Discurso de Obama en 
La Habana asustó a  comunistas cubanos
Canciller cubano se refiere a  Estados Unidos como el “enemigo del norte”
Obama pronunció un discurso en el  que invitó al gobernante cubano a no tenerle miedo a “las distintas voces del  pueblo cubano”.
 

Raúl Castro saluda a llegar el 22 de marzo al Teatro  Nacional en La Habana, donde el presidente Barack                 Nora Gámez Torres
Desde poesía hasta  cuentos infantiles, los delegados reunidos en el séptimo Congreso del Partido  Comunista de Cuba desplegaron todas sus armas para criticar al presidente Barack  Obama y su nueva política de acercamiento al gobierno de la isla.
Estados  Unidos emerge una y otra vez en la discusiones del Congreso como el principal  “enemigo” de Cuba. En particular, el discurso de Obama en La Habana el mes  pasado, durante una visita oficial a la isla, parece haber marcado un antes y un  después.
Uno de los espías cubanos miembros de la Red Avispa, René  González, comparó a Obama con el “flautista de Hamelín” durante una de las  discusiones del Congreso.
“Aquí estuvo el ‘flautista de Hamelín’ hace 15  días y vino a tocarle a nuestros hijos, para llevarse sus corazones. Tocó muy  bien la flauta, porque tiene especialistas que le dicen cómo tocarla”, dijo  González en una intervención encaminada a defender que el Partido “llame a una  discusión popular amplia” del informe central del Congreso, según reportó el  diario Juventud Rebelde.
Antonio Guerrero, también miembro de esa red de  espionaje y que fue liberado el 14 de diciembre en un canje de prisioneros,  dedicó unos versos de Cintio Vitier a Obama y su política de acercamiento: “No  quieras con tu delicadeza que me traicione. No simules que vas a creer en mi  situación”. Según indicó el reporte de Juventud Rebelde, Guerrero recurrió a los  versos de Vitier, “siempre con su fecunda martianidad...como resonante ejercicio  simbólico frente a esas apariencias de suavidad con que se nos acercan hoy”,  aludiendo tácitamente a Estados Unidos.
Los agentes cubanos fueron  oficialmente nombrados “héroes de la República” y participaron en el evento como  invitados.
Más directo fue el canciller cubano Bruno Rodríguez quien  acusó a Obama de querer “encandilar” a los emprendedores.
“Obama vino a  presentarse aquí y a encandilar al sector no estatal de la economía [los  llamados cuentapropistas] como si él no fuera el defensor de las grandes  corporaciones sino el defensor de los que venden perros calientes, de los  pequeños negocios en Estados Unidos”, dijo.
Luego, despejó dudas sobre  cómo la cúpula gobernante percibe a Estados Unidos en la nueva era de las  relaciones. Al comentar que Raúl Castro anunció “a nuestro pueblo y al enemigo  que vamos a un referendo constitucional” aseguró que se trataba de “una batalla”  en un contexto diferente, con “una sociedad muy heterogénea, con mayor  diversidad de intereses individuales y familiares, en que hay cambios en la  percepción del enemigo -que sigue siendo el enemigo, que está ahí, en el Norte”,  enfatizó.
Aunque el gobernante Raúl Castro accedió a restablecer  relaciones diplomáticas, abrir embajadas y establecer varios frentes de  cooperación, la política de acercamiento ensayada por la administración de Obama  ha provocado que militantes y funcionarios del gobierno desempolven los viejos  manuales marxistas para alertar del peligro de la “subversión ideológica”, un  tema que resonó durante los debates.
Como es usual en estos eventos, la  mañana del lunes los delegados aprobaron el informe central y los demás  documentos analizados. Varios de ellos fueron aprobados “en principio” pues  serán debatidos posteriormente por “las bases” del PCC y la Unión de Jóvenes  Comunistas, “organizaciones de masas y otras entidades”, según declararon los  miembros del Secretariado que leyeron las resoluciones.
En la tarde, se  llevará a cabo la votación para elegir el nuevo Comité Central, así como los  miembros del Buró Político, el Primer y Segundo Secretario. Los resultados, sin  embargo, no serán dados a conocer hasta el martes, durante la clausura del  evento.
Ni “sociedad civil” ni “democracia” en documento que teoriza  modelo cubano
Sin mayores sorpresas, el Congreso del Partido comunista cubano  ha evidenciado que el gobierno de Raúl Castro no tiene en su agenda promover  cambios políticos.
Dos influyentes figuras públicas en la isla intentaron,  sin éxito, incorporar términos en el documento que “conceptualiza el modelo  económico y social” cubano, que lo acercarían a estándares internacionales, al  menos, a nivel discursivo.
El asesor del gobernante cubano y exministro  de Cultura, el escritor Abel Prieto, propuso en la sesión del sábado incluir el  término “sociedad civil” en uno de los párrafos referidos “a los principios del  socialismo que sustentan el modelo”, indicó el diario oficial  Granma.
“Tenemos una forma extremadamente democrática en la que el  gobierno tiene que exponer su gestión ante la sociedad civil. Lo hace el  ministro de Cultura frente a la UNEAC [Unión de Escritores y Artistas de Cuba] y  la Asociación Hermanos Saíz, el de Educación Superior frente a la FEU  [Federación de Estudiantes Universitarios]. Es esa sociedad civil la que quiere  desconocer Estados Unidos”, dijo Prieto.
