Katie y Arin, amor adolescente que rompe cualquier barrera sexual.
Katie tiene 18 años y Arin, 16
Arin Andrews y Katie Hill son una pareja de adolescentes heterosexuales de Oklahoma, en Estados Unidos. Nada especial, si no fuera porque se conocieron en un grupo de autoayuda para adolescentes transexuales. No han tenido una vida fácil, pero quizá eso les ha unido aún más.
Parecen una pareja de enamorados adolescentes norteamericanos como otra cualquiera pero su historia es un poco más compleja e increible porque nacieron con el sexo opuesto al que tiene ahora y se enamoraron justamente durante su proceso de transformación. Ella se llama Katie Hill, tiene 18 años y nació chico. Durante los primeros 15 años de su vida le llamaron Lucas. Es hija de un coronel de la Marina que no se sentía cómoda con su sexualidad. Su novio se llama Arin Andrews, tiene 16 años y nació con el sexo femenino. Se llamaba hasta hace poco Esmeralda. Siempre sobresalió en ballet e incluso ganó varios concursos de belleza siendo niña. Ambos tuvieron que luchar para afrontar su sexualidad durante su infancia y fueron objeto de burlas y acosados por sus compañeros y personas de su entorno. Katie siempre se sintió como una niña atrapada en el cuerpo de un niño mientras Arin pensaba lo contrario. Se conocieron cuando ambos se fueron a realizar el proceso de cambio de género en Tulsa, Oklahoma, y al instante se enamoró.
Arin Andrews, de 16 años (antes Emerald), nació con sexo femenino. Katie Hill, de 18 (antes Luke), nació con sexo masculino. Pero sus identidades de género son exactamente las contrarias. Su infancia y adolescencia no ha sido sencilla. La madre de Arin se empeñó durante años en hacer de él una princesita, cuando lo que le gustaba realmente era hacer motocross con su padre. Arin acabó por tener la comprensión de su familia, pero se encontró con el rechazo de sus compañeros de colegio. “Me llamaban lesbiana. Y yo me sentía humillado, no me sentía homosexual en absoluto”, cuenta. Arin llegó a ser expulsado de la escuela a la que acudía (una escuela religiosa) pese a sus buenas notas. En la nueva escuela poco a poco las cosas empezaron a mejorar. “Y todo cambió cuando conocí a Katie”, cuenta, enamorado…
Tampoco para Katie la vida ha sido un camino de rosas. Hasta los 15 años no encontró palabras para expresar lo que sentía, y sus padres inicialmente no lo aceptaron demasiado bien. Estuvo en tratamiento por depresión y llegó a realizar un intento de suicidio. A partir de ahí la actitud de su madre cambió. Aceptó la realidad y comenzó a apoyarla. Para su padre, militar, fue más difícil, pero también ha acabado por apoyar a su hija, primera chica abiertamente transexual en graduarse en un instituto de Oklahoma. Inmediatamente después de cumplir los 18, Katie se sometió a cirugía de reasignación. Su novio Arin, en tratamiento hormonal, todavía no ha podido someterse a cirugía y oculta sus pechos ansioso porque llegue el día en que pueda desprenderse de ellos. En cualquier caso, ahora son una pareja feliz.
Katie, quien ha desarrollado senos gracias al tratamiento con hormonas femeninas, le comentaba en una entrevista a The Sun: “Somos perfectos el uno para el otro, porque ambos tenemos los mismos problemas y nos compenetramos muy bien”. Arin asegura que sabía que era un niño desde su primer día en la escuela cuando se sentía confundido porque le mandaban estar en la fila con las niñas.
Los padres de ambos han tenido que luchar mucho y aceptar la situación de sus hijos pero ahora los apoyan firmemente.