El significado oculto de los Mandiles en Masonería
Hay evidentes indicios que crece el interés por saber qué es la Masonería, desde un muy genuino deseo de conocer el contenido esotérico de nuestro sistema masónico, y me alegra siempre poder ofrecer datos de lo que es realmente la Masonería, y de ayudarlos a hacer de la Masonería un factor vital en sus vidas.
Para decirlo ahora brevemente, la Masonería nos ofrece, en forma de un drama iniciático, que por medio de ceremonias dramáticas, nos ofrece una filosofía de vida espiritual y un diagrama del proceso de regeneración de la especie humana. Veremos ahora que la filosofía masónica no sólo es afín con la doctrina de cada sistema esotérico enseñado fuera de las filas de la Orden, sino que también explica, aclara y define más agudamente, las doctrinas fundamentales comunes a cada sistema esotérico en el mundo, ya sea pasado, o presente, ya sea una filosofía occidental u oriental. Las escuelas esotéricas, aunque todas apuntan a enseñar la verdad, expresan esa verdad de diferentes maneras, y somos más propensos a enfatizar las diferencias que a buscar las correspondencias en lo que enseñan. En Logias Masónicas, al candidato se le hace en su primer ingreso a la Logia presentación en medio del choque de espadas y sonidos de contienda, para hacerle comprender que está dejando la confusión y la discordia de las sectas políticas y religiosas del mundo exterior, y está entrando en un Templo donde los Hermanos habitan juntos en unidad de pensamiento con respecto a las verdades básicas de la vida, verdades que no permiten ninguna diferencia o cisma.
La Masonería no estando aliada a un sistema religioso o político externo, posee independencia, aun así la Masonería es una síntesis del Todo que se refiere a la humanidad, es un concordato, para hombres y mujeres de cualquier raza, de cualquier credo, de cualquier secta o ideología política, y sus principios básicos que son comunes a todos ellos, no admiten ninguna variación. "Como era en el principio, así es ahora y siempre será, en las edades de las edades." Por lo tanto, es que cada Maestro Masón de cualquier Logia está llamado a juramentar respeto a las ideas, y que no hay innovación en el cuerpo de la Masonería en lo relativo al respeto y la tolerancia (es decir, su doctrina es sustancial) es posible, ya que contiene cada Logia un mínimo de cada idea, y aun así una suficiencia del Todo en la idea , de verdad que nadie puede agregar ni alterar la idea básica masónica, y de la cual nadie puede quitar nada, pues retirada una parte de ella deja de ser masonería; y dado que la Orden Masónica concede perfecta libertad de opinión a todos los masones, las verdades que ofrece la Masonería son totalmente "liberales" de acuerdo con nuestra capacidad de asimilarlos, mientras que aquellos a quienes no apelan a la idea central de la masonería también son libres, aquellos que piensan que pueden encontrar una Filosofía más suficiente en otros lugares, son igualmente libres de buscar en donde quiera el Masón encontrar, ya que esto enriquece al acervo intelectual del masón y de las Logias, los masones somos "libres", y los Masones de honor encontrarán oportuna su decisión de retirarse de la Orden Masónica, si se encuentran insatisfechos en Logia , todo en vez de sufrir la desarmonía con el conjunto de los masones que le rodean, este pensamiento de sanamente retirarse, debe caracterizar a todo masón que ya no encuentre armonía entre sus hermanos de logia .
La admisión de cada masón en la Orden es, y se nos enseña, "una representación emblemática de la entrada a Logia de todos los seres humanos" , pero cada Masón es también su mismo representante. Reflexionemos un poco sobre estas palabras algo enredosas. A aquellos profundos cuestionamientos persistentes que se presentan en cada mente pensante, cómo ¿quién o qué soy? ¿De dónde vienes? ¿Adónde voy?, la Masonería ofrece respuestas enfáticas y luminosas, cada ser humano es representante del Universo, de Dios y de la Humanidad. Cada uno de nosotros, se nos dice, ha venido de ese "Oriente Luminoso" místico, la fuente eterna de toda la luz y de toda vida, y nuestra vida aquí se describe como proyectada en el "Occidente" (es decir, en un mundo que es el antípodas de nuestro hogar original, y bajo condiciones de existencia tan alejadas de aquellas de dónde venimos y a las que estamos regresando, como lo está el Occidente del Oriente en nuestro cálculo ordinario del espacio). Por lo tanto, cada Candidato al momento de la admisión se encuentra, en un estado de oscuridad, en el Occidente de la Logia. Por lo tanto, está repitiendo simbólicamente el incidente de su nacimiento físico en este mundo, al que ingresó como un bebé ciego e indefenso, y durante el cual en sus primeros años, sin saber a dónde iba, después de muchos pasos tambaleantes e irregulares, después de muchas desviaciones del verdadero camino y después de muchas tribulaciones y adversidades incidentales a la vida humana, él puede al fin ascender, purificado y castigado por la experiencia, a una vida más sublime en el Oriente eterno. Por lo tanto, al iniciarse, le preguntamos: "Como Masón, ¿de dónde vienes?" Y la respuesta, proveniente de un aprendiz (es decir, del hombre natural de conocimiento no desarrollado) es "De Occidente", ya que supone que la vida se originó en este mundo. Pero, en el grado avanzado de Maestro Masón, la respuesta es que viene "del Oriente ", ya que en esta época se supone que el Masón ha ampliado tanto su conocimiento como para darse cuenta de que la fuente primaria de la vida no está en el "Occidente".
