Raquel Revuelta
Raquel Revuelta, Pancho García y Michaelis Cué en Madre Coraje y sus hijos. Teatro Estudio, 1961, director Vicente Revuelta
Por Luis de la Paz / La Revista del Diario
Puede haber, de hecho hay, puntos de vista opuestos sobre la posición política de Raquel Revuelta y su afinidad con el castrismo, pero en lo que sí todos están de acuerdo, es en definirla como una de las grandes actrices cubanas de todos los tiempos. Su trayectoria en el teatro, el cine y la televisión, la sitúan dueña de una verdadera maestría que influyó en sus contemporáneos.
Como un homenaje a la amistad y la admiración, el escritor Juan Cueto-Roig ha realizado un cuidadoso trabajo sobre su trayectoria escénica. Bajo el título de Raquel Revuelta: a la memoria de una gran actriz (Miami, 2011), el libro, exquisitamente editado, realiza un recorrido por los momentos más memorables en la vida de la actriz. El autor apunta: “La primera vez que la vi actuar en una obra teatral en la televisión, me di cuenta de que había presenciado un acontecimiento artístico insuperable”. En el libro se recopila el legado artístico de la diva y las expresiones de elogio de la crítica y admiradores que provocaban sus presentaciones, todo ello ilustrado con fotos y textos del propio Cueto-Roig y de otros autores.
En un breve prefacio, el autor señala que su “principal objetivo fue rescatar para la posteridad sus actuaciones televisivas de los años 50, cuyos kinescopios, por negligencias de los funcionarios del ICRT, fueron borrados; y al mismo tiempo, preservar en forma ordenada y duradera los artículos, fotos, entrevistas y recortes de prensa que se incluyen, antes de que el tiempo los destruya”. Desde luego que cumple cabalmente con su objetivo. El libro es un sólido documento centrado en los valores artísticos de Raquel Revuelta. “Años más tarde”, recuerda Cueto-Roig “cuando la conocí personalmente, descubrí a la mujer inteligente, sencilla, más bien tímida, siempre amable y encantadora”; para luego sentenciar: “Los que tuvimos el privilegio de disfrutar su arte sabemos que fuimos testigos de un milagro irrepetible”. He destacado estas expresiones, para que se comprenda la admiración (casi la devoción) del autor por la actriz.
El libro recoge los títulos de las obras donde intervino Raquel Revuelta; una variedad de elogiosos comentarios vertidos en la prensa cubana; una sustanciosa entrevista de Cueto-Roig a la actriz, así como otra a Manolo Coego, que trabajó con Raquel. Otra sección muy emotiva son los testimonios y comentarios, que a modo de homenaje póstumo se recogen. Algunas páginas se hacen eco de los artículos, en Cuba y fuera de la isla (desde Brasil, España y hasta China), donde se evaluaba su trabajo y se dada la noticia de su muerte en el 2004.
RAQUEL REVUELTA , ENRIQUETA ALMANZA , ROSITA FORNES AND GINA CABRERA
Se incluyen muchas fotos sobre su labor en el cine, en películas como Siete muertes a plazo fijo y La rosa blanca (en los años 50), así como Lucía y Cecilia, bajo el castrismo. En teatro, su inmensa labor al frente de Teatro Estudio, y sus actuaciones en obras memorables como Juana de Lorena (1956) y La casa vieja (1964). En una parte dedicada a la televisión se recoge numerosas fotos de sus memorables actuaciones. Para el cierre, varios comentarios sobre la actriz. Uno de ellos, del desaparecido Eduardo G. Noguer expresa: “Dejando a un lado las diferencias políticas, debemos recordar y valorar a Raquel Revuelta por su amor al arte y por sus insuperables interpretaciones teatrales, cinematográficas y televisivas”.