Prieto encabezó una delegación  de “organizaciones de masas” y otras asociaciones supervisadas por el Estado que  se presentaron a un evento paralelo en la Cumbre de las Américas como  representantes de la “verdadera sociedad civil cubana”. El grupo organizó varios  actos de repudio a opositores y periodistas independientes cubanos que también  asistieron al evento.
El ex ministro declaró al Nuevo Herald en esa  ocasión que “Cuba no dialoga con títeres de los Estados Unidos”.
Algunos  miembros de ese mismo grupo, estuvieron en el público que presenció el discurso  del presidente Barack Obama en La Habana y se presentaron nuevamente como los  representantes de la sociedad civil cubana cuando dieron declaraciones críticas  del discurso a la prensa estatal.
El exministro insistió que en los  debates con esas organizaciones se logran modificar políticas gubernamentales.  “Es una organización de nuestro pueblo representando de forma no gubernamental,  que no quiere decir no revolucionaria”, dijo.
Sin embargo, los esfuerzos  de Prieto por acomodar el concepto de sociedad civil al sistema político cubano  no fueron reconocidos. Según Granma, el fiscal general Darío Delgado “acotó que  ese control de la sociedad está reflejado en el texto bajo el mismo epígrafe,  por lo cual no procedió la adición”, reportó suscintamente el diario.
En  otra comisión que analizaba el “Plan de Desarrollo Económico y Social de Cuba  hasta el 2030”, Rogelio Polanco—embajador de Cuba ante Venezuela y ex director  del diario oficial de la Unión de Jóvenes Comunistas, Juventud Rebelde—sugirió  sustituir la frase “efectiva y creciente participación de la sociedad en la toma  de decisiones” por “defensa de nuestra democracia socialista” alegando que  “cualquier intento de arrebatarnos el término democracia tenemos que  rechazarlo”.
Pero Granma reportó las dudas de José Ramón Balaguer  Cabrera, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, quien pese a  compartir “los conceptos de fondo defendidos por Polanco...llamó la atención  sobre una corriente internacional que intenta ubicar el concepto de democracia  junto a socialismo, pero asumiendo el modelo democrático liberal,  fundamentalmente el de Washington”.
“Es una corriente vergonzante del  socialismo”, comentó tras referirse al “ejercicio democrático que emprendió el  Partido y la nación cubana con la creación del Poder Popular, el cual es único  en el mundo”, señaló el diario.
La propuesta de Polanco, entonces,  tampoco fructificó. El embajador, “tras escuchar las opiniones de otros  delegados y compartir las ideas de fondo, decidió retirar su propuesta”, indicó  el reporte.
Los intercambios revelan también la dinámica de poder dentro  de la isla aunque no podría adivinarse de lo publicado en Granma, que solo  identificó a los participantes en los debates ya sea como delegados o invitados.  Prieto y Polanco provienen de la vida civil, pero Delgado fue Jefe de la  Fiscalía Militar Principal antes de ocupar su actual cargo. Por su parte  Balaguer, es considerado uno de los “históricos” y es el actual jefe del  Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del  Partido.
EEUU de nuevo “el enemigo”
Los debates en el Congreso,  ilustran, además, la reactivación de la retórica antiestadounidense que se había  suavizado tras el anuncio del 17 de diciembre del 2014, pero que volvió a cobrar  fuerza tras el discurso pronunciado por el presidente Obama en La  Habana.
Durante la sesión de apertura el sábado, Castro había alertado  sobre las intenciones de Estados Unidos de poner fin a la revolución a través de  “nuevos métodos”. “Debemos estar alertas, hoy más que nunca”, dijo.
En un  fragmento televisado de los debates, Abel González Santamaría, viceasesor de la  Comisión de Defensa y Seguridad Nacional (de la que es asesor Alejandro Castro  Espín) se refirió al discurso de Obama como “engatusador” y alertó sobre el  financiamiento del gobierno estadounidense a programas para “promover la  suvbersión”
“¿De qué estamos hablando? Esto es un enfrentamiento  público”, aseguró.
González Santamaría encabezó la delegación cubana que  acudió a la primera reunión con representantes de los Departamento de Estado y  de Justicia de EEUU sobre cooperación para el cumplimiento de la  ley.
Granma decidió resaltar las declaraciones de González Santamaría y  publicó una historia completa centrada en la necesidad de rescatar la  “historia”. Se trata, sin decirlo abiertamente, de una respuesta a Obama, quien  en su discurso llamó a dejar atrás el pasado de conflictos entre ambos  países.
Curiosamente, el diario olvidó los cargos que ocupa González  Santamaría y solo lo identificó como “delegado por Cienfuegos” y “autor de  varios textos sobre los nexos entre Estados Unidos y América Latina y los  procesos de integración regional”.
Los delegados aprueban de forma 'unánime'  el informe central de Raúl Castro 
El pleno del VII Congreso del Partido  Comunista de Cuba (PCC) aprobó este lunes unánimemente el informe central  presentado el pasado sábado por el general y primer secretario del partido, Raúl  Castro, en el que hizo balance de la gestión política y económica en los últimos  cinco años.
 
