El artista cubano está ahora en el Centro de Clasificación de Delitos popularmente conocido como Vivac, en La Habana.

El artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien estaba detenido desde el domingo, después que saliera de su vivienda para unirse a las protestas masivas que estallaron en La Habana y decenas de ciudades de la Isla, será trasladado a la prisión de máxima seguridad de Guanajay.

 

De acuerdo con un comunicado publicado por el Movimiento San Isidro (MSI) en el muro de Facebook Maykel Osorbo 349, del que el artista es uno de los líderes, este fue llevado al Centro de Clasificación de Delitos popularmente conocido como Vivac, de Arroyo Naranjo.

 

De allí, según la nota, será llevado a la prisión de Guanajay acusado de los presuntos delitos de "atentado", "resistencia" y "desacato". Por esas mismas razones es procesado el rapero Maykel Castillo "Osorbo", quien está detenido desde hace casi dos meses.

 

"Luis estaba listo para esto y para lo que sea que venga... El 11 de julio él sintió la emoción de la libertad, de un pueblo unido en la calle, digno, y por eso salió. Aunque nos metan presos a todos no vamos a replegarnos. ¡De la libertad no se regresa!", subrayó el MSI.

 

Erika Guevara-Rosas, director para las Américas de Amnistía Internacional, denunció en Twitter la escalada represiva contra el artista, una de las figuras más visibles y relevantes de la sociedad civil independiente cubana de los últimos años.

 

"Denuncian que Luis Manuel Otero Alcántara, defensor de los derechos humanos y uno de los líderes del

MSI, será trasladado a una prisión de máxima seguridad, con los mismos cargos que el músico Maykel Osorbo. Ambos son una 'amenaza' para un Gobierno violador de los derechos humanos. ¡Exigimos su libertad!", escribió.

 

Otero Alcántara ha sido sometido a innumerables actos represivos y encarcelado en decenas de ocasiones desde que en 2018 se convirtiera en una de las principales voces que se opuso el Decreto 349, que criminaliza el arte independiente en Cuba.

 

En mayo estuvo secuestrado por la Seguridad del Estado durante un mes en el Hospital Calixto García de La Habana, después que permaneciera una semana en huelga de hambre y sed en su casa y bajo un fuerte operativo policial.