Vladimir Calderón Frías, representante del Partido Republicano de Cuba y uno de los disidentes a los que el cardenal Jaime Ortega llamó "delincuentes" durante una conferencia en la Universidad de Harvard, fue arrestado el sábado en medio de un gran operativo policial.

"Tenía la casa sitiada, y fue detenido ayer, a las tres y cuarenta de la tarde", confirmó a DIARIO DE CUBA la opositora María López Báez, presidenta del Comité Derechos Humanos, una organización que trabaja en Centro Habana.

Calderón Frías, de 46 años y tres hijos, es arquitecto de profesión. Fue uno de los ocupantes del templo de Nuestra Señora de la Caridad, unos días antes de la llegada del Papa.

"Es algo que él y todos nosotros estábamos esperando", después de las declaraciones del cardenal Jaime Ortega en Estados Unidos. "Vladimir sabía que esto le iba a costar que se lo llevaran preso", apuntó López Báez.

"Está claro que las palabras del cardenal influyeron", pues "actuó como un testaferro más".

Interrogado en Harvard sobre los disidentes que tomaron el templo, Ortega negó que fueran expulsados por la fuerza y los describió como "delincuentes" y personas de "poco nivel cultural".

Las declaraciones de Ortega desataron una ola de críticas desde prácticamente todos los sectores del exilio y la disidencia interna.