"Es imposible realizar la práctica genunina de la compasión hacia otros
sin el fundamento de la compasión hacia sí mismo, del cuidado hacia sí.
Si tratamos de actuar compasivamente
a partir de un sentimiento de menosprecio hacia nosotros,
la verdadera fuente de nuestras acciones será
la aversión hacia nosotros mismos, y NO la compasión hacia los demás.
La compasión hacia sí mismo fincada en el sano amor de sí
nos motiva a ayudar con sinceridad. Es un error creer que resulta
más refinado o 'espiritual' tratarse con dureza o sentirse indigno.
Puedes decir: 'Preocuparme por mí es egoísmo. Mis necesidades
no son importantes: que estar siempre a disposición de los otros.'
Esas palabras suenan bien, pero tal vez estés engañándote.
Aunque te parezca extraño, el mismo Buda dijo:
'Al investigar el mundo entero con mi mente,
no encontré a nadie más querido que a mí mismo.
Y por ser así, aquél que se ama a sí mismo nunca dañará a otro.'
Autores: Virginia Gawel & Eduardo Sosa,