Aunque no tomará posesión de su cargo hasta el próximo 11 de marzo, el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, ha anunciado ya la composición de su Gobierno, que dirigira los destinos del país sudamericano durante los próximos cuatro años, y que por primera vez en su historia contará con la presencia de dos ministros abiertamente LGTBI: Marco Antonio Ávila, que estará al frente de Educación, y Alexandra Benado, que dirigirá Deportes. Una decisión que para el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual de Cile (MOVILH) «hace historia».
Marco Antonio Ávila Lavanal, abiertamente gay, tiene 44 años, es profesor de Lengua Castellana y entre otros méritos cuenta con amplia experiencia educativa, habiendo sido director de varias unidades y centros educativos y coordinador nacional de Educación Media del Ministerio de Educación entre 2015 y 2018, durante el Gobierno de Michelle Bachelet. Tras conocer su designación, la portavoz del MOVILH, Javiera Zúñiga, ha recordado que en 2017 «Ávila Lavanal, bajo la administración de la presidenta Michelle Bachelet, jugó un importante rol para que las temáticas LGBTIA+ fueran incorporados en textos educativos, en el marco del cumplimiento del Acuerdo del Estado de Solución Amistosa que el Estado de Chile y nuestra organización firmaron ante la CIDH. Gracias a ello en 2018 lanzamos el más amplio dossier con textos a favor de estudiantes LGBTIQ».
Alexandra Benado Vergara, abiertamente lesbiana, tiene 45 años, es profesora de Educación Física y deportista. Ha formado parte en distintos periodos de la selección chilena de fútbol femenino y dirigido equipos universitarios. Entre 2012 y 2016 formó parte de la Comisión de Fútbol Femenino de la FIFA. Alexandra Benado ha destacado además como activista LGTBI en su propia vida personal. Ya en 2013 recogíamos su nombre en una noticia en la que nos hacíamos eco de cómo una pareja de mujeres, madres de dos hijos nacidos tras recurrir a la reproducción asistida, iniciaba el proceso legal para ver reconocida su doble maternidad en Chile después de que el Registro Civil se negara a reconocer a una de ellas como madre. Era, precisamente, Alexandra Benado.
Un Gobierno para la historia
La designación de Marco Antonio Ávila y Alexandra Benado envía un poderoso mensaje a la comunidad LGTBI chilena. Hay que destacar, además que ocuparán carteras ministeriales encargadas de dos sectores en los que la lucha contra el acoso y la discriminación por LGTBIfobia es muy necesaria. Especialmente complicado creemos que lo tendrá Marco Antonio Ávila, al que las fuerzas conservadoras, especialmente celosas de mantener en la medida de lo posible atado en corto el control de la educación, se lo pondrán sin duda muy díficil.
En cualquier caso, el nuevo Gobierno de Gabriel Boric, un político de izquierda que el pasado 19 de diciembre ganó por más de diez puntos de diferencia la segunda vuelta de las elecciones presidenciales chilenas frente a un candidato de extrema derecha, ha despertado grandes ilusiones en el sector más progresista de la sociedad chilena. El hecho de que se trate del primer gobierno integrado mayoritariamente por mujeres o de que Maya Alejanda Fernández Allende, nieta de Salvador Allende, el presidente chileno asesinado tras el golpe militar fascista de 1973, vaya a ocupar la cartera de Defensa, son desde luego gestos poderosos. No lo tendrá fácil, con un Congreso Nacional muy fragmentado en el que no existen claras mayorías y mientras en paralelo siguen su curso los trabajos de la Convención Constitucional que debe dotar al país de una nueva Constitución.
Gabriel Boric, el presidente electo de Chile, ha dado un mensaje inequívoco con la designación de Antonia Urrejola como nueva ministra al frente de la Cancillería. Según analistas consultados se trata de trazar una política exterior basada en derechos humanos y democracia, lo cual entrará en colisión con la existencia en la región de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Cuando en diciembre pasado Boric fue electo con un claro mandato popular a favor del cambio, dando Chile el más significativo giro una vez que se recuperó la democracia en ese país, adelantábamos que el nuevo presidente tenía la oportunidad de demostrar también un nuevo enfoque desde la izquierda en materia de política exterior.
La designación de la abogada Antonia Urrejola, hasta hace escasas semanas presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) e integrante de este cuerpo por varios años, es sin duda una señal, un mensaje, que por otro lado también le generará fricciones al Gobierno de Boric en las dinámicas nacionales y regionales de izquierda, según las reacciones que se han generado de inmediato.
Urrejola ha sido independiente, pero se le vincula históricamente con el Partido Socialista. Cumplió el rol de jefa de despacho de José Miguel Insulza cuando este estuvo al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA), entre 2005 y 2015.