En su informe, Castro anunció límites de  edad máxima para integrar los órganos de Gobierno del PCC, de 60 para el Comité  Central y 70 para el Secretariado y Buró Político; medida respaldada este lunes  por el pleno del Congreso, donde también recomendaron que se aplique a las  instituciones estatales y gubernamentales.
 
En su intervención ante el pleno, el  primer vicepresidente del Gobierno de Cuba y miembro del Buró Político del PCC,  Miguel Díaz-Canel, señaló que ese informe es la "expresión de la continuidad  histórica de la Revolución y las enseñanzas de su líder histórico, el compañero  Fidel Castro".
 
"El informe expone con valentía,  objetividad, agudeza, claridad y sentido crítico el trabajo realizado en estos  cinco años, define los desafíos que tendremos, a la vez que transmite confianza  en la actualización del socialismo próspero y sostenible que construimos",  destacó Díaz-Canel.
 
El primer vicepresidente también recordó  que el informe aprobado el lunes en el congreso por unanimidad se refiere a la  necesidad de "mejorar la preparación para el desempeño de cargos", incrementar  la promoción de mujeres, jóvenes, negros y mestizos; así como crear una "reserva  de cuadros que asegure una paulatina y sostenida renovación de los cargos de  dirección en el partido, el Estado y el Gobierno".
 
Díaz-Canel resaltó que el general Castro  dejó claro en ese documento que "la construcción de un socialismo próspero y  sostenible" no significa "el sacrificio" de la soberanía de la Isla y establece  que "el desarrollo económico, la lucha por la paz y la firmeza ideológica son  las principales misiones del Partido".
 
Los cerca de mil delegados al VII  Congreso en pleno debatieron además los proyectos de resoluciones elaborados en  los últimos dos días por las cuatro comisiones de trabajo en que se dividieron  los participantes en el cónclave.
 
Entre estas, los militantes aprobaron la  propuesta de "conceptualización" del modelo económico y social de la  "actualización" socialista, aunque el documento definitivo no saldrá acordado de  este cónclave, sino que será sometido a posteriores debates en el partido y  otras organizaciones de la sociedad.
 
También se sometió a votación en el pleno  el "Plan nacional de desarrollo hasta 2030", en el que se identificaron sectores  estratégicos como el energético, el turismo y la producción de alimentos y que  será visto como el "documento rector" para la futura conducción de la economía  cubana.
 
Este proyecto estará diseñado para  resolver los "desequilibrios estructurales" de la Isla en este campo y su  documento final será elaborado en 2017, tras añadírsele las modificaciones que  puedan resultar de las consultas a las que será sometido.
 
Los comunistas también dieron el visto  bueno a la actualización de las reformas económicas o "lineamientos", aprobados  en 2011 durante el pasado congreso, y a los que fueron incorporados nuevas  medidas hasta quedar en un total de 274 para aplicar en el periodo 2016-2021,  según los medios oficiales de la Isla, ya que la prensa extranjera no ha tenido  acceso al cónclave.
 
El ministro de Economía cubano,  considerado el zar de las reformas, Marino Murillo, informó al pleno del  congreso que la implementación de los "lineamientos" para la actualización  socialista no es una tarea con logros "a corto plazo".
 
A partir de las propuestas hechas, fueron  aprobados seis nuevos "lineamientos" relacionados con la potenciación de la  inversión extranjera directa en la introducción a la Isla de tecnologías  avanzadas y la utilización de la contabilidad como "herramienta de registro"  para la toma de decisiones.
 
También se ratificó la necesidad de  desarrollar el cine cubano, de velar porque las "expresiones artísticas" en el  turismo "expresen fielmente la política trazada por la Revolución" y de  continuar el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular como "vía para  consolidar nuestra democracia socialista", dijo Murillo.
Nora Gámez  TorresFuente       
Obama le habla a Cuba: “Sí  se puede”