Cuando ya el castrismo lo tenía todo preparado para armar uno de sus acostumbrados shows contra el embargo económico y financiero que EEUU mantiene contra la Isla —en Cuba le llaman bloqueo—, se aparece el presidente Barack Obama con una directiva que flexibiliza las sanciones del referido embargo.
Ni corta ni perezosa, y con la evidente encomienda de impedir que las medidas del inquilino de la Casa Blanca le arruinen la fiesta a la maquinaria propagandística del régimen, la señora Josefina Vidal Ferreiro, que atiende las relaciones con EEUU en la cancillería cubana, ofrece declaraciones a la prensa para asegurar que 'el bloqueo' se mantiene intacto.
La diplomática reconoce que algunas de las medidas son positivas, como la posibilidad de que los productos farmacéuticos cubanos puedan ser vendidos al país norteño, o que ya no exista un límite para los productos cubanos que un visitante estadounidense pueda llevar de regreso a su país. Sin embargo, la funcionaria apunta que son medidas muy limitadas, e incluso que benefician más a EEUU que a Cuba.
La señora Vidal lamenta que la Isla no pueda exportar más productos a EEUU, que no puedan establecerse empresas mixtas entre ambos países, que Washington no invierta más en Cuba —por supuesto, en entidades estatales—, y que Cuba no adquiera más alimentos en EEUU debido a que estos últimos exigen el pago inmediato.
Casi lo único que falta es que la señora Vidal exija para Cuba la condición de nación más favorecida en su comercio con el vecino norteño para declarar que se avanza en el proceso de normalización de los vínculos entre ambas naciones. Evidentemente, la diplomática sufre de una amnesia histórica que le hace olvidar las confiscaciones practicadas por el castrismo de las empresas y bienes norteamericanos existentes en Cuba, y que hasta el momento no han tenido indemnización. En otras palabras, un auténtico robo que, al parecer, la comunidad internacional no toma en cuenta a la hora de pronunciarse contra el embargo.
Por otra parte, y si nos atenemos a las estadísticas, podría afirmarse que estamos en presencia de un "bloqueo suave". De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, EEUU clasifica como uno de los mayores vendedores de alimentos a la Isla en los últimos tiempos, incluso en momentos de fuerte tensión en los vínculos bilaterales.
Por ejemplo, durante el último año de gobierno del republicano George W. Bush (2008) las ventas de alimentos a Cuba alcanzaron los 710 millones de dólares, la cifra más alta en lo que va de centuria. Y ni qué decir de la tirantez que se apreciaba en ese entonces.
En la misma línea de argumentación, tenemos que EEUU fue en 2009 el segundo suministrador de bienes a Cuba —en este caso alimentos— de todo el continente americano, solo superado por Venezuela. Mientras que en 2014, cuando Cuba decidió disminuir las compras estadounidenses, el vecino norteño, no obstante, solo descendió a la quinta posición, detrás de Venezuela, Brasil, México y Canadá.
El show anti-bloqueo de este año tendrá su plato fuerte el 26 de octubre, cuando Cuba presentará su acostumbrada resolución en la Asamblea General de la ONU. Pero antes, en toda la Isla se realizan foros, actos y mítines contra el bloqueo.
Precisamente, en días pasados la Asamblea Nacional de Poder Popular celebró una audiencia parlamentaria titulada "El pueblo de Cuba contra el bloqueo". Allí se escucharon cosas increíbles, como que un parlamentario enumerara las limitaciones que el bloqueo impone al sector de las telecomunicaciones "entre ellas la discriminación en el acceso a contenidos de la red de redes, libre para los ciudadanos de otros países".
¿Ignorancia o mala voluntad? Solo habría que decirle a este señor que el verdadero bloqueo en las telecomunicaciones lo impone el Gobierno de Cuba, que en estos momentos mantiene bloqueadas varias páginas web, entorpeciendo así el libre flujo de la información.
Si pudiéramos conversar con Obama, no dudaríamos en expresarle: No hace falta que se esfuerce, señor Presidente, pues según el castrismo, siempre habrá 'bloqueo' norteamericano sobre Cuba.
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Bueno, bueno, bueno.... ¿Y a los cubanos emigrados al principio de la cochambre aquella que los despojaban de todas sus pertenencia personales - tal y como hacian los nazis con los judios - cuando iban a emigrar quien los indemniza?
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