Recuerdo que cuando conocí el Programa de Los Doce Pasos creí que se trataba de una especie de receta con la que al iniciar con el Primero y terminar con el Duodécimo ya estaría lista y libre de mis dolencias emocionales para continuar viviendo como yo quisiera. ¡Pero cuán equivocada estaba! El Programa no es como una receta de cocina que vas siguiendo por partes hasta ver el producto final terminado. Entendí que es una caja de herramientas que debo andar dondequiera que esté para utilizar lo que necesite dependiendo de las circunstancias internas y externas.
Aprendí que en determinado momento puedo abrir esa caja maravillosa y sacar la herramienta del Tercer Paso para dejar en manos de mi Ser Superior todo aquello que se escapa de mis manos, esperando que se cumpla Su voluntad. En otro momento puedo abrir la caja y buscar la llave del Quinto Paso, para practicar humildad admitiendo mis errores ante otra persona comprensiva que me escuche sin juzgarme. Si sucede algo con mis relaciones interpersonales, inmediatamente busco las herramientas de los Principios Octavo y Noveno. Así sucesivamente voy aplicando un día a la vez lo que se requiera.
Y mi caja es tan completa que también ando las herramientas de las Doce Tradiciones para aplicarlas no solo en mi grupo sino en todo mi entorno. Así cuando en casa hay diferencias de opiniones y necesitamos llegar a un acuerdo siempre estará de primero el bienestar común de todos los miembros de mi familia, aunque eso implique que sea yo la que debe ajustarse. El anonimato lo aplico con todo lo que escucho y eso ha hecho que me gane la confianza de muchísimas personas, y así voy haciendo cada día y al hacerlo descubro una maravillosa forma de vivir que me da paz y serenidad emocional.
Ahora la vida para mí es una aventura maravillosa en la que nunca termino de crecer y aprender y en la que nunca se sabe que se va a presentar a cada momento, pero en medio de esa incertidumbre mi cajita de herramientas me brinda la mayor seguridad y confianza que nada antes me había podido brindar.