
Algunas veces me sentía tan aislada que se me había olvidado que no estaba sola. Había llegado a creer que tenía que hacer todo sola. Muchas veces me sentí abandonada y vacía de amor. Me había acostumbrado a no contar con nadie. Había luchado y aprendido duras lecciones.
Dios está ahí, siempre listo para ayudar. También hay mucha gente que se preocupa por mí. Si así lo quiero, recibiré amor y apoyo, consuelo y cuidados. Si me arriesgo a pedirla, la ayuda está ahí. Puedo recurrir a la fuerza de mi grupo de recuperación y permitir que mi Poder Superior me apoye y me ayude. Los amigos vendrán, buenos amigos.
No estamos solos. Y no tenemos que hacerlo solos. No estamos haciendo las cosas solos. No hay escasez de amor. Ya no la hay.
HOY, DIOS MIO, AYUDAME A ABANDONAR MI NECESIDAD DE HACERLO TODO SOLA Y MI CREENCIA DE QUE ESTOY SOLA. AYUDAME A RECURRIR A TU DIVINO PODER Y PRESENCIA, Y A TUS RECURSOS DE AMOR, DE APOYO Y DE AMISTAD. ABRE MIS OJOS Y MI CORAZON PARA QUE PUEDA VER EL AMOR, LA AYUDA Y EL APOYO QUE HAY PARA MI. AYUDAME A SABER QUE SOY AMADA.