Adam Gabbatt

El presidente está tan lejos de ser un modelo de piedad como se puede imaginar, pero muchos buscan una figura bíblica para justificar su apoyo.

 

Antes de finales de 2016, había poco en la vida de Donald Trump, o una campaña política con frecuencia ofensiva , para sugerir que, como presidente, sería aclamado como el designado de Dios en la Tierra, ser querido por los cristianos nacidos de nuevo, o en comparación con un rey bíblico.

 

Sin embargo, eso es exactamente lo que ha sucedido en los tres años desde que Trump asumió el cargo, ya que se ha rodeado de un gabinete temeroso de Dios y entablado una relación improbable pero extremadamente beneficiosa con partidarios evangélicos blancos.

 

Es una relación que, para Trump, ha asegurado un apoyo inquebrantable de una base de votantes clave y para sus partidarios religiosos, visto una toma conservadora de los tribunales y un asalto a los derechos reproductivos y LGBTQ.

 

También es una relación que suscita inquietudes sobre lo que podrían lograr otros cuatro años de gobierno de Trump a la hora de cumplir las ambiciones políticas de sus partidarios evangélicos.

 

"Es increíblemente preocupante", dijo Rachel Laser, presidenta y directora ejecutiva de Americans United , una organización no partidista dedicada a la separación de la iglesia y el estado.

 

"Trump está otorgando un privilegio incomparable a una porción estrecha de religión", dijo Laser. "Confiere privilegio a cambio de lealtad constante en las urnas, sin importar lo que haga".

 

La improbable alianza entre aquellos que siguen nominalmente las interpretaciones bíblicas de lo correcto y lo incorrecto, y un hombre casado tres veces que ha sido acusado de manera creíble de agresión sexual y pagado un infame actor pornográfico, ha arrojado un elenco de personajes rico y extraño.

 

Un esfuerzo sostenido de influyentes voces cristianas para justificar las fechorías personales y la crueldad política de Trump ha llevado a la frecuente representación de Trump como un recipiente defectuoso para la voluntad de Dios. En particular, Trump ha sido comparado con el rey Ciro, quien, según la Biblia, liberó a los judíos del cautiverio babilónico, a pesar de ser un gobernante persa.

 

Uno de los primeros en hacer la conexión Trump-Cyrus es Lance Wallnau. Wallnau, un consultor de negocios que se considera a sí mismo como médico: su página de LinkedIn acredita a la Universidad de Teología de Phoenix como su alma mater, pero la universidad tuvo su estado 501c3 revocado por el Servicio de Impuestos Internos en 2017 y su campus parece ser un apartado postal en Arizona: afirma que "el Señor le habló" durante el período electoral.

 

Según Wallnau, Dios dijo, específicamente: "Donald Trump es una bola de demolición para el espíritu de corrección política".

 

Wallnau no está solo en esto. Mike Evans, un líder evangélico que fue invitado a hablar frente a Trump en una cena de fe en la Casa Blanca, también está a bordo con la analogía de Cyrus. Explicó la idea a Christian Broadcasting Network en 2017.

 

“[Cyrus] se usó como un instrumento de Dios para la liberación en la Biblia, y Dios ha usado esta vasija imperfecta, este ser humano defectuoso como tú o yo, esta vasija imperfecta, y lo está usando de una manera increíble y sorprendente para cumplir sus planes y propósitos ”, dijo Evans.

 

En un mitin de campaña en Florida la semana pasada para lanzar un impulso de apoyo evangélico, Trump fue presentado en el escenario por el pastor de la mega iglesia de Miami Guillermo Maldonado como Cyrus. "Padre, te damos alabanza y honor y te pedimos que él pueda ser el Ciro para traer reafirmación, para traer el cambio a esta nación, y todas las naciones de la Tierra dirán que Estados Unidos es la nación más grande de la Tierra". Maldonado dijo.