P.—¿ De dónde venís?
R—Del Nadir
P—¿Adónde vais?
R—Al Zenit
" Las respuestas No se encuentran en este mundo; que la existencia en este planeta no es más que una estadía transitoria, en la búsqueda de "los secretos genuinos", las realidades últimas de la vida; y que como el espíritu del hombre debe regresar a Dios que lo dio, ahora está regresando de este mundo temporal de "secretos sustituidos" al "Oriente" del que originalmente provino. Como la admisión de cada candidato en una Logia presupone su existencia previa en el mundo , en la Logia, nuestra doctrina presupone que toda alma nacida en este mundo ha vivido y ha llegado desde un estado anterior de vida. Tiene vidas en otros lugares antes de entrar en este mundo: vivirá en otro lugar cuando pase, por lo tanto, la vida humana no será más que un paréntesis en el medio de la eternidad. Pero al entrar en este mundo, el alma debe asumir una forma material; en otras palabras, toma sobre sí mismo un cuerpo físico para permitirle entrar en relaciones con el mundo físico y realizar las funciones apropiadas para él en esta fase particular de su carrera.
Debemos entender que la forma física con la que todos hemos sido investidos por el Creador a nuestra entrada en este mundo, y de la cual todos nos despojaremos cuando dejamos la Logia de esta vida, está representada entre nosotros por nuestro delantal masónico, el mandil es el revestimiento simbólico , en Logia.
Esto, nuestro cuerpo de mortalidad, este velo de carne y hueso que nos envuelve el alma interior, esta es la verdadera "insignia de inocencia", el "lazo de amistad" común con el cual el Gran Arquitecto se ha complacido en revestirnos a todos. Este, el cuerpo humano, es la insignia que es "más antigua y más noble que la de cualquier otra Orden en existencia": y aunque sea un cuerpo de humillación comparado con ese cuerpo de incorrupción que es la herencia prometida de aquel que perdura hasta el final, no olvidemos que si nunca hacemos algo para deshonrar la insignia de carne con la que Dios nos ha dotado a cada uno de nosotros, esa insignia nunca nos deshonrará.
El Mandil Masónico, un Símbolo de la Encarnación del Alma
En la Masonería, el mandil es un símbolo fundamental que representa la pureza, la inocencia y la protección. Pero ¿sabías que también puede ser visto como un reflejo de la encarnación del alma en un cuerpo físico?
Cuando nacemos, nuestro espíritu o alma se reviste de un cuerpo de carne y hueso, un vehículo que nos permite experimentar el mundo material y crecer como seres humanos. De manera similar, cuando nos iniciamos masones se no reviste con el mandil, está simbolizando la protección y la pureza que debe mantener su espíritu o alma en su camino hacia la total iluminación.
El mandil, al igual que el cuerpo físico, es un recipiente que alberga y protege la esencia espiritual del individuo. Así como el cuerpo físico nos permite interactuar con el mundo material, el mandil nos recuerda la importancia de mantener nuestra esencia espiritual pura y sin mancha de las influencias negativas.
¿Qué simboliza el mandil para ti en tu camino masónico?
¿Cómo puedes aplicar los principios de pureza y protección en tu vida diaria?
¿Qué relación ves entre el mandil y la encarnación del alma en un cuerpo físico?
¡Claro! La idea del alma revestida de materia es un concepto que se encuentra en diversas tradiciones filosóficas y espirituales.
