Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: 2021 en Cuba, adiós a la máscara revolucionaria
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: cubanodelmundo  (Mensaje original) Enviado: 02/01/2021 15:44
CUBA 2021
Este 2020 se despide muy mal para la Isla. A sus once millones de habitantes les es imposible hacer cualquier plan para el futuro. Cuba perdió un cuarto de siglo para el verdadero cambio, dice Yoani Sánchez.

2021 en Cuba, adiós a la máscara revolucionaria
YOANI SÁNCHEZ
Cuba atraviesa un momento muy difícil. Lo problemático de este diciembre no radica solo en la crisis económica que se expresa en una caída del 11% del producto interno bruto y tampoco se debe en su totalidad al confinamiento y el dolor que está dejando la pandemia. Este 2020 se despide en tonos oscuros para la Isla especialmente por la incertidumbre, la incapacidad de sus 11 millones de habitantes de hacer planes para el futuro a corto y mediano plazo.
 
Ante esta descripción, algunos responderán que ha habido peores momentos en nuestra historia reciente. Sin embargo, en el llamado Período Especial de los años 90, cuando tras el corte del subsidio soviético llegaron los largos apagones, el recorte del transporte y el déficit de alimentos, existían unas reservas de cambio que daban esperanzas a los reformistas y nutrían los sueños de los ciudadanos. En medio del colapso, se vivía una sensación de que algunas decisiones políticas tomadas bien arriba podían destrabar las fuerzas productivas y traer un alivio material a la gente. Incluso, había quienes fantaseaban con una revuelta popular que enterrara definitivamente al modelo autoritario.
 
Aunque la única insurrección que ocurrió fue la de miles de cubanos desesperados que intentaron escapar de la Isla durante la jornada conocida como el Maleconazo, los que apostaron por las ansiadas flexibilizaciones económicas no se equivocaron. Cuando la situación tocó fondo, algunas de esas transformaciones fueron un trago amargo que el oficialismo tuvo que aceptar: la dolarización del comercio, el permiso a existir de los mercados agrícolas fuera del racionamiento, la autorización para el ejercicio del trabajo privado y la apertura a la inversión extranjera. Por primera vez en mucho tiempo, las cebollas volvieron a las tarimas, los taxis particulares llenaron las calles y en los restaurantes por cuenta propia, conocidos como paladares, se recuperaron algunas recetas perdidas de la cocina nacional.
 
Ahora, a diferencia de aquel momento, la capacidad del castrismo de transformarse sin quebrarse del todo son muy limitadas, casi nulas. El sistema arriba a sus 62 años de existencia fosilizado en su núcleo político, carente de magnetismo ideológico para captar nuevos seguidores y habiendo desperdiciado su caudal de reformas en modificaciones a medio hacer, transformaciones tibias y pasos que una vez hacia adelante tuvieron también su vuelta atrás. En el tiempo que separa ambas crisis, la ocasionada por el derrumbe del campo socialista de Europa del Este y la actual, muchos perdieron la paciencia para invertir, prosperar y trazar sus sueños en Cuba. Un cuarto de siglo perdido para el verdadero cambio.
 
Hoy, contra las cuerdas, las autoridades han planteado un paquete de medidas para intentar reflotar el país a partir de 2021, pero hasta ahora las decisiones anunciadas se orientan más a la pérdida de subsidios y el recorte de presupuestos que al despliegue de fórmulas que fomenten el emprendimiento, hagan perder peso a la estatización y saquen a la política partidista de la toma central de decisiones. Porque hacer algo así pondría en grave peligro la continuidad del castrismo, aunque no hacerlo también es anticipar la fecha para su funeral.
 
Reaccionario e inmovilista, temeroso de las novedades y desconfiado de todo lo que no haya salido de los laboratorios del Partido Comunista, al modelo cubano actual solo le ha quedado reprimir para permanecer. Para el próximo año dejará finalmente a un lado cualquier máscara revolucionaria o de justicia social para mostrarse tal y como es: una dictadura del siglo XX a la que la geopolítica, el azar y el miedo le han permitido llegar hasta aquí. Sin resultados, solo le quedará mostrar los dientes y eso complica aún más cualquier pronóstico.
 


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados