Más de medio millar de opositores detenidos en Cuba solo en febrero
*Denuncian la muerte del preso Antonio Ribalta Junco tras 38 días
en huelga de hambre para reivindicar su inocencia
Antonio Ribalta Junco  Medio millar de disidentes políticos fueron detenidos temporalmente o procesados en Cuba el mes pasado, según el balance publicado este lunes por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn), que ha advertido de que se trata de «una cifra muy superior» a la de enero, informa Ep.
En concreto, según el balance de esta organización opositora -ilegal aunque tolerada por el régimen castrista-, en febrero fueron arrestadas o procesadas «por motivos políticos» 504 personas, un número superior a los 364 casos registrados en el mes precedente.
El régimen sigue sin ratificar los pactos de derechos humanos de la ONU
La Ccdhrn ha alertado de esta aparente escalada de la represión, si bien en su informe ha admitido que «resulta imposible documentar todos los casos de represión política que se cometen en Cuba» por el «carácter cerrado» de su Gobierno. El año 2012 se cerró con una media de 550 detenciones mensuales.
La organización opositora ha querido aprovechar el quinto aniversario de la firma de dos de los principales pactos de derechos humanos de la ONU para lamentar que «no existen señales» de que el Gobierno de Raúl Castro tenga previsto ratificarlos «en un futuro cercano».
La Ccdhrn ha citado, como ejemplo de abusos que se siguen cometiendo, el caso del preso Antonio Ribalta Junco, que murió el 16 de febrero tras 38 días en huelga de hambre para reivindicar su inocencia. Ribalta, que falleción en una cárcel de Santa Clara, negaba haber cometido el robo del que era acusado.
Internos muertos
Asimismo, ha recordado que en los últimos cinco meses han perdido la vida en las cárceles de Cuba al menos una veintena de internos. Para la comisión, «resulta particularmente inquietante la forma negligente de administración penitenciaria que impera en Cuba», así como el «trato cruel, inhumano y degradante» que sufren los reclusos. Advirtió, por último, de que muertes como la de Ribalta Junco «muchas veces constituyen virtuales homicidios por negligencia».
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