Hoy noto que me ha invadido la angustia, la rabia, el miedo, la frustración y un poquitín de tristeza. Lo noto porque hasta mi estómago está un poquito contraído. Sé que tengo que acudir al tercer paso, a la aceptación, intento dejar mi voluntad y mi vida al cuidado de mi Poder Superior. Pero... cuando pienso que hoy no consigo la serenidad, tengo que aceptar que es su voluntad. Dios no va a convertirme en un ser que no sea humano, y como ser humano voy a continuar teniendo defectos porque es su voluntad, aunque humildemente le pida que me los quite. Le pido también que me deje conocer su voluntad y que me dé fuerzas para cumplirla. Mañana no tendré reunión de mi grupo y voy a echar de menos a mis compañeros, de quienes aprendo tanto. Además parece como si allí notara mucho más la presencia de mi Poder Superior, porque me hace salir nueva. Quiero decir a mis compañeros que los necesito y gracias a todos los que compartís en este foro vuestras experiencias porque también me enseñais mucho.
Un abrazo. |