía era un desconocido.Esos discos son la primera constancia de la presentación del joven cantor con el nombre de Carlos Gardel.Los siete discos fueron los siguientes:

  • T594: «La mañanita» (anónimo), estilo / «Me dejaste» (letra: A. Cepeda; música: anónimo), estilo
  • T595: «Mi madre querida» (Betinotti), estilo / «Es en vano» (letra: F. Curlando; música: Gardel), canción
  • T637: «Pobre flor» (letra: anónimo; música: C. Gardel), estilo / «La mariposa» (letra: A. Cepeda; música: Gardel/Razzano), estilo
  • T638: «El almohadón» (letra: A. Cepeda; música: Gardel), vals / «Brisas de la tarde» (letra: J. Mármol; música: Gardel/Razzano), canción.
  • T728: «El tirador plateado» (letra: O. Orozco; música: Gardel/Razzano), estilo / «Yo sé hacer» (letra: A. Cepeda; música: C. Gardel), cifra
  • T729: «Mi china cabrera» (letra: anónimo; música: C. Gardel), estilo / «Pobre madre» (letra: Cepeda; música: Gardel), estilo
  • T730: «El sueño» (letra: Cepeda; música: F. Martino), estilo / «A Mitre» (letra: J. Etchepare; música: P. Vázquez), vals.

La expresión «estilo» es la que se utilizaba en la época para referirse a los ritmos camperos y rurales. Por esa razón los cantores como Gardel eran llamados «estilistas». Algunas décadas después, en Argentina comenzó a usarse la expresión «folklore» para denominar a esos géneros musicales.En el repertorio elegido por Gardel se destaca «Mi madre querida» ―canción emblemática del payador José Betinotti― y seis poemas musicalizados de Andrés Cepeda ―un poeta asesinado dos años antes y acosado por la policía debido a sus ideas anarquistas y su condición homosexual, que conmovía la sensibilidad del joven Gardel―.El resultado comercial no fue el esperado y Gardel debería esperar hasta 1917 para volver a grabar nuevamente.

En 1914 Gardel y Razzano fueron contratados para cantar en el suntuoso cabaré Armenonville de Buenos Aires, por un caché de 70 pesos la noche, una suma inesperada que Gardel pensó inicialmente que era la retribución quincenal.Gobello considera que esa fue la primera actuación profesional de Gardel.El éxito de sus actuaciones en el Armenonville le abrieron al dúo las puertas hacia los grandes escenarios del espectáculo porteño. Pocos días después, el célebre Pablo Podestá los contrataba para cantar durante dos semanas en el espectáculo que estaba por estrenar en el Teatro Nacional, su primera actuación en la calle Corrientes.

Años después en una carta a Razzano escrita desde París, Gardel recordaría aquel debut en el Armenonville del siguiente modo:

Mi viejo y querido Pepe: Ayer estuve dos horas, entre copas, charlas y jarana, en «El Garrón» de la Rue Fontaine. Es un bodegón como los del Once, ni más ni menos. Pero en estos días se llena de franchutes, de americanos, hasta de japoneses, con un cargamento impresionante de plata. La fiebre del tango los lleva allí. Yo me acordaba de aquel debut del dúo Gardel-Razzano, en el viejo «Armenonville»... ¿Te acordás del julepe que tenía? Ahora aquí, convertido de repente en un señor, me doy cuenta de que, con todas las fulerías que pasamos, en el viejo «Armenonville» estábamos entre gente igual a nosotros, que sentían el tango tanto como nosotros mismos. Aquí, en cambio, el gotán es una moda pasajera y caprichosa como todas. Enteráte: para cantar tangos, hay que vestirse de gaucho.
Carlos Gardel

1915 fue un año complejo para Gardel, en el que las dificultades del pasado y los éxitos del futuro parecieron confundirse.A mitad de año fueron contactados por el empresario uruguayo Manuel Barca, que había ido a Buenos Aires para contratarlos para actuar en Montevideo. Los jóvenes recibieron la oferta incrédulos e inseguros. El destacado historiador montevideano Julio César Puppo cuenta del siguiente modo aquel encuentro:

En eso llega Gardel: es un mozo gordo, redondo.
―¿Al menos tendremos para volver a Buenos Aires?
Es una frase histórica: pensaba si conseguirían para el pasaje en aquel tiempo, que costaba tres pesos ida y vuelta, con derecho a cena y desayuno. Había gente que hacía el viaje nada más que por comer. Sin embargo estos muchachos se inquietaban ante la incertidumbre. Es que una experiencia muy dura pesaba sobre ellos. Y Barca, que también había sido educado en la rigurosa escuela de la calle, lo entendió en seguida.
―¿Cuánto quieren ganar? ―les pregunta.
Los hombres se miran entre ellos, meditan un instante, al cabo del cual se expide Razzano:
―Con franqueza, dígame: ¿cincuenta pesos por día es mucho pedir?
Se trataba de pesos argentinos.
―¡Ustedes no saben lo que valen! ―contesta Barca sinceramente conmovido. Y el trato quedó cerrado.
Julio César Puppo (Ese mundo del bajo, 1966)

Montevideo los recibió como si fueran celebridades, con la ciudad empapelada con sus retratos y un programa de actividades que incluía ser recibidos en el puerto, llevados a desayunar, entrevistas con la prensa y una actuación reservada para personas influyentes. El 18 de junio de 1915 debutaron en el Teatro Royal, con lleno completo, y por primera vez el público les pidió que repitieran los temas al grito de «tocate otra, Carlitos». Dice Puppo que al terminar la función Gardel se puso a llorar de emoción en el camerino.Desde entonces Gardel se sentiría en Montevideo como en su propia casa, con su propia barra de amigos, volvería a cantar una y otra vez y al final de sus días mandó a construir una vivienda en la que no llegó a vivir debido al accidente que le costó la vida. SIGUE




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De: karmyna Enviado: 06/02/2023 01:09
Gardel color.jpg 


 
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