Es curioso cómo mejoro después de asistir a la reunión de mi grupo. Voy mal. Me cuesta mucho hablar de mis miedos, de mi ira, de mi frustración. Me emociono mucho al compartir lo mal que se encuentra algún compañero, pero después de esta interrelación se produce una mejoría milagrosa. La interrelación con mis compañeros es una inyección de vitaminas que me da fuerza, que me da esperanza y que me da un gran apoyo. Ya he dicho que en las reuniones es donde más siento a mi Poder Superior. Sé que su voluntad es que yo acuda a estas reuniones porque me transformo. Me dí cuenta hoy que tengo un defecto que yo no lo reconocía. Soy bastante inflexible en algún aspecto. Pediré humildemente a mi Poder Superior que me haga más tolerante, más flexible y si no es así, que me de fuerzas para saber vivir con mis defectos sin sentirme culpable, ya que esa es su voluntad.
Gracias a EA que me ayuda tanto, así como a los compañeros que han asistido a mi última reunión que han colaborado en que este fin de semana sea maravilloso y que mañana lunes comienze una semana con otro ánimo totalmente diferente al que tenía cuando la terminé.
Os necesito y os quiero.