En la filosofía de Platón, se encuentra la idea de que el alma es inmortal y se reencarna en diferentes cuerpos físicos. El cuerpo es visto como un recipiente temporal para el alma, que eventualmente se liberará de sus ataduras materiales.
En el gnosticismo, se cree que el alma es una chispa divina que se encuentra atrapada en el cuerpo material. El objetivo es liberar el alma de las ataduras del cuerpo y regresar a su estado divino original.
En el hermetismo, se encuentra la idea de que el hombre es un microcosmos que refleja el macrocosmos del universo. El cuerpo físico es visto como un templo que alberga el espíritu o alma, y el objetivo es purificar y elevar el espíritu a través de la sabiduría y la iniciación.
La filosofía perenne es un término que se refiere a la idea de que existe una verdad universal y eterna que subyace a todas las tradiciones espirituales. Según esta filosofía, el alma es una entidad espiritual que se encuentra revestida de materia, y el objetivo es liberar el alma de sus ataduras materiales y regresar a su estado divino original.
En cuanto a la Masonería, la idea del alma revestida de materia se refleja en la simbología del mandil, como mencioné anteriormente. El mandil representa la protección y la pureza que debe mantener el espíritu o alma en su camino hacia la iluminación y la sabiduría.
Algunos textos masónicos que podrían sustentar esta idea son:
"La Masonería es una búsqueda de la verdad y la sabiduría, y el mandil es un símbolo de la pureza y la inocencia que debemos mantener en nuestro camino hacia la iluminación." (de un Trazado llamado Del ritual de iniciación masónica)
"El cuerpo es un templo que alberga el espíritu, y debemos cuidar y purificar este templo para que el espíritu pueda manifestarse en toda su gloria." (De un trazado masónico sobre la importancia de la salud y el bienestar)
La historia de Adán y Eva se encuentra en el libro de Génesis, capítulo 3. Después de que Adán y Eva comieron del fruto prohibido, se dieron cuenta de que estaban desnudos y se sintieron avergonzados. Para cubrirse, hicieron cinturones de hojas de higuera (no de parra).
Luego, cuando Jehová Dios se dio cuenta de que Adán y Eva habían comido del fruto prohibido, les hizo túnicas de pieles y los vistió.
El texto del libro de la Ley dice:
"Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió." (Génesis 3:21)
En este contexto, la acción de Jehová Dios de vestir a Adán y Eva con túnicas de pieles puede ser vista como un acto de misericordia y provisión, ya que les proporcionó ropa para cubrir su desnudez y protegerse del clima, igual en logia nos visten con manidles para protegernos de la desnudez .
En cuanto a la simbología de las túnicas de pieles, algunos intérpretes ven en ellas una representación de la mortalidad y la necesidad de cubrir la desnudez del espíritu humano después del pecado.
En la Masonería, la idea de la vestimenta y la desnudez puede tener un significado simbólico relacionado con la pureza, la inocencia y la búsqueda de la sabiduría. El mandil, como mencioné anteriormente, es un símbolo de la pureza y la protección que debe mantener el espíritu o alma en su camino hacia la iluminación.
Debemos considerar al mandil como uno de los símbolos más preciosos y distinguidos de nuestra Orden, con el cual se nos visten en Logia. Recuerde usted cuando lo usó por primera vez, era una pieza de piel de cordero blanca pura; un emblema de esa pureza e inocencia que siempre asociamos con el cordero y con el niño recién nacido. Recuerde que primero lo usó con la solapa o Babeta levantada, siendo así una insignia de cinco esquinas, que indica los cinco sentidos, por medio de la cual entramos en relaciones con el mundo material que nos rodea (nuestros "cinco puntos de compañerismo" con el material mundo), pero indicando también por la porción triangular de arriba, junto con la porción cuadrangular de abajo, la naturaleza de ese hombre es una combinación de alma y cuerpo; el emblema de tres lados en la parte superior se agregó al emblema de cuatro lados debajo de hacer siete, el número perfecto; porque, como está escrito en una antigua doctrina hebrea con la que la Masonería está estrechamente vinculada , "Dios bendijo y amó a los siete más que a todas las cosas que están debajo de su trono", lo cual significa que el hombre, el ser séptuple, la más apreciada de todas las obras del Creador. Y de ahí también es que la Logia tiene siete oficiales principales, y que una Logia, para ser perfecta, requiere la presencia de siete hermanos; aunque el significado más profundo de esta frase es que el hombre individual, en virtud de su constitución de siete veces, en sí mismo constituye la "Logia perfecta", si se conoce a sí mismo y analiza su propia naturaleza correctamente.
Alcoseri