En algún lugar desconocido del globo…

“El peor error de los Dioses es subestimar a los humanos” son los pensamientos de un hombre que se encuentra observando el enorme océano, mientras que la lluvia de la noche pareciera caer incesante sobre éste.

- Desde siempre ese ha sido el pecado de los Dioses con los humanos, sin embargo… es un arma letal contra ellos – menciona aquel sujeto oscurecido por sus ropajes, quien mantiene sobre su palma derecha la figura de un plateado pentagrama que pareciera una suerte de amuleto muy importante.

- Sin embargo, hay algo que me intriga sobre este objeto… - indica para si mismo cuando el ambiente comienza a tornarse borroso, viajando en el tiempo hasta el momento del cara a cara con el Emperador de la muerte.

El magno resplandor de Athena se hacía presente justo cuando pareciera que Hades terminaría con la existencia de quien en otrora fuese el Patriarca, sin embargo, es aquel mismo magno resplandor que permitía una pequeña apertura, una pequeña oportunidad en la cual Shion de Aries debía aprovechar: En aquel mismo instante, en sus propias narices, el emperador de la muerte sufriría un atentado a su persona, el robo de aquel amuleto de la muerte…

- Hay una poderosa cosmoenergía que rodea este artefacto, no cabe duda que se trata de un auténtico artilugio de Hades, sin él, es imposible que el cosmos del verdadero rey del inframundo florezca. Un paso más del antiguo Patriarca, estoy seguro que Sage estaría bastante conforme con algo como esto… - continua anunciando para si, ahora apretando con la fuerza de sus dedos el amuleto, sintiendo una especie de energía invisible que le produce un no despreciable dolor que recorre su cuerpo…

- ¿Qué.. es… esto? … -

Continuará...