 

Los evangélicos de las bases también han adoptado el concepto de recipiente imperfecto, y Wallnau ahora está vendiendo "monedas de oración" de Trump-Cyrus: el rey está en el fondo, un perfil melancólico de Trump está en primer plano, por $ 45 la moneda.

 

"Si eres una comunidad de fe y haces un trato político con el presidente y vendes tu alma, te esfuerzas para llegar a una justificación teológica, y esta parece ser la idea", dijo Laser.

 

Desde entonces, el concepto se ha internacionalizado, con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, haciendo la comparación en marzo de 2018.

 

Animado por estas y otras figuras prominentes: la televangelista Paula White, quien afirma que Trump fue "criado por Dios" y fue designado para liderar la Iniciativa de Fe y Oportunidades de Trump en noviembre, se encuentra entre ellos, los cristianos evangélicos blancos han seguido apoyando Triunfo.

 

A cambio, han sido recompensados ​​con ataques contra los derechos reproductivos y las libertades de las personas LGBTQ, y el nombramiento de decenas de jueces conservadores.

 

También han observado a personas con las mismas creencias evangélicas designadas para puestos clave en el gobierno, ya que Trump ha apilado su gabinete con cristianos devotos, algunos de los cuales han sido explícitos sobre cómo su fe influye en su enfoque del gobierno.

 

"Muchos de los nombrados políticos de Trump tienen, como su calificación principal, el hecho de que están comprometidos con una agenda religiosa muy distinta y conservadora", dijo Katherine Stewart, autora del próximo libro The Power Worshipers: Inside the Dangerous Rise of Religious Nationalism .

 

"En ausencia de la administración Trump, muchos de ellos nunca habrían sido vistos cerca de los pasillos del poder, por lo que deben todo a Trump y su pueblo".

 

Entre ellos está Mike Pompeo, secretario de estado de Trump, quien fue criticado en octubre por promover su propio discurso "Ser un líder cristiano", donde opinó sobre cómo le pide a Dios dirección en su trabajo, en el sitio web del departamento de estado. En 2015, Pompeo también confirmó que cree en el Rapto, el concepto de un evento de fin de los días, generalmente una especie de catástrofe, por el cual Jesucristo regresará a la Tierra y escoltará a los creyentes calificados al cielo.

 

Otros evangélicos comprometidos incluyen al vicepresidente Mike Pence, quien como gobernador de Indiana firmó una ley que permitía a las empresas rechazar el servicio a las personas LGBTQ, citando la libertad religiosa.

 

Algunas de las personas que Trump ha designado ya están haciendo la diferencia. Ben Carson, quien ha estado a cargo de la vivienda y el desarrollo urbano desde 2017. Bajo el liderazgo de Carson, señaló Laser, Hud ha propuesto una legislación que permitiría que los refugios para personas sin hogar financiados por el gobierno discriminen a las personas transgénero, por motivos religiosos.

 

Mientras tanto, el concepto de Trump canalizando la voluntad de Dios ha ganado credibilidad en los niveles más altos del gobierno de los Estados Unidos.

 

Rick Perry, otro miembro evangélico del gabinete de Trump que se desempeña como secretario de energía, se hizo eco de la teoría de una figura bíblica imperfecta en noviembre, aunque eligió diferentes ejemplos de Cyrus.

 

“Dios usó personas imperfectas a lo largo de la historia. El rey David no era perfecto. Saúl no era perfecto. Solomon no fue perfecto ”, dijo Perry a Fox News en noviembre, durante una entrevista que fue nominalmente sobre la audiencia de juicio político. Perry agregó que Dios había elegido a Trump para la presidencia.

 

Hay indicios de que la alianza seguirá siendo fuerte. En marzo de 2019, Pew Research descubrió que los "protestantes evangélicos blancos" continuaron apoyando abrumadoramente a Trump, donde la mayoría de los otros grupos religiosos estaban tan divididos como el pueblo estadounidense en general.

 

Es ese apoyo con el que Trump, el buque imperfecto, contará en noviembre de 2020.

 

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