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El cantante español Raphael cautivó la noche del miércoles al jueves al público del Festival de Viña del Mar, donde entonó los grandes éxitos de sus 50 "primeros" años, dijo, de carrera, e hizo dúos virtuales junto a las fallecidas Rocío Dúrcal y Rocío Jurado.
El conocido como "ruiseñor de Linares" se llevó las antorchas de oro y de plata y la gaviota de plata, los tres máximos galardones del festival, tras dar lo mejor de sí en el anfiteatro de la Quinta Vergara, donde desplegó todo el poderío de su voz y la fortaleza física que a sus 64 años le mantiene en pie tras medio siglo en el escenario.
Recibido como la gran estrella de la tercera noche del festival, Raphael comenzó su repertorio con un canto a capella para entonar "Caminante no hay camino", el poema de Antonio Machado al que Joan Manuel Serrat puso melodía.
"Estos son mis primeros 50 años en el escenario", dijo entonces el artista, que se ganó pronto al público con canciones como "La noche", "Somos", "Mi gran noche" y "Cuando tu no estás", que definió como uno de sus mejores temas.
El artista, enfundado en un traje de chaqueta que pronto cambió por una camisa negra y unos pantalones grises, cantó durante dos horas a la vida y al amor, paseó entre el público y se fundió con él en un dúo para interpretar su "Estar enamorado".
Con gestos teatrales que daban paso a amplias sonrisas de satisfacción y complicidad, Raphael recordó "Desde aquel día", "Digan lo que digan", "Hablemos del amor", "Siempre estás diciendo que te vas" y "Amor mío".
Junto a la voz de la fallecida Rocío Dúrcal, que apareció en las pantallas del escenario, interpretó "Cómo han pasado los años", con Rocío Jurado entonó "Como yo te amo" y con Joaquín Sabina repasó "50 años después".
Además, el español dio muestras de su arte para el baile y la coreografía, se dedicó unos pasos de sevillanas y, con "Gavilán", se valió de una tela roja que, a modo de capa, volteó en el aire como si de un torero se tratara.
Pero Raphael quiso también rendir tributo a la herencia musical latinoamericana y, en un homenaje a la folclorista chilena Violeta Parra, dio "Gracias a la vida" a su propia manera, para adentrarse después en el tango argentino con "Uno".
Una de las sorpresas anunciadas de la noche llegó con la aparición de Beto Cuevas, ex vocalista del mítico grupo chileno La Ley, con el que cantó a dúo "Infinito".
Con "Adoro" y "Escándalo", Raphael puso de pie a todo el auditorio, que le entregó la antorcha de plata, la antorcha de oro y la gaviota de plata, los tres máximos galardones del festival.
Tras casi dos horas de espectáculo, los presentadores quisieron dar paso a la siguiente actuación de la noche, pero Raphael no se quería ir y el público se negaba a dejarlo marchar.
Uno de los presentadores le concedió entonces una canción más, a lo que Raphael respondió con picardía: "Dos". Y con "Yo soy aquel" demostró una vez más por qué cincuenta años después continúa siendo el mismo.
Raphael sufrió un percance a mitad del espectáculo cuando, como se ve en varias imágenes, de su boca salió disparado lo que parecía ser un diente. El incidente pasó casi desapercibido y el artista, tras llevarse un momento el dedo a la boca, siguió cantando.
A la imponente voz de Raphael le siguió la de los integrantes de la banda argentina de electro pop melodramático Miranda!, que tuvieron que esperar hasta las 02.30 de este jueves (05:30 GMT), para saltar al escenario, pero que se fueron del festival con una gavitoa de plata.
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