En todo lado escucho sobre la importancia del pensamiento positivo. Lo hablan en las emisoras de radio, en algunos programas de televisión, hay miles de libros sobre el tema...Siempre ponía mucha atención al respecto porque al ser una enferma de mis emociones mi balanza se inclinaba al otro lado: pensamientos negativos.
Cuando entré al Programa de Doce Pasos una de las primeras recomendaciones que me hizo la madrina fue que aprendiera a escuchar mis pensamientos, me dijo que me oyera como si estuviese espiando una conversación telefónica, incluso que anotara aquellos pensamientos que fueran muy recurrentes. Yo he sido muy obediente en mi proceso de recuperación así que lo hice tal como se me sugirió y para mi sorpresa había mucha autocrítica, mucha censura, mucha culpa, mucha futurización negativa;¡ cuántas preocupaciones, cuánta desconfianza y resentimiento, cuánta inmadurez!
Me dispuse a cambiar todo eso por una forma de pensar positiva aplicando todo lo que en el pasado había absorvido y de nada me sirvió. Me di cuenta que no soy yo la que iba a solucionar mi falta de sano juicio, que ésta vendría solamente de mi Ser Superior y fue así como El me ha conducido a una forma de pensar REALISTA.
Pensar que todo va a ser positivo siempre es una Utopía, es un autoengaño porque la vida no es así; pensar que todo va a ser negativo es otra gran mentira porque la vida tampoco es así.
Lo mejor es ser realista y disponerse a aceptar humildemente la voluntad de Dios, como cada uno lo conciba, cada día.