El pequeño país sudamericano es uno de los más liberales del mundo en derechos LGBT y uno de los pioneros en América Latina, después de introducir importantes cambios en su legislación a favor de la igualdad para homosexuales y transexuales. Por eso cada vez más turistas LGBT eligen Uruguay como destino. Hoteleros y ecologistas apuestan explícitamente por visitantes de este colectivo.

 

Uruguay fue la segunda nación de Latinoamérica en legalizar el matrimonio igualitario y la primera en permitir la adopción a parejas del mismo sexo. Penaliza los crímenes de odio y es uno de los pocos países que reconoce los derechos de las personas transgénero. Características que el sector turístico y comercial han sabido aprovechar a su favor. Cada vez más empresarios apuestan por los "dólares rosas": y es que los turistas del colectivo LGBT suelen tener más tiempo y más dinero para viajar. La mayoría tiene un alto grado de educación y además, no lleva niños consigo a los viajes. Por ello, tanto la capital, Montevideo, como la joya costera, Punta del Este y otros lugares altamente turísticos de Uruguay, voltean su mirada a este sector. La apuesta es que se sientan bienvenidos en cualquier lugar, sin hacer ninguna diferenciación entre turistas del colectivo LGBT y otros viajeros. Sin embargo, también hay lugares especializados como los hoteles que sólo reciben huéspedes masculinos, por ejemplo. DW se dio a la tarea de viajar por "la Suiza de América del Sur" para descubrir los lugares favoritos de los viajeros LGBT. Si un actual proyecto de ley llegara a aprobarse, pronto podrían también celebrarse bodas de parejas extranjeras del mismo sexo en Uruguay.