Diversas organizaciones y activistas de Venezuela recuerdan el esfuerzo de Urrejola por colocar el tema de los derechos humanos en la agenda política de la OEA, cuando aún estaba vivo Hugo Chávez y este gozaba de amplia tribuna internacional.
Estando luego como comisionada de la CIDH, la abogada chilena fue relatora de Cuba y mantuvo una actitud crítica en el organismo hemisférico en torno a la falta de libertades en la Isla.
En 2021, siendo presidenta de la CIDH, en la primera directiva de este organismo integrado completamente por mujeres, Urrejola subió el tono para cuestionar al régimen de Daniel Ortega. La crisis política y los derechos humanos en Nicaragua, fue una de las banderas centrales de la presidencia ejercida el año pasado por quien ahora pasará a ejercer como ministra.
"Con el nombramiento de Antonia Urrejola, ex presidenta de la CIDH, como ministra de Relaciones Exteriores de Chile, el presidente electo Gabriel Boric también ha enviado un mensaje a las dictaduras de Ortega-Murillo, Maduro, y Díaz-Canel", asegura el laureado periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro.
Exiliado tras la persecución que pesa sobre la familia Chamorro, el director de Confidencial asegura que el mensaje de Boric se escucha "alto y claro" en Managua, Caracas y La Habana.
"Una buena síntesis de todas las recomendaciones que ha dado la CIDH al Estado de Venezuela es que restablezca urgentemente el respeto de los derechos humanos en el país", aseveró por su parte Urrejola al ser consultada por el diario chileno La Tercera sobre su posición sobre Venezuela, en marzo pasado.
En coincidencia con la designación de su gabinete, integrado por 14 mujeres y diez hombres, en el cual intenta simbolizar el rostro "del nuevo Chile", Boric concedió una extensa entrevista a la BBC en la cual se definió en estos términos: "Yo provengo de la tradición socialista libertaria americanista chilena. Ese es mi espacio ideológico de referencia. Soy un demócrata".
Interrogado sobre si se identifica con la izquierda gobernante en Managua y Caracas, el presidente electo aseveró que "en el caso de Nicaragua no logro encontrarle nada ahí, y en el caso de Venezuela es una experiencia que más bien ha fracasado y la principal demostración de su fracaso son los seis millones de venezolanos en la diáspora".
Boric omitió referirse a Cuba en las primeras semanas como presidente electo. Es posiblemente uno de los puntos de mayor fricción interna, ya que un aliado principal de su gobierno, el Partido Comunista Chileno, respalda abiertamente al régimen castrista.
Como muestra de las dificultades que tendrán las posiciones de Boric en el concierto regional, el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa salió en defensa del régimen de Nicolás Maduro. "Gabriel: ¿Se te olvida el criminal bloqueo a Venezuela?", lo inquirió el ex mandatario andino.
"¡A Venezuela le impiden vender su petróleo!", exclamó seguidamente el ex mandatario ecuatoriano. "¿Cuántos chilenos estarían en la 'diáspora' si se le impidiera vender el cobre a Chile? Es como encontrar a un ahogado encadenado y decir que murió por no saber nadar", respondió de forma agria Correa a lo que señaló el presidente electo a través de Twitter
Por su parte, el periodista venezolano Ewald Scharfenberg recordó que "el presidente Boric nombró a Maya, nieta de Salvador Allende, como nueva ministra de Defensa de Chile. Ella es hija de Beatriz Allende. Pero hay otro nieto de Allende, hijo de Carmen Allende, Pablo Sepúlveda, que fue novio de María Gabriela Chávez (hija de Hugo Chávez) y todavía vive en Venezuela".
Esto, a propósito de que Sepúlveda también saliera en defensa del régimen venezolano tras los señalamientos de Boric en la extensa entrevista con la BBC.
"Yo solo agregaré que Venezuela tiene una democracia mucho más saludable y transparente que la que hay en Chile, cuando quieras te lo puedo argumentar y lo podemos debatir, si es que te interesa", le increpó Sepúlveda a Boric.
En su primer discurso como presidente electo, en un mensaje escrito y cuidadosamente preparado, Gabriel Boric no hizo ni una sola mención a qué hará Chile en materia de política exterior. Esto deja en claro que la dimensión internacional no será una prioridad para el joven presidente. En la extensa entrevista con BBC el tema internacional fue secundario.
"No será una prioridad, sin duda, pero Boric será demandado por una realidad inequívoca. El Chile que gobernará enfatizando los derechos humanos y la democracia deberá coexistir, en la región, con dictaduras. Sea que se quede callado o que tenga una política activa, Boric será interpelado por lo que pase también en Cuba, Nicaragua y Venezuela", comenta un veterano diplomático sudamericano en torno a los desafíos que le acompañarán en política exterior.
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